Ser mujer en India, ser mujer en Chile.

Tanto Chile como India han elegido democráticamente a dos mujeres en el mando. Sin embargo, las diferencias culturales entre ambas naciones vuelven socialmente tolerable situaciones en India inaceptables en Chile, como el aborto femenino y la desprotección de las viudas. En el primero de los casos, para algunas familias se torna insoportable la pesada dote que aún pagan para entregar a sus hijas en matrimonio y prefieren evitarla mediante el aborto.

Sobre la viudez, hasta las ancianas parecen tolerar su relego a la ciudad sagrada de Vrindavan, al norte de India, una vez que sus hijos las echan de la casa paterna al morir el hombre de familia. Una periodista de The Hindu que se encuentra en Chile acompañando a la Presidenta india en la sección de medios de la comitiva, se refirió a este tema, luego de remarcar el hecho de que India tuvo una Primera Ministra, Indira Gandhi, ya en la década del 60. La periodista reconoció que la situación de las viudas en su país es difícil, pero que eso sucede en las áreas rurales –cada vez menos- y no en las ciudades.

La preocupación por las diferencias de género ha estado presente en las líneas discursivas de las mandatarias desde que asumieron en sus cargos. Al jurar como Presidenta de India, Pratibha Patil prometió luchar contra la tradición de abortar los fetos femeninos y a favor de los derechos de ellas. “La emancipación de las mujeres es especialmente importante para mí, pues creo que esto conduce a la emancipación de la nación”, señaló.

Por su parte, en el discurso inaugural de Michelle Bachelet, intentando no ahondar demasiado en aspectos de género, enfatizó la idea de que nadie hubiera imaginado hace 20, 10 o 5 años atrás que Chile iba a elegir a una mujer como presidente (…). “No será la última vez que asombremos al mundo”, comentó.