Gabriela Roldán: “En Canterbury se estudia la Antártica también desde las ciencias sociales”

El rol de la autoridad local en la promoción de la Antártica y la forma como Nueva Zelandia ha apoyado el desarrollo del turismo en el continente blanco, son algunos de los temas abordados por Gabriela Roldán, investigadora que desarrolla un trabajo de investigación sobre ciudades antárticas en nuestro país, con apoyo del Instituto Antartico Chileno (Inach). Su entrevista, a continuación.

Rol del municipio en la promoción de la Antártica

”Christchurch ha cambiado su estrategia con los años. Ahora la municipalidad tiene una oficina dedicada a tareas antárticas. Lo que hacen ahí es llevar a cabo la estrategia de la ciudad para mantenerse como una cuidad pertinente según el principio de Kaitiakitanga, que es esta conexión extrema entre el hombre y la tierra, que lo alberga, cuida y le da de comer, ello supone una actitud de respeto profundo.

Este principio se ha trasladado a la estrategia de la oficina antártica de Christchurch y desde ahí se lidera este tipo de actividades. Esta no es una oficina política, lo que hace es contactar personas para maximizar la oferta antártica que existe en la ciudad, pero también hace las veces de embajada de todos los científicos extranjeros que se dirigen al continente blanco. A veces nos fijamos mucho en lo político o económico, de cuántos son los beneficios que se obtienen de establecer una ciudad antártica y quizás no nos fijamos en la riqueza del intercambio cultural que se producen en estas ciudades.

Turismo neozelandés a la Antártica

”Nueva Zelandia por una cuestión política, que también está justificada por la falta de recursos en la infraestructura de transporte, no apoya ni fomenta el desarrollo de un turismo antártico. Hay un operador antártico neozelandés, obtiene permisos para llegar a la zona del Mar de Ross, que es el acceso inmediato que tienen y que coincide con el reclamo territorial de Nueva Zelandia en la Antártica, sin embargo ese es un lugar muy difícil de acceso porque por las condiciones climáticas, en general, está cerrado durante gran parte del año para ingresar por vía marítima.

Entonces esta compañía tiene una ventana para desarrollar el turimo marítimo antártico desde mediados de diciembre hasta los primeros días de febrero. Luego se complica se hace muy complicada la navegación cuando el hielo marino se comienza a cerrar. Nueva Zelandia no fomenta el turismo antártico porque, al igual que muchos países en el hemisferio sur, tiene una responsabilidad respecto de la seguridad y rescate en el océano austral o el mar antártico, que también lo tiene Chile, Argentina, Sudáfrica y Australia, además de Gran Bretaña a través de su reclamo soberano en las Islas Malvinas. Desde Nueva Zelandia no se fomenta el turismo pero tampoco se restringe, con lo cual se logra un turismo especializado que a la vez es muy caro.

Comparación con el caso chileno

Respecto del turismo antártico en general, la mayoría de las actividades se hace por vía marítima y se hacen hacia la Península Antártica porque es un lugar que permite descensos en lugares de atracción, como por ejemplo pingüineras o sitios que han tenido relevancia histórica, incluso de bellezas paisajísticas donde realizan actividades diversos operadores de turismo.

Desde Chile, particularmente de Punta Arenas, hay tres operadores de turismo antártico y los tres son bastante especializados porque están utilizando las características y capacidades de infraetsructura de transporte que tiene Chile y el acceso que Chile ofrece desde Punta Arenas a la Isla Rey Jorge a través del aire. Entonces a través de Aerovías DAP, Antártica 21 y otra empresa de capitales extranjeros que se llama Antarctic Logistic Expeditions (ALE), ellos acceden por vía áerea a la parte interna de la Antártica.

Hay incluso una modalidad que es volar desde Punta Arenas, se llega la Isla Rey Jorge y de ahí se toma el crucero. Con esto evitan pasar el pasaje Drake que a mucha gente le asusta y además son dos días de navegación que se ahorran que, cuando estamos mirando al turismo de aventura y al turismo internacional, estos días menos permite más días de trabajo y que más personas puedan adquirir los paquetes, ya que con solo 10 días se puede ir. Entiendo que son programas muy caros, porque hay mucha demanda.

Enfoque neozelandés de la Antártica desde las ciencias sociales

En la Universidad de Canterbury estoy trabajando en el Gateway Antarctica que es un centro especializado de estudios de investigaciones antárticas. Dentro de este centro tenemos un grupo internacional y multidisciplinario que trabaja temas antárticos, con lo cual esto te nutre muchísimo. Dentro de las ciencias sociales hay gente que está haciendo humanidades, otros glaciología, biología marina, geología. Tenemos un grupo humano muy interesante con el cual día a día estamos aprendiendo unos de otros.

A su vez la Universidad de Canterbury ofrece distintas alternativas para estudiantes de pregrado, incluso los temas antárticos se ofrecen en todas las carreras. Se ofrecen créditos para que acumular y obtener diplomas de grado. De tal manera, la Antártica se puede ver desde el primer grado hasta cursos de postgrado. Más aún, hay un curso muy interesante que se llama Postgraduate Certificate in Antarctic Studies, que es un título de grado para profesionales de cualquier disciplina, no tiene que ver con alguna en específico. Se puede hacer un curso intensivo de verano de 14 semanas y parte del curso es que se está expuesto a especialistas de todas las disciplinas habidas, incluso arte, cultura, política, filosofía, etc. Luego culmina con un viaje a la Antártica, como un científico más de la expedición antártica nacional, que son solo 16 alumnos por año.

Tengo la suerte de trabajar con una persona que está muy involucrado con las ciencias sociales y tenemos un grupo donde además abordamos las humanidades antárticas que está amparado bajo el Scientific Committee on Antarctic Research (SCAR). Ahí promovemos los estudios sobre varios temas, uno de ellos es la relación de la Antártica con el otro polo.