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Antecedentes
  • Senado
  • Sesión Ordinaria N°90
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  • Legislatura número 365
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Intervención
DESPEDIDA DE SENADORA Y SENADORES AL TÉRMINO DE SU MANDATO

Autores

La señora PÉREZ ( doña Lily).-

Señor Presidente , Honorables Senadoras y Senadores:

Para mí la política es un acto de amor. Yo estoy en política por amor a mi país, a la gente.

Siempre he estado en política por vocación, no por conveniencia.

Los cargos me los he ganado a través del voto popular.

Nunca he pedido nada. Nunca he transado tampoco.

Soy de las pocas mujeres que han logrado llegar al Senado. Somos muy pocas.

Y, tal vez, una de las cosas que me hacen sentir que tengo la misión cumplida en esta etapa es que a mí nadie me inventó. No vengo del mundo de la política, no soy hija de políticos ni tengo familia política. No vengo del mundo del poder tampoco. No estudié en el colegio de ninguno de los que están aquí sentados ni fui compañera de universidad de nadie. No comparto la religión de ninguno de los que están aquí.

Soy una persona que entró a la política para representar realmente cosas distintas de lo que yo veía que hacía el sector. Me considero una mujer de Derecha, de Centroderecha, pero con una mirada liberal sobre la vida.

Y eso lo he hecho durante todo este tiempo, primero como concejala, después como Diputada y ahora como Senadora. Y me siento tremendamente orgullosa y agradecida de la gente, porque soy inmensamente privilegiada.

Probablemente, hay gente que trae la política en la sangre y no calibra ni logra aquilatar el tremendo privilegio que significa llegar aquí, al Senado, porque su historia los llevaba a este destino.

¡Mi historia no tenía por qué traerme acá!

Mi historia podía llevarme a una empresa, a la publicidad, al mundo de las comunicaciones o, a lo mejor, a disfrutar la vida libremente, sin ningún tipo de responsabilidad mayor.

Pero decidí jugarme por Chile, jugarme por la gente y, como mujer, ser pionera en muchos temas.

Le he dedicado la mitad de mi vida a la política -entré siendo una niña-, y decidí abordar temas que hoy día son frecuentes y recurrentes en nuestra agenda, pero que cuando comencé a trabajarlos no lo eran: algún tipo de incapacidad o de capacidades distintas desde el punto de vista físico, emocional; los derechos de nuestras mujeres; alguna forma de discriminación religiosa, de minorías. Esas eran las materias que a mí más me movían.

Por esa razón, yo me siento una tremenda privilegiada.

Anoche les comentaba a mis padres que tuvimos en este Senado la oportunidad de escuchar al Ministro Muñoz de la Corte Suprema (quien además la presidió), y al Contralor General de la República; dos grandes hombres que se enfrentaron en una especie de pugilato de palabras y de convicciones. Y la verdad es que me sentí una tremenda privilegiada.

Se lo comentaba ayer a Ignacio, mi compañero de circunscripción, con quien realmente hemos tenido un afecto, un cariño enorme todos estos años.

Asimismo, siento una profunda admiración por muchos de ustedes.

¡Por esa admiración entré a la política a los 24 años!

Entré porque sentía una especial estima por muchos que, a mí juicio, representaban a la Derecha que a mí me gustaba: Andrés Allamand , Alberto Espina . Después conocí al "Cote" Ossandón, cuando fui electa concejala con primera mayoría nacional en La Florida y él ganó en Pirque ("un huaso movido", me acuerdo que era).

A muchos de ustedes los fui conociendo con el tiempo, como a Francisco Chahuán , que es un amigo entrañable. Lo único que he pedido todo este tiempo es que la gente de la Quinta Cordillera, que yo represento, que me eligió con primera mayoría para el mandato que termino en los próximos días, también se sienta representada por él, porque es una gran persona, un gran amigo y un gran Senador.

Y también aprendí a admirar a muchos otros, que yo veía de lejos porque eran de otros sectores políticos y no había tenido la oportunidad de conocerlos, pues no venía de este mundo; gente con la que hoy día he logrado compartir y por quienes siento un tremendo cariño y admiración, sin importar que estén en otras bancas, como Isabel y la "Nani", con quienes hemos hecho muchas cosas por las mujeres.

Además, me siento muy honrada por el Comité Independientes y Partido Amplitud, que me ha privilegiado al elegirme su jefa este año. En él están Alejandro Guillier , que es un gran amigo; Antonio Horvath , tremendo compañero de equipo y Carlos Bianchi , quien también es un tremendo Senador.

Quiero decirles que ustedes tienen una gran misión: seguir trabajando.

La verdad es que me siento con la misión cumplida.

Siempre me he sentido prestada en la política. Nunca he sentido que esto es toda mi vida.

No sé si voy a volver. No sé si el día de mañana quiera regresar a un cargo de representación popular.

A lo mejor sí, a lo mejor no.

Muchos funcionarios me lo dicen y yo sé que con todos ustedes me voy a volver a encontrar en un montón de lugares. ¡Con todos ustedes me voy a volver a encontrar! Pero probablemente a quienes más voy a echar de menos, porque es menos probable que los vea, es a nuestros funcionarios: a los que están en los ascensores; a los que atienden los comedores; a los que hacen el aseo; a nuestros secretarios y secretarias de Comisiones; a los que nos abren la puerta; a los que nos traen el agua, el té verde, el café; a los que nos han acompañado cada vez que discutíamos la Ley de Presupuestos en esas treinta horas infinitas aquí, en la Sala.

¡El alma de este edificio está constituida por nuestros funcionarios!

Así que realmente les quiero dar las gracias, de todo corazón, porque ellos son los que nos ayudan a realizar bien nuestra actividad.

Para concluir, quiero decir que para mí la política no es una profesión, no es ni siquiera mi trabajo, pero sí es mi vocación, ¡y las vocaciones se sufren y se aman!

Algunos aquí lo han señalado: existe toda esta cosa familiar, de poco tiempo, de andar corriendo por la vida. Porque uno sufre muchas injusticias, muchas incomprensiones. ¡Muchas incomprensiones! Pero también se ama y se disfruta plenamente cuando es una real vocación. ¡Y la vocación real se disfruta a concho!

Por eso, yo por lo menos me siento tremendamente contenta y satisfecha de ser autora o coautora de un montón de proyectos que hoy día ya son leyes de la república; de haber ayudado, de haber impulsado, de haberme jugado y de haber trabajado intensamente para que Sebastián Piñera volviera a ser Presidente de Chile .

Eso es en lo que yo creo. Esa es la mirada que yo aporto.

Corrimos el cerco para que la Derecha dejara de ser un grupo. Hoy día ya nadie le tiene miedo a la Derecha, porque muchos nos jugamos por correr ese cerco, para que a nadie le diera susto; porque muchos sentimos que pertenecemos a la Derecha, o a la Centroderecha, como se la quiera denominar, y logramos instalar una amistad cívica linda, un trabajo conjunto con gente de la Nueva Mayoría, para sacar adelante proyectos en común. Y conseguimos hacer muchos cambios que, si no se hacían ahora, no se iban a hacer nunca. ¡Probablemente nunca!

Yo, de verdad, me voy muy contenta y agradecida, con el corazón calentito, por el trabajo bien hecho y la misión cumplida.

Les agradezco a todos por el cariño que me han brindado durante estos años.

Muchas gracias.

--(Aplausos en la Sala y en tribunas).

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