Mujer y Poder, la experiencia asiática en Chile

Año a año la revista Forbes publica un ranking de las top100 mujeres del planeta; directoras de empresas, asesoras gubernamentales, presidentas, reinas y estrellas de tevé. En el octavo lugar del ranking 2008, seguida de Condoleezza Rice, Secretaria de Estado de los Estados Unidos, figura la esposa del Primer Ministro de Singapur, Ho Ching, CEO del fondo soberano de Singapur Temasek Holdings. Es la primera asiática de una lista en donde la mayoría de las líderes son inglesas o norteamericanas.

Como aún persisten desigualdades históricas entre hombres y mujeres, constituye todo un hito que hoy cien mujeres tengan al alcance enormes cuotas de poder, fortuna y fama. Ellas, directa o indirectamente, colaboran en disminuir la brecha social asociada a las desigualdades de género que en mayor o menor medida afecta a todos los países y sociedades.

El undécimo puesto lo ocupa la australiana Gail Kelly, quien lidera el banco Westpac con un cargo históricamente ocupado por hombres; como la mayoría de los de tipo gerencial. En el puesto 23 está Sonia Gandhi, líder de Indian National Congress Party, el partido más importante del país, y en la posición número 25 la Presidenta de Chile Michelle Bachelet, dos puestos más arriba que el año pasado según el mismo ranking.

"En Asia todavía existe una brecha de género importante en cuanto a la posibilidad de hacer carrera profesional de la misma forma que un hombre", cuenta la Directora del Centro Asia Pacífico de la Universidad Diego Portales, Julie Kim. En Chile la tasa de participación laboral de la mujer es baja, aumenta en algunos periodos pero se mantiene cerca de 40% frente a un promedio latinoamericano del 44%.

Liza Chung, pianista coreana y profesora de Música de la Universidad Católica, no ve ningún tipo de discriminación negativa en su entorno. "Afortunadamente, no creo que en el mundo de la música clásica haya machismo, o al menos yo no lo he sentido. Creo que la música en si trasciende esos límites creados por el ser humano y su sociedad”, afirma.

Kim coincide con la pianista en que la situación de la mujer en el ámbito académico es especialmente justa. "En este mundo la realidad es mejor que en el caso de las grandes empresas o las carreras tradicional en los Keiretsus japoneses, porque justamente el valor de la educación es un elemento central en términos asiáticos. Por lo que una persona cuente con las credenciales académicas o intelectuales para haber accedido a una carrera ya son elementos de mérito trasversales al género y a la edad", comenta.

En Chile, no obstante la brecha de salarios persiste con un 30 a 50% de diferencia entre el hombre y la mujer y que los altos directivos de empresas siguen siendo hombres al igual que los líderes políticos, la situación laboral de ellas está cambiando poco a poco. De hecho está siendo revisado por el Senado en segundo trámite constitucional el proyecto de ley que igual los sueldos de hombres y mujeres que ejecutan una misma labor. La Cámara lo aprobó, además del proyecto que permite poner el apellido materno sobre el paterno, con el apoyo transversal de diputados de todas las bancadas de gobierno y de oposición.

En síntesis, el siglo XXI no pasa enceguecido en estas materias. Como dice Liza Chung, "creo que cada uno merece el trato que le entrega al otro, sin importar si es mujer o no".