El ejemplo neozelandés para el control de la calidad de la educación en Chile

El sistema educativo de Nueva Zelandia es reconocido como uno de los más exitosos a nivel mundial. El diputado Manuel Monsalve, miembro de la Comisión de Educación, Deportes y Recreación, nos habla de la adaptación de este modelo en Chile y de las etapas que aún faltan por implementarse.

El modelo neozelandés para la Calidad de al Educación

Buena parte del triunfo educativo de Nueva Zelandia se debe a su esquematizado sistema de control de calidad. Esta tarea cae en manos de la Education Review Office (ERO), un organismo nacional independiente que se encarga de evaluar y generar reportes en educación, cuidado de estudiantes y servicios relativos a la educación temprana.

El resultado de esta labor es utilizado por apoderados, profesores, administradores, directores y parlamentarios encargados de hacer las políticas públicas que regirán al sistema educativo.

La elaboración de los reportes se hace en base a revisiones estructuradas de los establecimientos educacionales cada tres años o menos, dependiendo de las evaluaciones anteriores de una institución. De tanto en tanto, estos estudios son dirigidos además a distintos grupos, ya sea por similitud geográfica o de género, por ejemplo.

Una de las políticas que más ha llamado la atención en la forma de trabajo establecida por ERO es su independencia de los organismos estatales. Su acción es contratada por el Ministerio de Educación de NZ y está autorizada además a publicar los resultados de su gestión sin discreción.

Los parámetros con que se miden los distintos ámbitos de la educación comienzan por una autoevaluación de los establecimientos. Tanto estudiantes, padres, administrativos y docentes de cada escuela, deben responder amplios cuestionarios que tienden a dar una idea de cómo y con qué eficiencia se desarrolla el currículum educativo. Dependiendo del resultado de esta autoevaluación, se determinan mejoramientos del plan educativo, los que luego son seguidos por los oficiales de ERO. Para tal efecto, esta agencia contrató a 150 profesores destacados en las aulas, quienes son los encargados de ver que las mejoras educacionales se lleven a efecto apropiadamente y de hacer reportes posteriores.

Su implementación en Chile

El símil de ERO en Chile, recaería en la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de la Educación. Uno de los personeros que está más informado sobre este proceso y sus parámetros neozelandeses, es el diputado Manuel Monsalve Benavides: “Los chilenos tendemos a copiar al sistema neozelandés. Ellos tienen una agencia de aseguramiento que va a los establecimientos, que también tienen que autoevaluarse, si están cumpliendo los estándares básicos de aprendizaje. Si no es así, les piden planes de mejoras, que tienen que ser validados por la oficina de aseguramiento que luego le hace un seguimiento”.

¿Cómo conoció el modelo de control de la calidad de la educación neozelandés?

Tuve la oportunidad en algún momento de mi vida de hablar con una de las personas que rige un área importante de la educación en Nueva Zelandia. Lo que hizo la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de la Educación en Nueva Zelandia (ERO), fue reclutar a los docentes más destacados en aula. Son ellos los que van al colegio a ver cómo están trabajando los profesores en los colegios. NZ hizo un panel de pares expertus que se encargan de revisar si los colegios están cumpliendo los planes de mejoras y las autoevaluaciones a las que se comprometen.

¿Qué efectividad tendría una réplica de esta medida en Chile?

Creo que surtiría efecto. De hecho, en el fondo, lo que estamos discutiendo ahora es si es que la Agencia de Aseguramiento de la Calidad va a contar con eso en Chile. Otra característica que tiene el modelo neozelandés respecto de los docentes, es que juega a lo que se denomina los modelamientos. No saca a los profesores del aula para irles a enseñar en una sala cerrada, sino que les lleva, entre comillas, un entrenador al aula donde están trabajando y les enseña ahí como se hace mejor la pedagogía.

¿Cómo se definió el modelo neozelandés para ejemplo del sistema chileno?

Hay que recordar que esta reforma que creó la Agencia de Aseguramiento de la Calidad en Chile se inició en el gobierno anterior. En esa perspectiva, si llamamos al gobierno de Michelle Bachelet social demócrata, lo más lógico era buscar experiencias que tuvieran cierta orientación similar en el marco político. Corea del Sur, Japón o Estados Unidos, tienen modelos menos enfocados a lo público. En el caso de los neozelandeses estaban orientados a lo público y además tenían muy buenos resultados.

¿Qué nos falta abarcar en la medición de la calidad de la educación en Chile respecto del modelo de Nueva Zelandia?

Hay que considerar que la educación es un proceso más sistémico, que no tiene que ver solo con los conocimientos adquiridos por el alumno, sino con su formación cívica, valórica, el liderazgo, el trabajo en equipo, su capacidad de adaptación. Aparte del SIMCE, en Chile se creó la Agencia de Aseguramiento de la Calidad y la Ley General de Educación estableció estándares mínimos del aprendizaje, una de las cosas que ha estado en discusión es cómo se mide la calidad, pero aún no hemos entrado en el tema de los indicadores y de la metodología.

¿Cuál es el mecanismo que se usa para medir la calidad de la educación hasta el momento?

Una forma que se ha utilizado como elemento central de medición es el conocimiento, es decir, cómo el alumno resuelve problemas o recuerda información. Lo que en el fondo miden las pruebas estandarizadas es la capacidad del alumno de retener la información que le ha traspasado el profesor. Pero no hay medición de otras competencias o habilidades que pudieran considerarse más blandas y que no tienen que ver necesariamente con resolver problemas matemáticos o de lenguaje o responder preguntas de historia, si no que son relativas a la habilidad de formar un equipo de trabajo, la capacidad de liderazgo, etc.

¿Existe algún avance importante en la aplicación del nuevo modelo al estilo neozelandés en Chile?

Teníamos resuelto el diseño, que era una Superintendencia, Agencia de Aseguramiento de la Calidad, luego venía una reforma de la institucionalidad que veía quién administraba los establecimientos educacionales. Hasta ahora hemos resuelto un tema estructural, pero está pendiente la institucionalidad de la educación, la carrera docente y el financiamiento. Estamos empezando a caminar, pero nos falta un trecho largo.