Latinoamérica aún no mira a Asia

Mientras el “made in china” se hace cada vez más frecuente en cualquier artículo que compremos, el rival histórico del país del dragón, la India, se hace presente exportando servicios al mundo, a través de sistemas de atención al cliente o asesorías financieras. Estas estrategias han convertido a ambas naciones en el pilar de la economía internacional. Pero pareciera que en Latinoamérica aún no se está completamente consciente de las oportunidades que ofrece esa región.

Esa es una de las conclusiones del informe de los investigadores de la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (Cepal), Osvaldo Rosales y Mikio Kuruyama, al que titularon “América Latina al encuentro de China e India: perspectivas y desafíos en comercio e inversión”.

En dicho documento se menciona que la obsesión con Europa y Estados Unidos hace que los países de América Latina y el Caribe no se fijen en la oportunidad de India y China, que crecen a cifras sorprendentes y están demandando gran cantidad de recursos naturales para sus industrias.

Pero la situación es variada en la región. El caso de México es paradigmático, pues muchas empresas norteamericanas que se habían instalado en su territorio ahora se dirigen a China o la India, a la vez que su balanza comercial es claramente negativa, es decir, que sus compras al Asia son mayores que sus ventas. Por el lado contrario, se señala que Chile y su estrategia de Tratados de Libre Comercio, que si bien incluyen a las potencias occidentales en la actualidad se ha centrado en los países del Asia Pacífico, le han permitido establecer fuertes vínculos que lo ayudan en su crecimiento.

Por lo mismo, Centroamérica y el Caribe son los que menos relaciones comerciales poseen con oriente, mientras Sudamérica si posee estrategias para aprovechar estos gigantes mercados.

Rosales y Kuruyama señalan que es vital que Latinoamérica se inserte en las necesidades de las potencias compradoras de recursos y así ganar todo el potencial que en ellas se desarrolla. Por un lado tenemos a China que se enfoca en comprar recursos naturales y en vender productos manufacturados, el eslabón obvio de Latinoamérica aquí es formar alianzas y conseguir contratos a largo plazo, para suministrar los commodities, explican.

Lo anterior deriva en que nuestro región debe hacerse parte integral del enriquecimiento de la cadena de valor internacional, es decir, en donde en cada etapa de desarrollo de un producto obtiene valor agregado, y lo que es más importante, está valorización puede venir del país que lo genera o de un tercer participante. Los Latinoamericanos pueden contribuir en la red mundial de la fabricación de partes y piezas o en servicios para los negocios mundiales, señalan en el informe.

Ambos autores indican que de todos los países del Asia son India y China los que mayor pesó están alcanzando, tanto por el volumen de sus mercados como por su espectacular crecimiento basado en las exportaciones. No por nada estas dos naciones explican poco menos de un tercio del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, vale decir, aportan enormemente al alza de los mercados internacionales proveyendo productos y servicios a todo el mundo.