Cómo mejorar la eficiencia energética en las empresas chilenas: las lecciones japonesas

En el seminario sobre eficiencia energética, organizado por la oficina local de Jetro, se dieron a conocer las posibilidades para que la producción alimenticia de nuestro país logre ahorrar energía y, a la vez, reduzca sus costos. Asimismo, se explicaron las ventajas del sistema de energía de vapor para las industrias de alimentos.

La escasa eficiencia energética en empresas chilenas

Durante el mes de junio, un grupo de expertos de TLV –especialistas en sistema de vapor- realizaron una auditoría a empresas chilenas del sector alimenticio. Las principales conclusiones fueron que en nuestro país pocas plantas tienen un plan de ahorro energético, los caudalímetros en los lugares no son suficientes y que se necesita más apoyo gubernamental para implementar soluciones energéticas. A juicio de Thomas Straeten, ingeniero de TLV, los objetivos de la eficiencia energética son reducir el uso y costo de energía, reducir las emisiones de CO2, y dar más seguridad en las faenas de producción.

Asimismo, los expertos concluyeron que se utilizan pocos equipos y tecnologías de ahorro energético, como también que la recuperación del condensado y el economizador son comunes en Japón, pero no en nuestro país. Pese a ello, las oportunidades son muchas y deben ser apoyadas y financiadas por subsidios estatales.

Una de las empresas auditadas fue Ariztía. Héctor Soto, jefe de mantenimiento de la planta El Paico de esta firma agroindustrial, precisó que se requiere cambiar una cultura y que se debe convencer a las gerencias de la necesidad de implementar planes de ahorro energético. Además, enfatizó en que los técnicos chilenos no cuentan con un amplio conocimiento del sistema de vapor y que muchas veces no se hacen bien las instalaciones.

El modelo de eficiencia energética en Japón

Después de la crisis del petróleo en 1973, el país nipón se abocó a mejorar su capacidad energética a través de una serie de regulaciones. Actualmente, cada sector productor tiene obligaciones: en el rubro industrial –y dependiendo del tamaño de la fábrica- se debe contar con un gerente de energía, se debe elaborar un informe anual dirigido a las autoridades, como también explicitar los planes de mediano y largo plazo. Estas medidas operan para toda fábrica que consuma más de 1.500 toneladas de petróleo al año. De este modo, Japón ha mejorado su eficiencia energética en un 37% durante los últimos treinta años.

Para lograr estas mejoras, se propone un monitoreo a la empresa que –si bien no entrega beneficios inmediatos- proporciona un diagnóstico real; Kazuo Hayashi, experto de TLV, señala que se deben contar con subsidios gubernamentales para esta primera etapa.

Luego, se pasa a la fase de planificación de ahorro energético, la implementación de soluciones, concluyendo con la evaluación de las mejoras y la cuantificación del ahorro. Finalmente, se debe elaborar un plan para el año que sigue. Actualmente, la mayoría de las grandes empresas de Japón ya han aplicado este modelo.