Japón experimentará con biocarburantes derivados del arroz

El ministerio de agricultura japonés anunció un proyecto para producir combustible derivado de las partes no comestibles del arroz, el alimento más consumido de ese país. Motivos sobran, disminuir su dependencia energética al petróleo y la energía nuclear y evitar que el precio de los alimentos se dispare.

Verduras a precios cada vez más altos, debido a las heladas, y la intermitencia en el suministro de gas natural argentino, son dos agentes de estrés que vivimos los chilenos, si cruzamos el Pacífico en dirección noreste vemos que en un lugar tan diferente como Japón ya están tomando cartas en el asunto para frenar dicho problema.

El terremoto de 6,8 grados que afectó a la más grande central nuclear de Japón reavivó la discusión respecto a la seguridad del uso de este tipo de energía y dio una nueva razón para los defensores del etanol y lo biocombustibles de incentivar su uso. Según las últimas informaciones de la tierra del sol naciente, el arroz puede convertirse en una nueva fuente energética.

La fuente gubernamental indicó que ya se poseen las tecnologías para fabricar etanol a partir de pajas de arroz. "Si logramos fabricar biocarburantes a partir de las partes no comestibles de las cosechas, este mercado no representará una competencia para los productos alimenticios," dijo Eiichiro Kitamura, encargado del proyecto.

Resultados probados

Según un informe del año pasado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) En el campo energético, una de las naciones que con mayor éxito utiliza los biocombustibles es Brasil, que pasó de ser un país 100% importador de petróleo (en la década de los 70’) a sólo utilizar un 20 de dicho material, gracias al etanol, derivado de la caña de azúcar y con costos no sólo menores, sino que menos contaminantes.