Labor Parlamentaria

Participaciones

  • Alto contraste

Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha

Antecedentes
  • Cámara de Diputados
  • Sesión Ordinaria N°126
  • Celebrada el
  • Legislatura número 364
Índice

Cargando mapa del documento

cargando árbol del navegación del documento

Intervención
SANCIÓN DE PROMOCIÓN DE ESTEREOTIPOS NEGATIVOS RESPECTO DE LA MUJER EN MENSAJES PUBLICITARIOS. (PRIMER TRÁMITE CONSTITUCIONAL. BOLETÍN N° 10551-03) [CONTINUACIÓN]

Autores

El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-

En el tiempo de la bancada de la Unión Demócrata Independiente, tiene la palabra la diputada Marisol Turres .

La señora TURRES (doña Marisol).-

Señor Presidente, a veces cuesta mucho tratar temas como estos, porque la discriminación contra la mujer nos ha acompañado desde siempre, es algo histórico.

Es obvio que si comparamos la situación en la que nos encontramos hoy con la que se vivía hace veinte años, cien años o hace siglos, las cosas han cambiado mucho, y para mejor. Pero no es suficiente, porque lo que se requiere son cambios de tipo cultural y social.

Hasta no hace muchos años a la mujer solo se le asignaban roles que -¡ojo!hasta hoy seguimos cumpliendo, de una u otra manera. La diferencia es que durante siglos fueron solo esos, pues no se nos permitía desarrollar labores que no tuvieran que ver con la maternidad, con llevar el hogar, con las tareas del hogar.

Hoy nos parece insólito, pero a la mujer no se le permitía estudiar, no se le permitía votar, gozar en plenitud de derechos ciudadanos. Desde esa época no han pasado tantos años.

Para que esos cambios ocurrieran fue necesaria la lucha de muchas mujeres, que si bien en algunos casos a mí me han parecido con posturas demasiado extremas, merecen nuestro reconocimiento, porque han ido abriendo camino para alcanzar los avances que hasta ahora hemos conseguido.

En todo caso, insisto en que aún no es suficiente. Miremos lo que pasa, por ejemplo, en el Congreso Nacional, y veamos la poca cantidad de mujeres que somos parlamentarias y las dificultades que habrá para aplicar la ley de cuotas.

Entonces, como expresé, si bien tradicionalmente se han asignado ciertos roles a la mujer -insisto en que los seguimos cumpliendo, y muchas de nosotras con orgullo, especialmente en lo que dice relación con la maternidad-, ello no obsta a que podamos desempeñar otros.

¿Por qué se presentó este proyecto de ley? Porque la propaganda de un producto de limpieza dice que es la mejor pareja para la mujer, comentario que, sin duda, debemos calificar como vejatorio. Si bien es cierto que seguimos cumpliendo roles en nuestra casa, hoy las labores del hogar son una tarea compartida con el hombre, cuando tenemos pareja.

Por lo tanto, de alguna manera ese comentario situaba a la mujer en un lugar denigrante, la discriminaba en forma bastante negativa y de manera arbitraria.

Una lástima que haya que presentar un proyecto de ley para que se tome conciencia de lo que eso significa.

Por otro lado, hay cierto tipo de propaganda que muestra a la mujer casi como un bien de consumo. Aparece al lado de distintos tipos de alcoholes, de vehículos o de otros productos, como dando la sensación de que si un hombre los compra, vendrá con esa mujer al lado, lo que es como tenerla de adorno.

¡Cuidado con las señales que estamos dando! Cuando hablamos de discriminación, no es solo lo que se puede decir, sino también las imágenes que transmitimos, especialmente a nuestros hijos, porque eso va mucho más allá.

¿Cuántos chistes escuchamos en el día a día, de los que a veces incluso las mujeres nos reímos, aunque cada vez menos? Porque, aunque se digan con respeto, como dice un conocido futbolista, nos vuelven a poner en el mismo lugar, como si no fuéramos capaces de hacer otra cosa.

El fondo y el sentido del proyecto es que toda nuestra sociedad tome conciencia de que las mujeres somos más que nuestro rol de madres y más que el rol que podamos desempeñar en la casa; que podemos estudiar, que podemos trabajar, que podemos votar, que podemos ser responsables por nuestras vidas y por las de otros.

El objetivo final es que no tengamos que estar probando que somos capaces, que se nos vea como iguales en oportunidades y derechos. No somos iguales, pero sí queremos las mismas oportunidades.

Insisto: la razón del proyecto es dar una señal potente a nuestra sociedad de que ya basta, de que no queremos más sueldos 30 por ciento más bajos, lo que no sucede en la administración pública, en la que las remuneraciones están determinadas por ley.

No queremos que se nos discrimine por la maravillosa oportunidad que tenemos de ser madres, porque en eso se basa la discriminación: “Es que esta mujer se va a ausentar mucho tiempo del trabajo”. Los hombres no pueden tener hijos hasta hoy; somos las mujeres quienes orgullosamente llevamos a cabo esa tarea, y con mucho gusto.

Me siento muy contenta de que estemos discutiendo esta materia, por lo que anuncio mi voto a favor del proyecto. Sin embargo, quiero hacer presente que vamos a presentar una indicación para que la palabra “discriminación” vaya acompañada de la palabra “arbitraria”, porque sabemos que hay casos de discriminación positiva, por así decirlo. Entonces, no siempre que se discrimine a la mujer en algún aviso publicitario tiene que ser necesariamente algo negativo o malo, ya que en él puede haber una discriminación positiva.

Por lo tanto, reitero mi respaldo al proyecto, pero no basta; es un paso, pero lo que necesitamos en nuestro país y en nuestra sociedad es un cambio cultural que vaya mucho más allá del proyecto de ley.

He dicho.

Top