Florence Colleoni “Todos los fenómenos meteorológicos extremos se alimentan de las cantidades extra de calor”

La presencia de Florence Colleoni en nuestro país es valiosa, ya que ha centrado su investigación en el pasado de la Antártica y su impacto en los cambios climáticos globales, tanto históricos como en el presente. Su línea de investigación aborda las implicaciones de estos cambios en diversos ecosistemas polares. Sus reflexiones, en la siguiente entrevista.

Evolución del cambio climático visto desde la Antártica

”Comencé mi carrera de investigación centrándome en las capas de hielo, desarrolladas durante la última glaciación, ya que me especializo en paleoclimatología y la reconstrucción de climas que han evolucionado desde el pasado, especialmente en zonas polares. Aunque inicié el estudio de las glaciaciones, hace diez años cambié mi enfoque hacia la evolución de los hielos antárticos en el pasado.

Esta investigación ofrece una perspectiva fascinante, ya que al analizar el pasado profundo se obtiene un contexto más amplio sobre el cambio climático actual y las proyecciones futuras a través de modelos matemáticos. Esto nos permite comprender mejor la situación climática actual y sus implicaciones.

Por ejemplo, en Italia aún existen dudas sobre si el cambio climático es provocado por actividades humanas. Sin embargo, al observar la variabilidad natural del clima en el último millón de años, podemos ver que la transición de una glaciación a un clima interglaciar, ligeramente más cálido que el actual, normalmente tomó alrededor de 10 mil años. Durante estos cambios, los niveles de CO2 aumentaron en 120 ppm, cantidad que actualmente hemos alcanzado en solo un siglo o dos, lo cual indica un cambio acelerado.

En las zonas polares, que actúan como termómetros del planeta y sus variaciones, el deshielo se está produciendo a un ritmo acelerado debido al calentamiento global. Este fenómeno tiene como consecuencia el aumento del nivel del mar a partir del derretimiento de glaciares terrestres y capas de hielo continentales, como Groenlandia y la Antártida, y el incremento de la absorción de calor en el océano al reducirse la cobertura de hielo marino.

Por eso es fundamental comprender cómo ha respondido la capa de hielo a aumentos de temperatura en el pasado para prever las posibles consecuencias en el sistema climático y en las zonas costeras debido a los cambios actuales en el clima terrestre”.

Cambios en el ecosistema antártico y su incidencia en fenómenos socioambientales

”La base de la circulación climática en la tierra es la distribución del calor a lo largo de la latitud. Y si cambiamos ese transporte de calor del polo al ecuador y del ecuador al polo, entonces cambiamos el clima de todos los continentes, en todas las latitudes. Así que cuando se trata de los témpanos, lo que se hace es añadir agua dulce al sistema, lo que produce que en áreas polares se congelará más rápido el agua de mar, pero creará un poco más de hielo marino localmente.

Y como tendremos un poco más de hielo marino localmente, se enfriará un poco el clima, pero es un efecto muy local.

Un segundo efecto es que normalmente cuando el hielo marino se rompe durante el verano o, a veces también ocurre durante el invierno, se abren algunos estanques dentro del hielo marino. Entonces el calor que está atrapado puede ser liberado a la atmósfera. Si se aumenta la cantidad de hielo marino en la superficie y la cantidad de calor que llega directamente a las capas, en lugar de ser liberado en diferentes latitudes, se acelera aún más el derretimiento.

Debido a esta liberación de agua dulce, también se interrumpe lo que llamamos la producción de agua del fondo que es la que alimenta la circulación termo alineada a escala global. Es la responsable de distribuir el calor de una atmósfera a las otras. Por ejemplo, la corriente del Golfo en el hemisferio norte, está realmente implicada en este tipo de proceso, porque es un agua caliente que fluye desde el Golfo de México hacia las latitudes altas del norte, pero en algún momento se hunde en el océano porque se vuelve muy fría y muy densa.

Si añadimos agua dulce hacia esta zona, donde esta masa de agua se está hundiendo cerca de Groenlandia, entonces simplemente se debilita y el flujo de esta masa es menos eficiente, por lo que trae menos calor a las altas latitudes. Esto significa inviernos más rigurosos en el hemisferio norte. Algo similar puede suceder con las corrientes del hemisferio sur.

Es decir, si el agua dulce está cerca de un sitio donde hay anegamiento, por ejemplo, o se rompe el calor, entonces se altera el clima regional y, por ende, local. Entonces, debido a que nos estamos calentando globalmente, el clima y la capa de hielo se están reduciendo. Así que absorbemos más calor año tras año. Lo que ocurre es que todos los fenómenos meteorológicos extremos, se alimentan de estas cantidades extra de calor, porque el calor es energía para cualquier fenómeno atmosférico.

Lo que hemos estado viendo en el Mediterráneo, una de las regiones que también se está calentando más rápido que el resto, es que cuanto más calor queda atrapado en el océano, más extremas son las tormentas. Entonces, durante la temporada de otoño e invierno las tormentas que hemos tenido en los últimos dos o tres años están causando muchos daños. Todas nuestras infraestructuras costeras están sufriendo grandes daños.

Tenemos lluvias más intensas porque la atmósfera es más cálida y contiene más vapor de agua. El calentamiento global y el deshielo de las capas de hielo están amplificando un poco la intensidad de nuestros fenómenos extremos. Cuando está seco, se hace todo más seco. Cuando es lluvioso, es particularmente húmedo. Esto es un fenómeno que estamos viendo en todas partes”.

Información extraída de las grandes masas de hielo

”Cuando se recuperan algunos núcleos de hielo, o algunos sedimentos en las regiones polares en el fondo del océano, efectivamente, cada capa que indica los cambios ambientales nos dice acerca de cómo el clima, la circulación oceánica y la circulación atmosférica han estado cambiando y evolucionando.

Gracias a esos archivos, pudimos comprender que ha habido muchos ciclos glaciares interglaciares, lo que significa que el hielo se ha expandido y también se ha reducido muchas veces en el pasado a un ritmo que variaba cada 40 mil años a cientos de miles de años. La duración de los ciclos glaciares ha ido cambiando en el pasado. Sin embargo, estamos hablando de escalas temporales de varias decenas de miles de años. Así que es mucho tiempo.

De todos modos, para crear este tipo de fluctuaciones climáticas, si lo comparamos con lo que hemos estado observando hoy, es definitivamente mucho menor. Así que ahora estamos modificando el sistema polar de una manera mucho más rápida de lo que lo haría el sistema natural, en realidad sobre una base climática. Y esto es lo que nos dicen los reportes. Otra cosa que esos reportes nos dicen es sobre el aumento del nivel del mar.

En el pasado, durante los ciclos glaciares, las capas de hielo se expandían y quitaban agua del océano, lo que causaba que el nivel del mar disminuyera. Cuando se derretían nuevamente, el nivel del mar aumentaba. A pesar de esto, generalmente estábamos por debajo del nivel del mar actual, excepto durante el pico de los periodos interglaciares. Esto significa que en el pasado, incluso con un ligero aumento de la temperatura en comparación con la actual, el nivel del mar subía, lo que indica que nuestras capas de hielo respondían a un calentamiento mínimo.

Por esta razón, existe cierta preocupación en la comunidad científica, ya que sabemos por registros pasados que el sistema es sensible. Si continuamos con las trayectorias de emisión actuales y alcanzamos un aumento de temperatura global de dos grados o 1.5 grados en comparación con la era preindustrial, no sería suficiente para preservar la mayor parte de la criosfera. Sabemos que con este nivel de calentamiento en el pasado, la mayoría de la criosfera podría derretirse y provocar un aumento del nivel del mar de cinco a diez metros”.

Protección ambiental de la Antártica

”El Tratado Antártico ha estado vigente desde la década de 1950 y ha sido ratificado por aproximadamente 57 países. Este tratado es crucial, ya que establece que la Antártida no puede ser explotada para recursos, sino que debe ser protegida como un continente dedicado a la paz, la ciencia y la cooperación.

Estos principios son fundamentales en el Tratado Antártico, que solo permite actividades científicas en la región. Actualmente, se busca preservar la biodiversidad en torno a la Antártica, con la creación de áreas marinas protegidas, como la existente en el Mar de Ross. Sin embargo, la ampliación de estas áreas requiere unanimidad entre los países firmantes, y países como China y Rusia suelen oponerse a estas decisiones.

A pesar de la prohibición de la pesca alrededor de la Antártica, el control de actividades ilegales en esta zona resulta complicado. Aunque se han llevado casos a los tribunales marítimos internacionales, la vigilancia y regulación continúan siendo desafíos.

En cuanto a la investigación científica en la Antártida, existe preocupación por la contaminación generada por las propias actividades de investigación. Se ha observado una mejora en la reducción de residuos y en la implementación de tecnologías más sostenibles en las bases científicas y rompehielos. independientemente de estos avances, se reconoce el impacto que la investigación tiene en el ecosistema antártico, por lo que se trabaja en su preservación y en la reducción de este impacto”.

Vea su presentación en la versión 2024 del Congreso Futuro, en el siguiente video:

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl