Nosotros, el pueblo de Kazajstán, unidos por el destino histórico común, creamos el Estado en la tierra indígena kazaja, considerándonos amantes de la paz y la sociedad civil, dedicados a los ideales de libertad, igualdad y concordia, deseando ocupar un lugar digno en la comunidad mundial, realizando nuestra alta responsabilidad antes las generaciones presentes y futuras, partiendo de nuestro derecho soberano, aceptan esta Constitución.