Labor Parlamentaria

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  • Alto contraste

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Antecedentes
  • Cámara de Diputados
  • Sesión especial N° 31
  • Celebrada el
  • Legislatura Ordinaria año 1972
Índice
  • Documento
    • V.- TEXTO DEL DEBATE
      • Cuenta
        • 1.- ALZAS, DESABASTECIMIENTO Y PROBLEMAS DEL COMERCIO
          • PROYECTOS DE ACUERDO
            • Participacion
  • Documento
    • V.- TEXTO DEL DEBATE
      • Cuenta
        • 1.- ALZAS, DESABASTECIMIENTO Y PROBLEMAS DEL COMERCIO
          • PROYECTOS DE ACUERDO
            • Participacion

Intervención
PROYECTOS DE ACUERDO

Autores

El señor PENNA.-

Señor Presidente, en la primera parte de mi exposición informé, con las estadísticas del boletín mensual del Banco Central, que junto con aumentar el dinero circulante en el país, para ganar el poder político, el Gobierno se había visto obligado a aumentar en forma considerable la importación de bienes de consumo que se pagan con dólares. Pero en 1971 pasó algo mucho más trágico: los bienes de capital, que son las maquinarias y accesorios, disminuyeron de 263 millones a 210 millones de dólares. Esto, que representa la capitalización del país, es decir el porvenir de Chile, disminuyó, y en cambio los dólares para consumo aumentaron en forma impresionante. Ahora bien, si se analizan las estadísticas de este año 1972, se puede observar que los dólares gastados en los tres primeros meses de este año en bienes de consumo llegan a 76 millones contra 42 de los tres primeros meses del año pasado. O sea, si el año pasado estos gastos habían subido en forma exorbitante, este año se llegará a cifras siderales.

Si consideramos que ya no queda un dólar en el Banco Central, nos podemos explicar por qué el Gobierno ha tenido que llegar de rodillas y con el sombrero en la mano para renegociar la deuda externa, donde el Fondo Monetario Internacional, al que tantas veces los partidos gobiernistas vilipendiaron. A cualquier mortal que vaya a pedir plata prestada, si es borracho o es flojo y no trabaja, nadie le presta. Por eso el Fondo Monetario, que no es una institución de beneficencia, sino que presta plata siempre que le aseguren que le será devuelta, toma las providencias necesarias y analiza primero la política económica del postulante.

En el caso de Chile, se dio inmediatamente cuenta de que la convertibilidad del dólar era muy baja, lo cual producía el aumento de consumo en desmedro de la capitalización y ha exigido la devaluación del escudo.

De esta manera, se baja el nivel de vida del chileno, se recoge el circulante aumentando los precios internos y se evita el contrabando hacia el exterior, lo cual estaba tomando características desastrosas.

Por estas razones, para acceder a la renegociación de la deuda externa, el Fondo Monetario exigió que Chile alzara el dólar.

El Gobierno por tener que andar de rodillas y con el sombrero en la mano solicitando créditos por el mundo, sin resultados, ha tenido que someterse a esas exigencias. Por ello, pasa lo que está pasando en estos días.

Agregado a esto, el Gobierno destruyó la economía con las intervenciones indiscrimanadas y las tomas de los fundos, de las industrias y de la minería, con lo que consiguió la baja de la producción interna y un desaliento de la inversión particular. Destruyó también lo más importante para Chile, la Gran Minería del Cobre. El ex-Presidente Frei muchas veces dijo que el veranito de los precios altos no podía seguir, por lo cual en el Gobierno anterior se tomaron las providencias para que cuando bajara el precio del cobre hubiera una alta producción y se llegara al millón de toneladas, a fin de contrarrestar la baja del precio, que se sabía que tenía que venir. Se invirtieron 720 millones de dólares para aumentar la producción, que ahora está fracasando, porque han cambiado? les técnicos que saben de cobre por políticos de baja estofa que han producido el caos. Nótese, señor Presidente, que sólo por concepto de esta inversión de 720 millones de dólares, al 8%, que es un interés corriente en estos casos, Chile tiene que pagar 60 millones de dólares anuales, y con la amortización a 12 años, otros 60, o sea, en total 120 millones de dólares.

Esta deuda sería cómoda para el país siempre que se elevara la producción en unas 300 ó 400 mil toneladas nuevas, pero con lo conseguido hasta hoy día ni siquiera se alcanza a pagar los intereses de la deuda.

Han destruido la economía; ahora vemos un cuadro complicado. Ese es el triste despertar de hoy día: sin un dólar, con una economía deteriorada, una inflación galopante y, al mismo tiempo, una escasez tremenda. Como sujetaron artificialmente el costo de la vida el año pasado, en el presente deben aumentar el precio de las cosas por los dos años juntos. A los países les pasa lo mismo que a cualquiera de nosotros. Uno, con los amigos que tiene, podría ir a pasear a Europa durante un mes, pidiéndole plata prestada a esos amigos, y lo pasaría muy bien. Pero cuando uno vuelve a Chile y tiene que pagar, entonces llega el momento de la verdad. Eso es lo que le pasado a este Gobierno. El año pasado, por conquistar el poder político, nos hicieron pegarnos a los chilenos una gran farra, y hoy día hay que pagar la cuenta por todo el período de este Gobierno.

Por eso, es ilusorio este reajuste que quieren dar. No hablo de la bonificación, porque esa es ridícula; hablo del nuevo reajuste. En los primeros siete meses de este año el alza del costo de la vida llega al 33%, o sea, a un ritmo de alrededor del 5% mensual. Si no se diera reajuste, llegaría al 60%, pero resulta que por imposición del Fondo Monetario Internacional, el Gobierno ha tenido que devaluar el dólar en un 64%, adicional, y todo se tendrá que adecuar a ese 64% en los próximos meses. De manera que, si fueran serios, considerando ese 33%, más el 64%, tendrían que reajustar los sueldos en el ciento por ciento, no del alza del costo de la vida, sino de los valores actuales, o sea, duplicarlos porque, en definitiva, a eso se tendrá que adecuar la economía en los próximos meses. Si el Gobierno da el reajuste en octubre, éste solamente será del alrededor de 40 a 50%, pero inmediatamente después vendrá otra ola de alzas, que le quitará el valor adquisitivo y entraremos nuevamente en una espiral qué no podrá terminar sino con una hiperinflación que puede traer consecuencias trágicas a los chilenos.

Además, la gente ha perdido la confianza. Cuando se controla un proceso inflacionario es distinto, porque la gente guarda dinero, ahorra; no tiene miedo de depositar dinero en los bancos o de ahorrarla. Entonces, hay una cierta velocidad de giro; se va desplazando el dinero, digamos, en una vuelta al mes. Pero cuando opera la mentalidad inflacionaria, cuando la gente tiene miedo de tener billetes en la mano como le ocurre hoy día, que anda desesperada comprando cualquier cosa, porque perdió la confianza en el Gobierno, entonces ese dinero comienza a circular con muchísima más rapidez; se duplica la velocidad. Es como si se hubiera echado el doble de dinero a la calle, como si se hubiera aumentado al doble el circulante.

De manera que no podemos esperar otra cosa que el deterioro de nuestra economía, porque un Gobierno irresponsable nos está llevando al desastre...

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