Intercambio universitario en Japón: La experiencia de Alain Hourton

Intrigado por su gran desarrollo, a pesar de la escasez de recursos y pequeña superficie habitable, llevaron a Alain Hourton a irse de intercambio a Japón para conocer in situ esta realidad. Si bien el idioma le era relativamente familiar -lo estudiaba desde que estaba en el colegio- esta experiencia le abrió perspectivas inesperadas. Acá su historia.

"Llegué a Narita, Tokyo, sin embargo mi destino era Kyoto. El intercambio empezaba cuando terminaron las pruebas entonces no pude preparar mucho el tema de la llegada, así que me lancé sin saber nada. Lo primero que recuerdo es llegar a Tokyo station y toda la gente corriendo con mascarillas, pensé que algo había pasado pero así son los japoneses, estresados y siempre con mascarillas. En momentos en que la gripe aviar estaba en su punto más crítico toda la gente usaba mascarilla, en el metro, la calle, la universidad, era impresionante digno de película de terror, yo nunca pude usar una así que la gente arrancaba de mi".

"Es diferente. Fui a Japón a estudiar japonés entonces mis clases eran con otros alumnos de intercambio, y las clases que tomé con alumnos japoneses eran en inglés. Para los japoneses es súper difícil aprender inglés porque no tienen la base latina en el idioma, la gramática y las palabras son totalmente diferentes entonces esa clase tampoco puede ser objeto de comparación. Quizás lo que vi es que son muy estructurados, mucho de lo que les enseñan es memorizar, a veces hay poca crítica de parte de ellos, hay muchísimo respeto por los profesores, por los alumnos más antiguos o sempais, eso es muy interesante, quizás el tema confuciano les influya. Nunca vi que nadie contradijera al profesor y siempre el idioma es lo más correcto y formal posible".

"En Japón, el lugar dónde estudias es muy importante para poder conseguir trabajo después. Ellos participan en una especie de ferias de trabajo, como job hunting, en japonés es 就職活動. Para ellos es como una segunda PSU. Un año antes de terminar la universidad comienzan este proceso en el que mediante pruebas, entrevistas, más pruebas y más entrevistas son seleccionados para trabajar en las diferentes empresas de Japón. Es interesante que da lo mismo la carrera que se estudie, un alumno de literatura puede perfectamente trabajar en un banco, esto es debido que al entrar a la empresa se les capacita en su trabajo, parten desde abajo haciendo cosas sin ninguna importancia y poco a poco van adquiriendo más responsabilidades. Es un proceso muy muy estresante, como casi todo en Japón. Desde el quiebre de la burbuja a finales de los 90 los trabajos ya no son tan seguros como antes, en que uno conservaba el mismo trabajo por toda la vida, esto hace más difícil todo.

Mi opinión de los estudiantes japoneses es que llevan una cantidad inmensa de estrés por todo este sistema, aunque según otros amigos extranjeros, la universidad no es difícil en sí, el proceso de entrada es complicado, hay mil universidades en Japón, pero no todas son reconocidas, esto sumado al job hunting genera que sus vidas sean muy difíciles".

"Me encantaría trabajar en el servicio público ten temas de cooperación con Asia o en la empresa privada generando oportunidades de negocios, tuve la oportunidad de ir a China y aluciné con Shanghai. Además facilitando más lazos culturales ya que poco sabemos unos de los otros. Japón es una fuente inagotable de conocimientos, cultura, tecnología y no está del todo aprovechada, además Japón es nuestro tercer socio económico y tiene la ventaja de que no sólo el cobre es importante como exportación. En todas partes vi vinos chilenos, lo que siempre me generaba cierto orgullo y alegría".