El modelo australiano para mitigar los efectos negativos de las heladas en la agricultura

Producto de las recientes heladas que han afectado a la zona central de nuestro país, el Ministerio de Hacienda adoptó medidas para congelar transitoriamente el pago de contribuciones a los agricultores de las regiones afectadas. Esta forma de mitigar el efecto de las heladas en los cultivos se diferencia de las medidas adoptadas en Australia cuyo centro es la prevención de las consecuencias adversas del cambio climático.

Trabajo en conjunto entre Ministerio de Agricultura y metereología

Debido a que Australia es uno de los países con mayor vulnerabilidad a los cambios climáticos que afectan a sus regiones agrícolas exportadoras y éstas a su vez inciden en sus mercados, la Oficina de Meteorología de Australia en conjunto con la Organización Científica de Investigación Industrial de la Commonwealth (Csiro) se encarga de producir las proyecciones de cambio climático.

Las proyecciones son construidas en base a un modelo predictivo de cambio climático, utilizando medidas hipotéticas, proyectadas año a año en una línea de tiempo que supera los 40 años. Este modelo es analizado en base a variables económicas como viabilidad y retorno financiero.

De esta manera, la predicción del clima se realiza en un período amplio, identificando los períodos críticos en cuanto a presencia intensiva de heladas, sequías, lluvias o altas temperaturas. En la medida que se obtiene mayor cantidad de información, se crean escenarios climáticos probables con variables de evaporación con el objetivo de proveer datos para la planificación estratégica de los agricultores.

La ayuda del programa de adaptación al cambio climático

La información generada por la oficina de meteorología y la Csiro es utilizada por el Ministerio de Agricultura de Australia con el fin de crear el programa de adaptación al cambio climático. De publicación anual, desde 2012 se encarga de informar sobre los impactos del cambio climático, asesoramiento de gestión agrícola y asistencia profesional en temas de heladas y sequías.

Dentro de este programa se encuentra también el plan de acción contra el cambio climático, donde se contempla una subvención de hasta U$5.500 por conceptos de recursos para gestionar los impactos del cambio climático y mejorar las perspectivas a largo plazo de los cultivos.

Este subsidio puede ser utilizado en actividades tales como la evaluación y la planificación financiera, el asesoramiento y formación directa de personal sobre los impactos del cambio climático, además de ser utilizado para obtener asesoramiento legal, o sobre temas de planificación.

Conveniencia de un modelo similar en nuestro país

Consultado sobre el mejor método para mitigar los efectos negativos de las heladas, el presidente de la Asociación de Exportadores de Fruta Ronald Bown sostuvo que si bien los métodos más comunes en nuestro país son los ventiladores, el riego por aspersión, la generación de masas de aire tibio y la aplicación de productos de origen biológico que fortifican las paredes celulares, los sistemas físicos en general deben ser complementados con un sistema de alertas.

Respecto a la aplicación de un modelo de prevención como el australiano en nuestro país, Bown afirmó que "en cualquier parte del mundo los sistemas de prevención, y no sólo en el caso de las heladas, serán siempre preferibles por un asunto de costos, que los basados en la compensación. En Chile hasta hace un par de años la Red Agroclima de la Federación de Desarrollo Frutícola tenía un sistema de alertas de heladas vía mensajes de texto a agricultores en las áreas que serían afectadas, pero por razones de falta de calibración de los modelos y la no existencia de recursos en la Dirección Meteorológica de Chile no se pudo mejorar e implementar mejor".