Labor Parlamentaria

Participaciones

  • Alto contraste

Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha

Antecedentes
  • Cámara de Diputados
  • Sesión especial N° 24
  • Celebrada el
  • Legislatura Extraordinaria periodo 1971-1972
Índice

Cargando mapa del documento

cargando árbol del navegación del documento

Intervención
ACONTECIMIENTOS OCURRIDOS CON MOTIVO DE LA MARCHA DE PROTESTA DE LAS MUJERES CHILENAS.- OFICIO

Autores

El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-

Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Andrés Aylwin.

El señor AYLWIN (don Andrés).-

Señor Presidente, pienso que la impresionante marcha de, aproximadamente, cien mil mujeres, es, sin duda alguna, uno de los hechos políticos de más trascendencia de los últimos tiempos.

El Gobierno, frente a estos hechos, aplica inútilmente la política del avestruz. Esa marcha, en que había mujeres de todos los sectores sociales, tiene, indudablemente, un claro significado: fue la protesta espontánea de la mujer chilena contra el sectarismo, contra la violencia, contra el odio, contra la persecución funcionaría, contra las brigadas armadas, etcétera.

Presencié toda la marcha; y puedo afirmar enfáticamente que todos los hechos desgraciados que, en definitiva, se produjeron, son de responsabilidad muy directa del Gobierno; y son de su responsabilidad, porque a esta impresionante columna de mujeres, pacífica y alegre, no se la dejó pasar hacia el centro y, lo que es más grave, se la dejó totalmente bloqueada entre la Alameda, el Cerro Santa Lucía y la calle Mac-Iver. Insisto, la marcha fue totalmente "embotellada" y ello produjo la exasperación de las mujeres que desfilaban, a las que se les lanzaba piedras y bombas lacrimógenas. Y no solo estos hechos producían en aquellas mujeres exasperación, sino, seguramente, el ver que, en su patria no se las dejaban pasar hacia los lugares en donde tienen derecho a desfilar según la Constitución Política. Porque hay, en este asunto, un problema de fondo: el artículo 10, número 4 de la Constitución Política, asegura a todos los habitantes "el derecho de reunirse sin permiso previo y sin armas."

Solicito, señor Presidente, cinco minutos para terminar mi intervención. No sé si mi petición es procedente.

El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-

¿Habría acuerdo para otorgarle cinco minutos al señor Aylwin, sin perjuicio de prorrogar la hora de término de la sesión?

- Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-

Y se concederían otros cinco minutos para el Comité Nacional.

- Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-

O sea, se prorrogaría la hora de término en diez minutos: cinco minutos para el señor Aylwin y cinco minutos para el Comité Nacional.

- Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-

Se otorgarían también tres minutos para el señor Lavandero; tres minutos para el señor Campos y tres minutos para el señor Rodríguez; hasta donde ello sea efectivo, según el acuerdo que se tome en esta oportunidad. En todo caso, la hora de término de la sesión se prorrogaría hasta después de las trece horas, al parecer.

Acordado.

Sin perjuicio de lo anterior, solicito el asentamiento unánime de la Sala en el sentido de restringir más las publicaciones que hemos acordado anteriormente. La versión, en forma resumida, se publicaría solamente en los diarios de Santiago a que se hizo referencia, es decir, eliminando a los diarios de provincias.

Serían los siguientes diarios de Santiago: "El Mercurio", "Clarín", "La Segunda" y "La Tercera".

Acordado.

Puede continuar el señor Aylwin.

El señor AYLWIN (don Andrés).-

Señor Presidente, pese a que la Constitución Política reconoce este derecho, que es un derecho fundamental de todo ciudadano, está sucediendo algo grave en Chile: grupos que no cuentan con el amparo de muchas leyes, grupos particulares y armados, no permiten que el derecho que la Carta Fundamental otorga se haga realmente efectivo. Eso es lo que está sucediendo en esta clase de desfiles. El hombre común tiene derecho a reunirse, a desfilar, y Carabineros y el Gobierno le garantizan aparentemente ese derecho, sin embargo, las brigadas Ramona Parra y Elmo Catalán impiden que ese derecho se haga realmente efectivo. Este es el fondo de lo que está sucediendo. ¿Qué son estos grupos armados que operan al margen de la ley, que operan al margen de la legalidad? Son verdaderos grupos de mercenarios que están haciendo un mal muy grande a Chile, que están destruyendo espiritualmente a esta nación, que están creando odios en todos los sectores. Son grupos de personas que posiblemente no trabajan ni hacen nada positivo y que se desplazan de un lugar a otro impidiendo a los ciudadanos ejercer los derechos que la Constitución Política establece, sembrando muchas veces el terror entre gente pacífica y honesta.

Hace algún tiempo, por ejemplo, vinieron al Congreso cinco mil campesinos. Muchos de ellos llegaban, tal vez, por primera vez a la capital.

Pues bien, cuando desfilaban por las calles de la capital de su Patria, salieron las brigadas Ramona Parra y Elmo Catalán, y con piedras intentaron disolverlos, exactamente lo mismo que se hizo ahora con las mujeres. Y en la existencia de estos grupos hay una grave responsabilidad política del Gobierno; insistimos, hay una evidente responsabilidad del Gobierno, porque nosotros reiteradamente hemos dicho que deben disolverse y, sin embargo, pasa el tiempo y estos grupos no se disuelven.

Se ha dicho que estos grupos están formados por jóvenes idealistas. A lo mejor, algunos le son, pero están siendo utilizados por los partidos políticos a que pertenecen. También en la Alemania nazi hubo grupos de "jóvenes idealistas" que, cuando los judíos se reunían, no iba la policía, sino ellos, a disolverlos; que, cuando los comunistas se reunían no iba la policía, sino ellos, a disolverlos; que cuando los que estaban en contra de Hitler se querían reunir o hacer una concentración, iban ellos, y no la policía, a disolverlos.

A mi juicio, les guste o no les guste a los colegas del Partido Comunista, estas brigadas, como la Ramona Parra, corresponden exactamente a las Schutz Staffe, que actuaron en el tiempo del nazismo.

Señor Presidente, ¿ha terminado mi tiempo?

El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-

Queda medio minuto.

El señor AYLWIN (don Andrés).-

Señor Presidente, nosotros no tenemos en ningún caso el ánimo de agravar la situación que se está creando y que lamentamos. Creemos que en Chile deben ocurrir transformaciones muy profundas y estamos dispuestos a facilitar todos los cauces necesarios para que en nuestro país se instaure una sociedad socialista; pero está muy claro que estas brigadas armadas no pueden seguir actuando, porque, de lo contrario, no puede haber colaboración de nadie, ni tranquilidad espiritual ni material en nadie. Creo que el odio está destruyendo espiritualmente a esta nación por culpa del MIR, por culpa de la Ramona Parra, por culpa de la Elmo Catalán. Y en esto, indudablemente, tiene responsabilidad el Presidente de la República y tiene responsabilidad el Gobierno. El presupuesto indispensable para que el país pueda progresar, para que el país pueda adelantar, para que el país pueda hacer los cambios, es que previamente se disuelvan estos grupos armados que están haciendo tanto mal a Chile.

Nada más, señor Presidente.

El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-

Ha terminado el tiempo del Diputado señor Aylwin.

Al Comité Nacional le restaban dos minutos.

Top