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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Manfred Wilhelmy y sus conclusiones respecto del X seminario internacional de estudios coreanos

31 octubre 2018

Fue moderador del panel “Experiencia alemana, ¿un aporte a la unificación coreana?” donde participó Matthias Middell, académico de la Universidad de Leipzig, Alemania, con su exposición sobre el caso germano, las migraciones y complicaciones después de finalizar la Segunda Guerra Mundial.

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La décima versión del Seminario Internacional de Estudios Coreanos (SIEC) se llevó a cabo entre los días 17 y 18 de octubre de 2018. Organizado por la Universidad Católica de Chile tuvo como tema principal la evolución histórica, política y económica de las dos Coreas desde 1948. Algunas conclusiones sobre el panel dedicado la unificación tuvo Manfred Wilhelmy, director ejecutivo del CEAL PUCV. Su análisis comparado, en la siguiente entrevista.

Evaluación del Seminario Internacional de Estudios Coreanos

“Fue la décima reunión de una serie de seminarios internacionales. Estamos en presencia de un trabajo muy consolidado, que ha logrado un gran nivel de convocatoria, además de mesas con calidad muy notable. Considero que esto podría ser un modelo, incluso para actividades relativas a otros países de la región Asia Pacífico. El hecho que haya convocado a profesores de la Universidad de Londres, de Michigan, de Leipzig, o la Universidad Autónoma de México, es realmente admirable. Creo que este evento es un verdadero modelo de encuentros académicos a considerar, porque además de realizarse todos los años produce publicaciones muy interesantes”.

Posible re unificación en la península coreana y la experiencia alemana

”Como Corea tiene una enorme agenda e interrogantes pendientes, la mirada de futuro es indispensable. Los coreanos han visto el caso alemán con mucha atención y aquí se tuvo la buena idea y la posibilidad concreta de traer a Matthias Middell, historiador de la Universidad de Leipzig, para que haga una clase magistral sobre ese caso verdaderamente emblemático. Las diferencias, es verdad, son muy grandes, pero eso no le quita relevancia a la reflexión. La unificación entre Estados divididos es una empresa política de enorme envergadura y los alemanes la han vivido, de hecho es un proceso que todavía se siente. Aún 30 años después de la unificación, no está 100 por ciento lograda, hay desafíos en niveles importantes”.

Qué aprender de otras experiencias

”La unificación alemana se alcanzó en la práctica por un colapso de la parte comparativamente menos desarrollada, que era la República Democrática Alemana (RDA) que estaba en el bloque soviético. Prácticamente colapsó, entonces fue la República Federal la que los convirtió en nuevos estados de la Federación, es decir, no hubo un cambio de identidad. La identidad estatal alemana se mantuvo a través de la República Federal que sumó el número de Estados que la integran. Distinto sería el caso de una unificación por negociación. Eso se ha considerado en Corea, que sería el camino ideal, porque una unificación por colapso de una de las partes es algo más traumático. La tercera vía, que todos quieren evitar, es una unificación por el uso de la fuerza. Una parte en guerra con la otra, la aplasta y la absorbe por incorporación de la parte aplastada, también hay un colapso, pero no es pacífico como en la RDA sino violento. Ese escenario no lo quiere nadie”.

Complejidad del caso coreano

”Evidentemente es más complejo, aunque el profesor alemán no hizo paralelos, los hice yo desde la moderación. No planteé semejanzas ni diferencias, solo se mantuvo en el caso alemán. Realicé el comentario de que el nivel de hostilidad entre las partes es mucho mayor en el caso coreano de lo que fue en el caso alemán. Ha habido una cantidad de incidentes militares, ha habido atentados a personas en 1973, durante un viaje del que era presidente de Corea del Sur donde murieron más de 20 personas. Nada de eso ocurrió entre las dos Alemania, donde lo más violento fue la caída del muro de Berlín. Hubo una acción pero por parte de la Unión Soviética de bloquear la ciudad de Berlín, que obligó a Estados Unidos a tender un puente aéreo para saltárselo.

Sin embargo, hay más acciones entre las Coreas, por ejemplo cuando Corea del Norte hundió una corveta de la Armada de Corea del Sur, que dejó a muchos marinos muertos. Entonces es una situación mucho más crítica y más tensa que se complica aún más, sin consideramos el factor nuclear. Ahí la diferencia en el nivel socioeconómico es mucho mayor. En el caso alemán, la diferencia ha sido relevante y 30 años después todavía no ha desaparecido por completo. En el caso coreano, la diferencia es muchísimo más profunda, lo cual hace pensar que el costo de una re unificación eventual podría ser muchísimo mayor.

Términos y condiciones para una eventual negociación pacífica

“Sería una negociación extraordinariamente problemática porque aquí cabe la pregunta de cuál es el incentivo para una dinastía familiar que gobierna un país comunista deje de gozar del poder absoluto y los privilegios que tienen. Otra pregunta es cómo encontramos un camino que a ellos les haga considerar qué es bueno, no solo para ellos sino para el país. Mientras no lo vean así no van a soltar el control que tienen, porque también hay muchos crímenes de por medio. Me pregunto si estarán dispuestos a que el día de mañana los vayan a juzgar por aquello. Entonces la negociación no es llegar y sentarse.

Podríamos pensar que en primer lugar se logra la distención, la creación de condiciones mínimas de confianza, y luego mirar los términos. A lo mejor podría pensarse a futuro que, despejado el factor nuclear se podría comenzar a una suerte de confederación, estrechar lazos de cooperación, etc. Hay algunos que piensan que al empresariado de Corea del Sur les convendría que esto se demore bastante para hacer inversiones y gozar del bajo nivel de salarios para fortalecer su posición competitiva. Esto es muy difícil de saber si realmente podría ocurrir o no. Es difícil pensar que es llegar y sentarse a negociar, además que China, Estados Unidos y Rusia, cada uno va a querer las garantías de que sus intereses no se vean afectados. Estamos en presencia de muchas incógnitas.


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