En la Sala de Libros Raros y Valiosos de la Biblioteca del Congreso Nacional en Santiago se realizó la quinta y última "Mesa de Análisis" de 2015, instancias de diálogo y debate entre expertos del ámbito académico, social o científico y analistas de la BCN en torno a temas que están en la discusión legislativa. En este caso, se analizó el voto de los chilenos en el extranjero.
Los invitados fueron Julieta Suárez, Profesora Asistente y Doctora (Ph.D.) en Ciencia Política por la Universidad de Northwestern, y Miguel Ángel López, director adjunto del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Master y Doctor de la University of Essex, Inglaterra.
Como preámbulo, cabe recordar que la Ley N° 20.748 que regula el ejercicio del sufragio de los ciudadanos que se encuentran fuera del país, fue publicada en mayo de 2014 y mediante ésta se incorporó un inciso al artículo 13° de la Constitución Política, que faculta a los ciudadanos chilenos residentes en el extranjero a votar en las elecciones para Presidente de la República y en las primarias presidenciales que hagan los partidos o pactos electorales, dejando fuera las elecciones de senadores, diputados, alcaldes, concejales y consejeros regionales.
Adicionalmente, para facultar el ejercicio del derecho a voto de los chilenos en el extranjero era necesario normar el procedimiento de inscripción y los procesos de votación, se envió un proyecto de ley complementario (Boletín 10344-06), que regula el ejercicio del derecho a voto de los chilenos en el extranjero.
Para Julieta Suárez se avizoran desventajas prácticas que hay que resolver si el derecho a voto de chilenos en el extranjero se amplía a las elecciones locales, el cual considera como el paso lógico a dar. “Si se va a cambiar a un sistema proporcional se deberá tener en cuenta que al incorporar el voto de los chilenos en el extranjero, van a cambiar los registros, y por lo tanto, podrían existir desajustes en la representación en los universos de las elecciones locales. O por otro lado, abriría a la posibilidad de aumentar la proporción de representantes en el parlamento en cupos o distritos 'diaspóricos', compuesto por todos los chilenos y descendencia con derecho a voto que vive en el extranjero, lo que podría solucionar su representatividad”, opinó la experta, señalando que este cambio se ve complicado, dado que nuestro país aún no cuenta con reformas más básicas, como las “cuotas de género”.
Por su parte, Miguel Ángel López se manifestó partidario del voto por correo, dada la concentración de la población chilena en el exterior en ciertos núcleos aglutinadores, que podrían servir para recolectar la votación de la diáspora.
El experto también manifestó ciertas dudas respecto de la real coordinación posible entre el Registro Civil y el Servicio Electoral y, a su vez, con los consulados, recordando que en el proyecto en cuestión, el Cónsul se transforma en funcionario del SERVEL, dependiendo en este caso específico de esta repartición.
Asimismo, planteó su inquietud ante la posibilidad de que en una elección se solicite un recuento de votos en las mesas en el extranjero, ya que el proyecto sólo contempla que se conserven y envíen a Chile las actas. “Habría que normar para que se obligue a guardar los votos físicamente en los consulados, para evitar su inexistencia en caso de revisión”, dijo.
Finalmente, el Director de la BCN, Alfonso Pérez Guíñez, planteó la posibilidad de dar un salto en el formato de las votaciones admitiendo el sufragio electrónico, “lo que tecnológicamente es posible y seguro, pero quebraría los paradigmas tradicionales de civismo nacional, tan ligados al acto cívico de concurrir a los locales de votación”, dijo.
Según cifras de la Dirección para la Comunidad de Chilenos en el Exterior (DICOEX), cerca de 900 mil chilenos viven en el extranjero. De ellos, aproximadamente 450 mil están en condiciones de votar, de acuerdo a lo dispuesto por la Constitución.
El 92% de los chilenos que viven en el exterior se concentran en 15 países: Alemania, Argentina, Australia, Brasil, Bolivia, Canadá, Estados Unidos, España, Francia, Italia, México, Noruega, Suecia, Suiza y Venezuela. Argentina representa más del 40% de nuestra comunidad en el exterior.