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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Seminario sobre industrialización reunió a investigadores coreanos y funcionarios públicos latinoamericanos

28 enero 2015

Funcionarios de los ministerios de comercio, economía, industria, ciencia y tecnología, además de investigadores y académicos de ocho países latinoamericanos junto a sus pares coreanos, discutieron sobre las medidas necesarias para diversificar la oferta exportadora de nuestra región como un primer paso para alcanzar el desarrollo económico.

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“El modelo coreano de transformación económica puede servir a América Latina, siempre y cuando que se considere nuestra realidad económica y cultural”. Esta fue una de las conclusiones a las que se llegó en el seminario internacional “Comercio, industrialización y crecimiento verde: Explorando oportunidades de cooperación entre Corea y América Latina”, organizado por la Cepal el 22 de enero de 2015.

El modelo exportador de Corea y su relación con América Latina

La realidad económica de Corea demuestra que es uno de los países más desarrollados del mundo. El salto de ser una economía agrícola, con altos niveles de atraso económico, a una potencia mundial en la creación de bienes tecnológicos podría suponer que Corea del Sur es un modelo económico que podría inspirar cambios en nuestra región.

Esta fue una de las hipótesis planteada por Osvaldo Rosales, director de la División de Comercio Internacional e Integración de la Cepal, quien ejemplificó su opinión en el hecho que en 1970 el ingreso per cápita de Corea era el 42% del de México, mientras que hoy  México es el 35% del ingreso per cápita de Corea. “Esto quiere decir que entre 1960 y 2014 el PIB per cápita de Corea ha crecido a una tasa anual de 6% y las exportaciones han crecido en una tasa media anual del 16% entre 1970 y 2010”.

Para Rosales parte de este éxito se debe a que Corea ha realizado grandes inversiones en investigación durante las últimas décadas. “Porcentajes crecientes del PIB en gastos de I +D, los cuales crecieron aproximadamente entre 2% del PIB el año 95 hasta un 4% del PIB en 2012. En comparación, el promedio del gasto de América Latina es un 0,75% del PIB”, señaló.

Este cambio ha llevado a que el país asiático cambie su perfil exportador. Según Rosales, en las últimas dos décadas la composición de la canasta exportadora de Corea ha cambiado drásticamente. “Mientras en 1980 más de la mitad de las exportaciones se concentraba en recursos naturales y productos de bajo componente tecnológico como textiles, en la actualidad alrededor del 80% de sus exportaciones corresponde a manufacturas de contenido tecnológico alto o medio, particularmente en el sector de radio y televisión, telecomunicaciones, circuitos electrónicos y automotores”, sostuvo.

Considerando también los aspectos críticos del modelo coreano de desarrollo, Rosales planteó el problema de la inequidad económica que ha sido creciente en los últimos años. “La desigualdad es un tema que siempre ha preocupado a los coreanos y aquí también su desempeño es superior al de nuestra región. Desde inicio de los años noventa con la expansión del sector tecnológico y de conocimiento se deja a los trabajadores menos calificados en desventaja, la distribución del ingreso ha ido empeorando. Así el índice de Gini subió desde 0.25 en 1990 a un preocupante 0.28 en 2013”, sentenció.

Medidas para fomentar las exportaciones

Uno de los invitados principales fue Jin Kyo Suh, director de Planificación e Investigación, Korea Institute for Internacional Economic Policy (KIEP), quien hizo una exposición de las principales medidas económicas adoptadas en su país para transformar los sectores productivos, pasando de un modelo agroexportador a ser uno de los principales exportadores mundiales de bienes tecnológicos.

Entre las medidas que más destacó Suh fueron los créditos a la exportación, entregados por el Estado y por entidades bancarias, ya que estimularon a empresas de todos los tamaños a plantearse la posibilidad de diversificar su producción. “Estas iniciativas se han complementado con buenas ofertas de seguros de bajos intereses, que han permitido a los exportadores proteger sus bienes y tomar más riesgos, pues los productos con valor agregado requieren de un cuidado especial”, sostuvo.

A esta ayuda recibida por actores públicos y privados, Jin Kyo Suh resaltó el apoyo que realizaron todos los líderes políticos al desarrollo de las exportaciones, principalmente por parte de los Presidentes, quienes fueron agentes activos en la promoción de los productos coreanos en el extranjero. “No solo en el exterior, sino dentro del país, los procesos de promoción fueron complementados con reuniones de comercio que reúnen a los empresarios exportadores y que son llevadas a cabo por el Presidente, esto se ha transformado en una tradición positiva”, añadió.

Estas iniciativas se complementaron con la creación de dos instituciones que han sido clave para la transición de materias primas a productos tecnológicos y para la promoción de las exportaciones, estos organismos son la Agencia Coreana de Promoción al Comercio y las Inversiones (Kotra) y la Asociación Coreana de Comercio Internacional (Kita).

Ambas organizaciones han contribuido a la diversificación de la oferta exportadora y para Suh, han sido cruciales en los últimos años para respaldar técnicamente la firma de los TLC, especialmente en los acuerdos comprensivos. “El balance entre la demanda interna y las exportaciones han sido uno de los avances principales de los organismos de promoción, ya que logra que tengamos un mercado disciplinado”, concluyó.

Escepticismo sobre el caso coreano como modelo para Brasil y Latinoamérica

El seminario contó además con la participación de expertos latinoamericanos en investigación económica y productividad, entre los que se destacó Sandra Polonia - Ríos, directora del Centro de Estudios de la Integración y el Desarrollo de Brasil (Cindes). Su postura respecto a la exposición de Jin Kyo Suh fue divergente y planteó algunas ideas en relación al modelo de desarrollo comercial planteado por Corea desde hace medio siglo.

Para esta economista brasileña el llamado milagro coreano debe comprenderse desde todas sus etapas y no como una política de corto plazo, asimismo planteó algunas dudas relativas al rol de la educación en el mercado coreano, ya que los factores culturales serían determinantes en la configuración del sistema productivo. A esto, Sandra Polonia planteó tener también dudas sobre cómo la agricultura coreana incidió en la liberación de los mercados.

Por el contrario, Polonia- Ríos afirmó que su país se ha centrado en el mercado doméstico en vez de las exportaciones. “Priorizamos la demanda local, pero también la negociación norte - sur ha perdido prioridad, por lo que enfatizamos en nuestras negociaciones sur - sur como una manera de hallar nuestro modelo de transformación productiva”, señaló.

Más información sobre las posturas de Jin Kyo Suh y Sandra Polonia- Rios en el siguiente video.

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