PROCLAMA.

    EL DIRECTOR SUPREMO A LOS HABITANTES DE SANTIAGO.
    Ciudadanos: cuando yo no hubiera dado tantas pruebas públicas de imparcialidad y desinteres; el conocimiento íntimo de las personas que se acercan a mí, bastaría para comprobarlos. Mis primeros pasos al ocupar el Gobierno han sido una declaracion de hecho, de que en mí no existen personalidades, predilecciones, ni aceptacion de personas; y que los chilenos son para mí una gran familia, de donde indistintamente he ocupado al apto y virtuoso para destinarlo el servicio de la Patria.
    Está próxima la eleccion de Diputados al Congreso jeneral. Acaso ha habido temerarios que hayan expresado me será grata la eleccion de determinadas personas. Se han esparcido listas y proclamas impresas por manos desconocidas, y quizá la impresion de tal clase de papeles hará creer a los incautos que el Gobierno se mescla en este negocio. Estoi persuadido que el pueblo me hace justicia; pero entre tanto mi deber y mi honor me obligan a declarar solemnemente, que solo aspiro a que los Chilenos mediten sobre su suerte futura fijándose en los ciudadanos mas idóneos; y que si algun interes tengo, es que se sofoquen los partidos; y que así como el bien de la Patria es uno, una sea la voluntad que contribuya a conseguirlo. Si alguna recomendacion tienen para con vosotros mis servicios, pido en recompensa de ellos, que el dia de la eleccion sea el de mayor órden en Santiago, y que a nuestros vecinos, a los extranjeros que habitan entre nosotros, y a nuestros hijos, demos un ejemplo digno del buen juicio y moderacion Chilena: que no se perturbe la tranquilidad pública: que el que se atreviese a indicar que el Gobierno tiene especial decision por alguna persona, sea inmediatamente denunciado para su castigo como lo ordeno; y que el deber imprescindible de sostener el órden que me impone mi cargo, y que cumpliré a toda costa, quede solo en pura vigilancia, porque no me deis lugar, sino a admirar vuestra conducta.
    Chilenos: mis aspiraciones son por fortuna mia bastante conocidas. Logré la mitad, que era coadyuvar a la libertad del pais. Confío en vosotros que él se verá constituido, reuniendo tranquilamente el Congreso tan deseado. He aquí el lleno de mis deseos, y cuando otros funcionarios públicos expresan con palabras su desprendimiento del mando, yo os prometo acreditarlo con hechos.
    Santiago, 5 de Julio de 1823.- FREIRE.- Egaña.