Recepcion del Delegado de las provincias unidas de Sud-América, teniente coronel don Tomas Guido.

    Santiago, 17 de Mayo de 1817.- Tenemos la satisfaccion de anunciar a los pueblos de Chile la solemne aceptacion con que hoi se ha recibido un Enviado del Supremo Gobierno de las Provincias Unidas de Sud-América en la benemérita persona del señor teniente coronel don Tomas Guido, oficial mayor de la secretaría de Guerra de aquel Estado. Desde el palacio del Excmo. señor Jeneral en jefe fue acompañado por S. E. i toda la oficialidad hasta la sala del Gobierno, donde reunidas las corporaciones espresaron con dignidad el noble placer de la union i los deseos de estrechar sus relaciones con esa Nacion enérjica a quien los pueblos de Chile deben su libertad, i con quien se prometen una liga mas fuerte que la de los Aquivos con la oprimida Atenas. En medio de la música i de las aclamaciones fué presentado el Enviado por el señor Ministro de Estado, que esponiendo la lejitimidad de sus credenciales despues de un examen prolijo, manifestó las recomendaciones personales con que la autoridad comitente valoriza a su representante. Entonces éste se dirijió al Supremo Gobierno con la siguiente:

    Alocucion

    Excmo. Señor: Al aparecer los pueblos de Chile en posesion de los derechos naturales que les pertecen, al presentarse en el mundo político sin la dependencia servil a que la mano usurpadora de los españoles alcanzó a sujetarlos, el Gobierno de las Provincias Unidas de Sud-América me ha distinguido con la honorífica comision de felicitarlos en la persona de V. E. La causa de la libertad, la sangre vertida de los ciudadanos de uno i otro pais por este don precioso, identifica los principios i estrecha los deberes de la fraternidad i de la union. Una confianza recíproca, una amistad sincera i los sacrificios que de su vez exija la salvacion de nuestra Patria son el objeto de las aspiraciones de mi Gobierno. La libertad de comercio i la balanza mercantil en el jiro interior i esterior de ambos Estados deben formar los primeros eslabones de la cadena que ha de vincularlos. La esperiencia ha manifestado entre nosotros que un pueblo puede ser infeliz en medio de todas las frucciones humanas i aun en posesion de las mas grandes riquezas; pero un impulso rápido al cambio de los frutos de la industria i de la agricultura removerá las trabas de la antigua ignorancia i hará la gloria nacional de los dos paises. Si Cartago por su opulencia debida al comercio contrabalanceó a la fortuna, al coraje i a la grandeza de los romanos, i si la Inglaterra i la Holanda se han hecho respetar en los siglos de la sabiduría por el solo fruto del comercio activo, el Gobierno de las Provincias Unidas de Sud-America mira como necesaria la perfeccion i la felicidad de ambos Estados, abrir canales a esta substancia vigorosa, uniformar los medios para llevarla a una fuente recíprocamente saludable i mejorar las instituciones mercantiles abortada por la mezquina política del gabinete de Madrid. Quiera V. E. concurrir con sus dignos esfuerzos a la gloria de realizar aquellos principios i fijando el espíritu de unidad de los habitantes de esta hermosa rejion para socorrer la Independencia de la América, sea yo tan feliz que pueda algun dia satisfacer la libertad de los sentimientos de mi Gobierno en obsequio de V. E. i por la prosperidad de Chile. Podemos lisonjearnos de que sus virtuosos pueblos, libres ya de la opresion usurpadora, se ven reanimados de ver surjir resueltamente a proporcion del peso enorme que gravitaba sobre los amantes de la gran causa i que este solo antecedente afianza el triunfo en la sagrada lid que nos empeña.

    S. E. llenó los votos de los circunstantes con su

    Contestacion

    Este Gobierno recibe la mayor satisfaccion en abrir por el conducto de US. comunicaciones de Estado con el Gobierno Supremo de las Provincias Unidas del Reino de la Plata: de ese Pueblo grande que cercado de peligros i enemigos ha sabido sostener con dignidad su Libertad e Independencia. US. se dignará hacerle presente mis votos a ese Gobierno i ofrecerle cuanto quepa en la esfera de mis facultades.