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Antecedentes
  • Senado
  • Sesión Especial N°72
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  • Legislatura número 368
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Intervención
GRAVÍSIMA SITUACIÓN DE VIOLENCIA DE GÉNERO QUE AFECTA A LAS MUJERES EN EL PAÍS

Autores

La señora VON BAER.-

Señora Presidenta, parto agradeciendo a la Presidenta del Senado por esta iniciativa.

Creo que es sumamente relevante, importante y trascendente que el tema de la violencia en contra de la mujer lo veamos en la Sala del Senado, en una sesión especial, en que recibimos a distintos invitados que desde diversas perspectivas tienen una responsabilidad en luchar en contra de la violencia hacia la mujer.

Pienso que han sido meses difíciles, han sido meses dolorosos, han sido meses tristes. Son meses en los cuales ha quedado al descubierto una realidad que todos nosotros conocemos, pero que se ha hecho mucho más dura con la pandemia; una realidad en que las mujeres no han podido denunciar, porque están viviendo con sus agresores; una realidad en la que han aumentado fuertemente los llamados al Fono Familia de Carabineros, que presta un apoyo preventivo y una asesoría a quienes pueden llegar a ser víctimas de la violencia. Y se acumularon al 31 de julio más llamadas que el total recibido durante el año 2019.

¿Y eso de qué nos habla? De una violencia que se está viviendo dentro del hogar. Y es una violencia que es muy dura también en los sectores rurales, por ejemplo, de la región que yo represento. Se trata de lugares donde hoy muchas mujeres están incluso aisladas por la caída de la nieve y que viven con su agresor, y que no han podido realizar la denuncia, la que no se atreven a hacer porque es de manera presencial y luego tienen que volver a su casa, donde está el agresor.

Y es ahí donde, señora Presidenta, creo que tenemos una deuda, en el sentido de que la mujer cuando denuncia, cuando toca las puertas del Estado, no siempre recibe la respuesta que debiera tener.

Y por eso las mujeres finalmente tienen miedo de denunciar, porque dicen: "Después voy a sufrir yo las represalias". Y el hecho de que se tenga que alejar el agresor no siempre funciona. Nosotros hemos conocido de casos en que se ha hecho la denuncia y terminamos con un femicidio frustrado o a veces, incluso, con la muerte de una mujer.

Por ello, señora Presidenta, creo que estos han sido meses muy duros para las mujeres.

Pero han sido también muy duros porque -lo sabemos- en los hogares chilenos muchas veces la que tiene que llevarse la mayor cantidad de trabajo cuando están todos en el hogar es la mujer, una mujer que muchas veces debe cumplir con sus tareas de teletrabajo y, al mismo tiempo, tiene que ayudar a los niños con sus deberes educativos y también que cumplir con todas las labores del hogar.

Esa es una sobrecarga que nosotros como sociedad no podemos aceptar. ¡No la podemos aceptar!

Han sido meses y semanas muy duras para las mujeres chilenas.

Y también ha sido muy duro cuando escuchamos casos como los de Ámbar y los de Antonia.

En el caso de Ámbar, un femicidio contra una mujer que podría haber sido evitado, donde falló el sistema. Y cuando uno dice "sistema" es como que nadie hubiera fallado. ¡Fallamos todos! Fallamos todos en evitar que una persona que no debiera haber salido en libertad finalmente lo haya hecho; y tenemos nuevamente una mujer, una joven al principio de su vida, cuya muerte podríamos haber evitado. ¡Eso es doloroso!

Pero tenemos también el caso de Antonia, en que vemos que de alguna manera se naturaliza algo que es incorrecto. Nosotros tenemos que luchar en contra del hecho de que una mujer, una niña, una joven no pueda salir tranquila de su casa, no pueda vivir la libertad.

Nosotros debemos permitir que nuestras niñas, nuestras jóvenes puedan vivir la libertad, igual como los hombres. No puede ser que las mujeres tengan que estarse cuidando más. Eso no es aceptable, no puede ser y nosotros debemos evitarlo con todas las fuerzas.

Y para eso tenemos que trabajar entre todos.

También hay un tema que quizás no se ha planteado tanto en esta sesión, pero que ha quedado al descubierto: el no pago de las pensiones de alimentos.

Señora Presidenta , esto es inaceptable. No puede ser que más del 80 por ciento de las pensiones de alimentos en nuestro país no sean pagadas por parte de quienes también tienen una responsabilidad en la crianza de los niños, que son los hombres. Porque la mayoría de quienes no están pagando hoy las pensiones de alimentos son hombres. ¿Y qué tenemos acá? Un círculo de violencia nuevamente, porque las mujeres no se atreven a denunciar que no se está pagando la pensión de alimentos. ¿Por qué? Porque se genera una violencia en contra de ella.

Hemos escuchado en estas semanas el testimonio de mujeres. Es realmente terrible lo que viven, en que los hombres utilizan a los niños para generar nuevamente violencia sobre las mujeres.

Esto ha quedado al descubierto en esta pandemia.

Nos ha sucedido también otra cosa. Teníamos buenos números respecto a la participación laboral de las mujeres. ¡Habíamos avanzado en una tarea que ha sido tan difícil en tanto tiempo! ¡Nos ha costado tanto ir generando puestos y oportunidades de trabajo para las mujeres! Y habíamos llegado a un 53,3 por ciento de participación laboral, algo que nunca habíamos logrado antes.

Y ahora ha caído nuevamente, porque en momentos en que tenemos una situación económica difícil los primeros puestos de trabajo que se pierden son los de los jóvenes y los de las mujeres; pero además porque la mujer es la que cuida en el hogar. Ese aspecto, el cuidado, está desigualmente repartido en nuestra sociedad. Las mujeres somos quienes cuidamos a los adulos mayores y a los niños; por lo tanto, cuando los niños están en casa quien primero se resta de participar laboralmente es la mujer.

Por ello aquí tenemos un tremendo desafío.

Quiero transmitirle eso a la Ministra , quien nos está escuchando; sin embargo, espero que también nos oiga el Ministro de Hacienda . ¿Por qué? Porque hoy los jardines infantiles, que muchas veces son emprendimientos de mujeres, están quebrando, y de una manera que a mí me preocupa mucho, porque se trata de establecimientos en los que cuida a los niños cuando las mujeres vuelvan a trabajar. Pero cuando haya reapertura y las mujeres puedan laborar nuevamente, ¿qué nos va a suceder? Que las mujeres no tendrán dónde dejar a los niños, porque los jardines infantiles y las salas cunas ya no van a existir.

Señora Presidenta , le pido que se oficie al Ministro de Hacienda en nombre de todas las mujeres del Senado, y espero se adhieran a él también los hombres de esta Corporación, para que, tal como les tendió una mano a quienes laboran en el transporte escolar y a los transportistas, ayude a los jardines infantiles.

Son emprendimientos mayoritariamente de mujeres, pero estas necesitan el funcionamiento de los jardines infantiles y las salas cuna. ¿Por qué? Porque los cupos de los jardines infantiles y las salas cunas del Estado no alcanzan.

Espero que volvamos a recuperar los puestos de trabajo de las mujeres; sin embargo, ellas necesitan esos espacios para dejar a estos establecimientos el cuidado de sus niños. ¿Porque qué puede suceder? Que los jardines y las salas cunas ya no estén cuando se produzca la reapertura de nuestra economía.

Señora Presidenta , le pido que se envíe este oficio requiriéndole ayuda al Ministro de Hacienda . Además, le solicito a la Ministra de la Mujer que por favor pongamos fuerza en nuestros jardines infantiles y en nuestras salas cuna.

Señora Presidenta, quiero terminar mis palabras diciendo que estamos en deuda en materia de violencia, porque las mujeres no pueden caminar tranquilas y libres por las calles de nuestras ciudades. No puede ser que cuando la hija o la sobrina de quince años dicen: "Mamá, quiero ir al centro" se diga "Tengo miedo" y no pase lo mismo con el hijo hombre.

¡Eso es inaceptable!

Por eso todos quienes estamos acá debemos trabajar unidos para que esta violencia termine y también para que exista un rechazo social respecto de los papás que no pagan las pensiones de alimentos.

¡Eso es inaceptable y es una forma de violencia!

Hay que mejorar nuestro sistema para que cuando una mujer denuncie violencia no terminemos lamentando un femicidio, pues no logramos proteger a quien denunció. Debemos terminar con eso de una vez por todas.

Señora Presidenta , creo que hemos avanzado bien con la ley sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. Me parece que entre todas -¡entre todas!- las integrantes de la Comisión especial de Mujer hemos logrado que el Gobierno vaya cambiando la palabra "propender" por "garantizar", la palabra "propender" por "definir", y debemos seguir avanzando para que todos los órganos del Estado nos ayuden a luchar para erradicar la violencia contra la mujer.

Señora Presidenta , estoy segura -y en tal sentido pienso lo mismo que la Ministra Zalaquett - de que las grandes crisis son también grandes oportunidades.

Lo que ha quedado al descubierto y que nosotros sabíamos, pero que ahora toda la sociedad conoce, respecto de las pensiones de alimentos nos puede favorecer; creo que lo que ha quedado al descubierto y que nos ha dolido tanto, la violencia contra las mujeres... (falla de audio en transmisión telemática)... pandemia nos puede ayudar.

¿Para qué? Para que entre todos socialmente logremos que nuestras niñas puedan caminar libremente por la calle; para que puedan desarrollar su vida sin miedo; para que puedan hacer lo que quieran y de la forma que deseen, sin que nadie las frene por miedo y les diga: "No, mi amor, no puedes hacerlo, porque puede pasar esto o esto otro".

Eso no debe pasar.

No podemos hacer una diferencia entre nuestra hija y nuestro hijo, porque ambos tienen exactamente los mismos derechos, y garantizarlos es nuestra tarea.

He dicho.

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