EXTRACTO DE RESOLUCION
    Por resolución exenta No. 1.680 de fecha 15.09.87 se dispuso la publicación del siguiente extracto: En Santiago de Chile, con fecha 11 de junio, 24 de agosto y 09 de septiembre de 1987 ante el Notario Público de la trigésima tercera Notaría, Dn. Iván Torrealba Acevedo se otorgaron Escrituras de Constitución del partido político denominado "Socialista Chileno", cuya sigla es "P.S."; su lema, "Socialismo tarea de todos" y su símbolo es una sudamérica en blanco, con fondo rojo y un hacha araucana en su centro también de color rojo, teniendo en sus costados las letras P y S rodeado de un círculo blanco. La Directiva Central Provisional está constituida por Juan Carlos Moraga Duque, Presidente; Hugo Coloma Acuña, Vice Presidente; Ximena Orrego Montes, Secretaria; Willibardo J. Arratia Fábrega, Tesorero, Miguel Pizarro Olivares, Director; Juan Farías Hormazábal, Director; y Ricardo Fernández Sanhueza, Director. El Tribunal Supremo Provisional está constituido por las siguientes personas: Gerald Smith Hesse Presidente; Víctor Labarca Villarroel, Vice Presidente, Félix Espinosa León, Secretario. El domicilio común de la Directiva Central Provisional es calle Huérfanos 1373 de Santiago. En caso de fallecimiento, renuncia, imposibilidad definitiva o transitoria de miembros de la Directiva Central Provisional y del Tribunal Supremo Provisional, antes de la inscripción del partido, serán reemplazados o subrogados por las personas que la Directiva Central Provisional designe por mayoría de votos. La Declaración de Principios es la siguiente: El Partido Socialista es una asociación de personas compuesta por trabajadores de la ciudad y del campo, profesionales, en general, personas que laboran por un salario. Por intelectuales, pensionados, pequeños industriales y pequeños comerciantes que aceptan el socialismo como concepción del mundo y del hombre, y que su acción política está orientada en el reconocimiento de que el ser humano es el fundamento de toda la organización política, social, económica y cultural, que propicia la democracia como forma de gobierno y de Vi da, y que ésta es de su esencia, es decir, sin democracia, no hay socialismo. Reconoce también que es esencialmente humanista, o sea, la técnica de producción creada por el hombre debe estar íntegramente al servicio de sus necesidades, el progreso de la economía no puede ser considerado como objetivo final de sus esfuerzos, sino la base de su desarrollo cultural. A la actual realidad del hombre, mecanizado como simple elemento productor por las exigencias del utilitarismo capitalista, opone el socialismo su concepción del hombre integral, en la plenitud de sus atributos morales y de sus capacidades creadoras. El humanismo ha de eliminar la división de la sociedad en clases de intereses contrapuestos, y tiene un carácter integral. Rechaza todo régimen político que implique el propósito de reglamentar las conciencias conforme a cánones oficiales que siendo contrario a la dignidad del hombre, es también incompatible con el espíritu del socialismo. Los fueros de la conciencia personal, en lo que concierne a los sentimientos y a las ideas, así como a su expresión legítima, son tan inalienables para el socialismo como el derecho de las personas a designar libremente a sus representantes en la dirección de las actividades comunes. En relación con los problemas económicos y sociales, el partido socialista considera que se deben principalmente, al desempleo crónico y a la desigual repartición del ingreso nacional, propios del sistema capitalista. Como medio para llegar a una transformación del régimen capitalista, el partido propicia la socialización del poder económico, es decir la transformación de la propiedad privada de los instrumentos de producción que tienen un empleo de alcance social. El Partido Socialista considera que la socialización de la producción y el intercambio de la riqueza sólo podrán alcanzarse, sin menoscabo de los fines humanos del socialismo, sobre la base de las organizaciones sindicales y técnicas de los trabajadores. Sostiene también el Partido que la planificación técnica de la producción, la circulación y la distribución de la riqueza pueden liberar al hombre de la servidumbre económica, asegurándole su derecho a la vida por medio del trabajo, el acceso a todos los bienes de la cultura y el goce efectivo de las libertades humanas. Desaparecidas las diferencias mediante la socialización del poder económico, se hará posible una convivencia democrática real y no meramente formal. El Estado perderá sus atributos de poder sobre las personas para convertirse en el supremo coordinador de los procesos económicos - sociales. El Partido Socialista rechaza, por tanto, como esencialmente contrario al socialismo la concepción totalitaria del Estado, que implica una regimentación coercitiva de las conciencias individuales. La desaparición paulatina de las formas estatales de control político correlativa al desarrollo planificado del trabajo social, hará posible una verdadera democracia, es decir, una democracia orgánica en que los hombres, ciudadanos y productores, realizarán la integración de lo individual y lo colectivo, de la libertad y la necesidad. El Partido Socialista sustenta, en lo internacional, la política renovadora y democrática de los trabajadores, opuesta a toda forma de imperialismo y propicia a todo lo que facilite la cooperación pacífica de los pueblos. En las condiciones actuales y en el plano continental, el P.S. lucha por una pacífica y democrática convivencia internacional, ajena a toda forma de presión imperialista y opuesta a la existencia de regímenes dictatoriales y totalitarios. Para hacer posible este sistema de convivencia continental se hace necesario que los países latinoamericanos traten con las grandes potencias en un plano de igualdad y dignidad, para lo cual el Partido Socialista propugna la progresiva unificación latinoamericana, sobre bases progresistas y democráticas. El proceso de unificación latinoamericana, mirado con perspectiva, implica el desarrollo concertado de nuestros recursos económicos con miras a nuestra liberación del imperialismo. El presente extracto debe publicarse en virtud a lo dispuesto en el artículo 5° de la Ley Orgánica Constitucional de Partidos Políticos.-
    Santiago, 15 de septiembre de 1987.- Juan Ignacio García Rodríguez, Director.