Incrementa los salarios de los funcionarios municipales, al mismo tiempo que les otorga una serie de bonificaciones.
La normativa refleja un acuerdo alcanzado entre el gobierno y las asociaciones gremiales de empleados municipales, después de una huelga registrada en 2006.
Las nuevas disposiciones aumentan el sueldo base, extienden asignaciones a más funcionarios y otorgan una serie de bonos al personal municipal, de manera de ir asimilándolos, en forma paulatina, a la misma condición de los empleados fiscales.
Entre otros beneficios, se entrega una bonificación no imponible y otra adicional a los funcionarios de municipios ubicados en zonas extremas. La ley también deriva recursos al Fondo Común Municipal para destinarlos al pago de bonificaciones de retiro al personal que se acoge a jubilación.
La ley entrega un aporte fiscal a las municipalidades de ocho mil millones de pesos en 2007 y de ocho mil setecientos millones en 2008.