Latinoamérica y Asia-Pacífico deben profundizar relaciones comerciales

Por Enrique Ahumada Benítez

Las relaciones económicas entre Latinoamérica y el Caribe fue uno de los temas centrales abordados durante una cumbre empresarial llevada a cabo entre el 21 y el 23 de octubre del 2008, en la ciudad de Harbin, provincia de Heilongjiang, en China, la que fue reseñada por Cepal, quien concluyó la urgencia de profundizar las relaciones comerciales entre amas regiones.

Estas y otras apreciaciones de La Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sobre el encuentro fueron presentadas en el informe “Las relaciones económicas y comerciales entre América Latina y Asia-Pacífico: el vínculo con China”.

Si bien el documento se centró en los intercambios entre China y la región de Latinoamérica y el Caribe, las relaciones con el resto de las naciones del Asia Pacífico fueron también analizadas, enfocándose en las sugerencias para lograr los objetivos de más comercio e inversiones bilaterales.

La actual situación

De esta manera, CEPAL parte asegurando que las actividades comerciales y de inversión entre estas regiones se han recuperado tras la crisis asiática y continúan expandiéndose, debido principalmente a al crecimiento de China, pero aún así esta relación sigue siendo débil, observándose una escasa diversificación del comercio. Es más, asegura que el Asia Pacífico es un mercado sin explotar por parte de las economías latinoamericanas y caribeñas, por lo que señala que “las autoridades de América Latina y el Caribe deberían redoblar los esfuerzos para identificar y aprovechar las nuevas oportunidades y ampliar las potenciales complementariedades de sus países”.

De hecho, Cepal comenta que hasta ahora el diálogo político de alto nivel ha sido insuficiente para llevar a la práctica planes y programas dirigidos al fortalecimiento de los lazos económicos, políticos y culturales entre ambas regiones, puesto que no existe suficiente conciencia acerca de la importancia del comercio y la inversión birregional.

Los países de Asia-Pacífico, son protagonistas mundiales en el mercado de bienes con uso intensivo de tecnología y en sectores con uso intensivo de mano de obra, como el calzado, los textiles y la vestimenta y algunos segmentos de productos electrónicos, de los que toda América es un destino de esas exportaciones.

Pero, mientras esas importaciones provenientes de la región de Asia-Pacífico consisten en manufacturas, las exportaciones de América Latina y el Caribe se componen principalmente de productos básicos. Si bien representan un porcentaje cada vez más elevado de las exportaciones intrarregionales en América Latina y el Caribe, las exportaciones al Asia-Pacífico muestran una tendencia opuesta. Los envíos de alimentos, minerales y metales aumentaron como proporción del total de exportaciones a la región de Asia-Pacífico, lo que refleja las ventajas comparativas de la región y el potencial de esos mercados.

Aunque el informe aclara que no todo es negativo, puesto que América Latina y el Caribe están comenzando a exportar una gama de productos más diversificada a Asia-Pacífico; la lista incluye varios ítems nuevos, como productos de la pesca, carne de cerdo y manufacturas de alta tecnología, incluidos microcircuitos electrónicos, equipos de telecomunicaciones y máquinas para el procesamiento de datos. Esto demostraría una integración regional, aunque de manera esporádica, a las amplias redes de cadenas de suministro que predominan en la región de Asia-Pacífico, eso mientras que Australia, Nueva Zelandia y Singapur, también están empezando a incursionar en el comercio intraindustrial con la región.


El camino a seguir

De acuerdo a Cepal las empresas de América Latina y el Caribe deben adoptar las medidas necesarias para ingresar a las cadenas de suministro asiáticas mediante la formación de alianzas comerciales y de inversión y la firma de acuerdos comerciales, a fin de lograr nuevos accesos a estos mercados y sumarse a las cadenas de exportación y producción de Asia.

Por lo tanto, los esfuerzos destinados a profundizar las relaciones comerciales y las inversiones con Asia-Pacífico deben buscar promover una inversión extranjera directa relacionada con la búsqueda de la eficiencia en América Latina y el Caribe, pero también debe enfrentar los inconvenientes de la inversión vinculada a la búsqueda de nuevos mercados, que suelen repercutir en la economía en general y en el sector de las exportaciones en particular.

Cepal enfatiza que con tal fin, debe enfrentarse el desafío de intensificar el comercio mejorando tanto el proceso de producción como la logística comercial, el transporte marítimo y aéreo y la comercialización y distribución en el mercado de consumo final. Una sugerencia presentada es aplicar los adelantos en el área de la biotecnología a la agricultura, la minería, la silvicultura y la pesca, pero también a inversiones en los sectores de infraestructura y energía, cuyo financiamiento puede venir del Asia Pacífico.

Una trataba a estos procesos es la ausencia de redes de empresas bien establecidas, ya sea de grandes firmas o de Pymes, lo que obstaculiza la generación de alianzas estratégicas y de asociación.  Contra esto también conspira las dificultades para la creación de empresas y los riesgos que ese clima contrario al emprendimiento suponen para los inversionistas individuales pueden actuar como barrera, al igual que sucede la infraestructura inadecuada, como la falta de buenos sistemas de transporte. De acuerdo al informe, “la solución de estos inconvenientes sin duda mejoraría la inversión y el comercio birregional”.

Como ejemplo de las medidas a adoptar en este sentido, se cita a Chile, México y Perú, señalando que deberían desempeñar un papel clave en la coordinación de posiciones y trabajar juntos en distintos frentes, no sólo en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) sino también en otros esquemas de integración intrarregional. Es más, se señala que el APEC es clave en este procesos de aumento de relaciones comerciales, especialmente con la posibilidad de crear un área de libre comercio de Asia-Pacífico (FTAAP) que podría incluir a otros países de América Latina, además de los tres que ya son miembros del Foro (Chile, México y Perú).

Otra posibilidad que se cita, es la ampliación del Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica Estratégica (P-4), firmado entre Chile, Australia, Brunei Darussalam, Nueva Zelandia y Singapur, para que se unan otras naciones como Colombia, México, Perú y Tailandia.

Por tanto, Cepal, ve en los acuerdos y asociaciones con el Asia Pacífico, la oportunidad para los países de América Latina y el Caribe logren crear mayores vínculos y obtengan financiamiento e inversión para ampliar su comercio más allá de los envíos de materias primas.