CIRCULAR
BANCOS      N° 2.951
FINANCIERAS N° 1.244
Santiago, 30 de julio de 1998.
SEÑOR GERENTE:

RECOPILACION ACTUALIZADA DE NORMAS. Capítulo 12-3.

Límites de crédito artículo 84 de la Ley General de Bancos. Complementa
instrucciones.
Mediante Circular N° 2.944-1.237, de 30 de junio pasado, se establecieron las situaciones en que el cedente de documentos adquiridos o descontados por una institución financiera, debe considerarse como deudor directo de ésta, para los efectos de los márgenes individuales de crédito del artículo 84 de la Ley General de Bancos.

Entre dichas situaciones se encuentran el encargo de la cobranza de los documentos cedidos al propio cedente de ellos, sea para que éste la efectúe directamente o a través de un tercero y el establecimiento de alguna condición que garantice la recuperación total o parcial de los créditos cedidos o la sustitución por otros documentos, en caso de morosidad u otras circunstancias.

Al respecto, esta Superintendencia ha resuelto establecer que cuando las situaciones señaladas cumplan con las condiciones que se indican a continuación, no serán consideradas como indicativas de que el cedente debe calificarse como deudor directo.

Así ocurrirá cuando el encargo de cobranza hecho al propio cedente o a un tercero, contemple condiciones que aseguren a la institución financiera cesionaria un irrestricto control sobre la gestión y resultado de la cobranza y la oportuna entrega de los importes recaudados, de modo que la administración de la cobranza sea semejante a la que ejercería ella misma.

Del mismo modo, no será motivo para calificar al cedente como deudor directo, el hecho que se convenga que la institución financiera retenga una parte del precio pagado por la adquisición de los créditos de que se trate, para responder de aquellos créditos adquiridos que resulten impagos, siempre que la retención del importe correspondiente se haga al momento de pagar el precio de los créditos adquiridos, que dicho importe no exceda del 10% del precio total pagado por los créditos en cada oportunidad, y que estos recursos se mantengan depositados a favor del cedente, con instrucciones de éste de pagar con cargo al mismo, los créditos que de esa adquisición resulten impagos. Una vez vencido el último de los documentos de la adquisición a que corresponda la retención, el importe sobrante que quedare de ésta será entregado al cedente, no siendo procedente dejarlo en depósito para responder de otras compras de cartera.

De acuerdo con lo señalado, se reemplaza el tercer párrafo del numeral 4.2 de titulo II del Capitulo 12-3, por lo que sigue:

"En todo caso, si la institución financiera adquiere en forma masiva documentos representativos de crédito de dinero, el cedente debe considerarse deudor directo, aun cuando los endosos se hayan efectuado sin responsabilidad, si ocurre alguna de las siguientes circunstancias:

a) La institución financiera no efectúe una calificación de cada uno de los deudores de los créditos comprendidos en la cesión.

b) El cedente se encargue, directamente o a través de un tercero, de la cobranza de los créditos cedidos. Sin embargo, no se considerará al cedente como deudor directo por esta sola circunstancia, cuando el encargo de cobranza hecho a él o a un tercero, contemple condiciones que aseguren a la institución financiera cesionaria un irrestricto control sobre la gestión y resultado de la cobranza y la oportuna entrega de los importes recaudados, de modo que la administración de la cobranza sea semejante a la que ejercerla ella misma.

c) Se establezca alguna condición que garantice la recuperación total o parcial de los créditos o la sustitución por otros documentos, en caso de morosidad u otras circunstancias. No obstante, no será motivo para calificar al cedente como deudor directo, el hecho que se convenga que la institución financiera retenga una parte del precio pagado por la adquisición de los créditos de que se trate, para responder de aquellos créditos adquiridos que resulten impagos, siempre que la retención del importe correspondiente se haga al momento de pagar el precio de los créditos adquiridos, que dicho importe no exceda del 10% del precio total pagado por los créditos en cada oportunidad, y que estos recursos se mantengan depositados a favor del cedente, con instrucciones de éste de pagar con cargo al mismo, los créditos que de esa adquisición resulten impagos. Una vez vencido el último de los documentos de la adquisición a que corresponda la retención, el importe sobrante que quedare de ésta será entregado al cedente, no siendo procedente dejarlo en depósito para responder de otras compras de cartera."

En consecuencia, se reemplaza la hoja N° 11 del Capítulo 12-3 por la que se adjunta a esta Circular y se agrega a este Capítulo la hoja N° 11a que se acompaña.


Saludo atentamente a Ud.,

JOSE FLORENCIO GUZMAN CORREA
Superintendente de Bancos e
Instituciones Financieras

Capítulo 12-3
Pág. 11

No son deudores directos ni indirectos las personas que participan en una  obligación sin contraer una responsabilidad personal en ella, pero que afectan  bienes de su propiedad al cumplimiento de esa obligación o bien mantienen un  compromiso de pago por documentos constituidos en garantía por terceros. Así  ocurre, por ejemplo, con el que constituye una hipoteca para caucionar una  obligación ajena, con cláusula de garantía general o sin ella; el que da bienes  en prenda para garantizar obligaciones de terceros; el aceptante o cualquiera de  los obligados al pago de un documento en cobranza endosado en garantía a la  institución financiera en resguardo de una obligación contraída por otra  persona; etc.

Tampoco se considera deudor directo o indirecto, al banco emisor de una carta de  crédito de exportación por el solo hecho de que el banco situado en Chile  confirme dicho documento. Tales confirmaciones, entre la fecha en que se  otorguen y la fecha de negociación de las respectivas cartas de crédito, no  están afectas, por lo tanto, a los límites de crédito de que trata el artículo  84 de la Ley General de Bancos.

Por otra parte, no se considera deudor directo ni indirecto al banco del  exterior emisor de una carta de crédito que tenga por objeto garantizar  obligaciones de terceros, siempre que se cumplan las condiciones establecidas en  la letra d) del N°1 del artículo 84 de la Ley General de Bancos.

4.2.- Documentos adquiridos o descontados.

Los emisores de valores mobiliarios de renta fija y los suscriptores o  aceptantes de efectos de comercio adquiridos o descontados por la institución,  son siempre deudores de ella por tales instrumentos y tienen la calidad de  deudores directos cuando dichos documentos son cedidos sin responsabilidad del  vendedor.

En el caso de documentos nominativos o a la orden que hayan sido cedidos o  endosados a la institución financiera con la responsabilidad de un tercero, se  considerará deudor directo al cedente o endosante, mientras que los demás  obligados al pago pasarán a tener la calidad de deudores indirectos.

Capítulo 12-3
Pág. 11 a

En todo caso, si la institución financiera adquiere en forma masiva documentos  representativos de crédito de dinero, el cedente debe considerarse deudor  directo, aun cuando los endosos se hayan efectuado sin responsabilidad, si  ocurre alguna de las siguientes circunstancias:

a) La institución financiera no efectúe una calificación de cada uno de los  deudores de los créditos comprendidos en la cesión.

b) El cedente se encargue, directamente o a través de un tercero, de la cobranza  de los créditos cedidos. Sin embargo, no se considerará al cedente como deudor  directo por esta sola circunstancia, cuando el encargo de cobranza hecho a él o  a un tercero, contemple condiciones que aseguren a la institución financiera  cesionaria un irrestricto control sobre la gestión y resultado de la cobranza y  la oportuna entrega de los importes recaudados, de modo que la administración de  la cobranza sea semejante a la que ejercería ella misma.

c) Se establezca alguna condición que garantice la recuperación total o parcial de los créditos o la sustitución por otros documentos, en caso de morosidad u  otras circunstancias. No obstante, no será motivo para calificar al ceden  te  como deudor directo, el hecho que se convenga que la institución financiera  retenga una parte del precio pagado por la adquisición de los créditos de que se  trate, para responder de aquellos créditos adquiridos que resulten impagos,  siempre que la retención del importe correspondiente se haga al momento de pagar  el precio de los créditos adquiridos, que dicho importe no exceda del 10% del  precio total pagado por los créditos en cada oportunidad, y que estos recursos  se mantengan depositados a favor del cedente, con instrucciones de éste de pagar  con cargo al mismo, los créditos que de esa adquisición resulten impagos. Una  vez vencido el último de los documentos de la adquisición a que corresponda la  retención, el importe sobrante que quedare de ésta será entregado al cedente, no  siendo procedente dejarlo en depósito para responder de otras compras de  cartera.