Investigación en partículas cósmicas y campos magnéticos en Chile, más allá de la posible detección de terremotos

 

El 18 de julio del presente se realizó en la sala Carlos Lorca de la Cámara de Diputados, en Valparaíso, la charla "Investigación en partículas cósmicas y campos magnéticos en Chile, más allá de la posible detección de terremotos", a cargo del doctor en física Enrique Cordaro, quien expuso su revolucionaria investigación que correlaciona variaciones del campo magnético terrestre con la ocurrencia de terremotos. La ponencia fue organizada por la Biblioteca del Congreso Nacional en el marco del Ciclo de Reflexiones Legislativas del año 2018, realizadas por el Portal Parlamentario, dependiente del Departamento de Servicios Legislativos y Documentales.

En la presentación, el profesor Cordaro explicó su estudio "Tasa de variación latitudinal de la rigidez del corte geomagnético en el margen convergente activo de Chile" publicado en marzo de 2018 en la revista científica Annales Geophysicae, donde el doctor en física junto a los investigadores Patricio Venegas, de la Universidad de Chile y David Laroze de la Universidad de Tarapacá, analizó el comportamiento del campo magnético en el hemisferio sur de la Tierra, descubriendo una relación entre las variaciones geomagnéticas y sismos ocurridos en los últimos años. “La protección que nos brinda el campo magnético de la Tierra contra las radiaciones del espacio está fuertemente relacionado con las placas tectónicas y con terremotos, y tenemos las mediciones para corroborarlo”.

Cordaro afirma que lo que llamó la atención de su equipo fue el estudio de la llamada anomalía magnética del Atlántico Sur, fenómeno que se extiende desde Chile a Zimbabue y que denota una drástica disminución en el campo magnético presente en la Tierra, aumentando la exposición de radiación espacial y que por lo tanto, obliga a los satélites a buscar otras rutas para no dañar sus componentes electrónicos.

Fue así como los investigadores, al interesarse por esta zona, decidieron estudiarla, encontrando que el campo magnético tuvo un comportamiento similar en terremotos como el de Sumatra en 2004, Maule en 2010, y Tohoku (Japón) en 2011 , sitios donde observaron cambios bruscos en el campo magnético cercano antes del terremoto y oscilaciones que finalizaban justo en el momento del evento. Esto permitió definir un tiempo de espera entre el cambio brusco y el término de la existencia de oscilaciones, siendo del orden de un mes para el terremoto en Chile.

De poder comprobar esta correlación, y repitiendo su patrón en otros terremotos, significaría poder contar con una herramienta para predecir con antelación la ocurrencia de sismos. Esto permitiría poder efectuar las evacuaciones o acciones preventivas, salvando vidas y material.

La tierra, un imán

En la charla dada por Cordaro, se explicó la función del campo magnético terrestre, la primera línea de defensa de nuestro planeta ante el bombardeo del denominado “viento solar”, una corriente de plasma expulsada por el Sol que viaja a través del Sistema Solar arrastrando su propio campo magnético.

La magnetósfera, la capa más exterior y extendida de la atmósfera terrestre, protege con su acción a la Tierra de la llegada de radiación y también de una parte de los rayos cósmicos, desviando las partículas cargadas hacia los polos magnéticos a través de mecanismos de reconexión electromagnética, lo que causa fenómenos como las auroras australes y boreales. “Si no fuese por esta capa, la vida en la Tierra probablemente no sería posible, o sería de forma muy diferente a como la conocemos”, expresó Cordaro.

El campo magnético del planeta también ayuda en la navegación humana y las migraciones de animales en las maneras que los científicos están comenzando a entender. Siglos de observación humana, así como el registro geológico, muestran cambios del campo dramáticamente en su fuerza y estructura a través del tiempo.

Fue en el año 1600 que William Gilbert, filósofo, astrónomo, y además médico personal de la reina Isabel I de Inglaterra y quien profundo estudio del magnetismo que le llevó a redactar, en 1600, los seis libros que constituyen "De Magnete, Magneticisque Corporibus, et de Magno Magnete Tellure" (Sobre el imán y los cuerpos magnéticos y sobre el gran imán la Tierra). Conocido como “De Magnete”, el que puede considerarse la primera gran obra de la física experimental.

Siglos más tarde, Walter Maurice Elsasser (1904–1991), físico estadounidense de origen alemán, sería el primero en sugerir que la rotación de la Tierra crea, en su núcleo de hierro fundido, lentos remolinos que giran de oeste a este, generando una corriente eléctrica.

Descansando sobre el caliente núcleo interior, el núcleo externo líquido se agita furioso como el agua sobre una sartén al fuego. El núcleo exterior sufre también "remolinos" generados por las fuerzas producidas por la rotación terrestre. Estos complejos movimientos generan el magnetismo de nuestro planeta a través de un proceso llamado "efecto dínamo". Es decir, puede considerarse a nuestro planeta un enorme imán.

Magnetómetros y falta de financiamiento

En su estudio de los campos magnéticos, el doctor Cordaro y su equipo se han valido de magnetómetros que él mismo construyó, consolidando la red de observatorios de radiación cósmica y geomagnetismo ubicados en las localidades de Putre, Los Cerrillos y la Antártica chilena. Fue en el Continente Blanco donde el doctor Enrique Cordaro vio un fenómeno extraño: estaba revisando las mayores alteraciones del campo magnético en las últimas décadas, cuando le pareció observar una correlación entre las oscilaciones y terremotos ocurridos poco tiempo después de ellas.

Sin embargo, y pese a la trascendencia que podría tener la continuidad de sus estudios de este fenómeno, actualmente éstos se encuentran sin financiamiento y falta de personal. "Tengo parado equipo de millones de euros por falta de personal para operarlo. Han despedido casi todo el equipo, pese a los logros que hemos tenido. Hemos postulado a concursos para financiar el programa pero no hemos tenido éxito", expresó Cordaro.

Enrique Cordaro es Físico de la Universidad de Chile, doctor en Física de la Universidad de Boloña (Italia) y Director de Observatorios de Radiación Cósmica y Geomagnetismo de la Universidad de Chile. La publicación donde se expuso una relación entre campos magnéticos y sismos fue profusamente reseñado en los medios de comunicación, tanto en Chile como en el extranjero.

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