Diputado Leopoldo Pérez comenta la política de energías verdes en China

Desde los años 80, China viene luchando contra uno de sus mayores problemas: los altos índices de contaminación. Sin embargo, durante los últimos años el gobierno ha implementado una serie de normativas relacionadas con el uso de energías verdes. El diputado Leopoldo Pérez, presidente de la comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medioambiente de la Cámara de Diputados, se refiere al tema y lo vincula con la realidad de las políticas de nuestro país.

“China es un país que tiene pocos recursos naturales -o no tiene la posibilidad de tener energías termonucleares que podrían abaratar los costos-, tiene fundamentado su desarrollo sobre la base de combustibles fósiles como el carbón. Han trabajado en disminuir las emisiones fundamentalmente de óxido nitroso, óxido sulfúrico y material particulado, que son los que generan las plantas a carbón”, explica el parlamentario, respecto a las altas emisiones de contaminantes del país.

En este contexto, en el año 2006, China pone en marcha la Ley de Energía Renovable, que tiene como objetivo promocionar el uso de energías renovables tanto a nivel industrial como doméstico. Sin embargo, a partir de abril del 2010 comienza una nueva etapa de esta legislación, que sufre una modificación a partir de tres puntos:

-    Considerando el rápido crecimiento de las empresas productoras de energías renovables, se hace necesaria una planificación y coordinación entre el sector eléctrico y los planes de desarrollo nacional enfocados en el área de recursos renovables. Las compañías de energía eléctrica deben estar al tanto de las diferentes clases de generadores y los tipos de energías verdes.
-    Las empresas de energía eléctrica deben comprar toda la energía renovable producida, con la posibilidad de transferir la energía a la red nacional de compañías para su uso en otros lugares. Se aplican sanciones económicas en caso de que no se cumplan los plazos.  
-    Se reforzó y consolidó el fondo de energía renovable creado por el Ministerio de Hacienda en el 2005. Antes, el fondo colectaba 0,06 centavosUS$/kwh de recargo sobre las ventas de energía eléctrica en todo el país. El Ministerio aplica esos fondos a los gastos de apoyo del gobierno a los proyectos de energía renovable y a los gastos de alimentación en aranceles. Sin embargo, el recargo no ha mantenido el ritmo con los gastos, así que la nueva reforma permitirá al Ministerio complementar el fondo de energía renovable con los ingresos generales.

En la actualidad, China es el mayor fabricante de energía solar, suministrando el 40% de las ventas a nivel mundial; ocupa el segundo lugar de los países con mayor capacidad eólica, detrás de Estados Unidos; y su industria fabricadora de turbinas eólicas, se convirtió en la más grande del mundo tan sólo en cuatro años.

Sin duda, las reformas políticas en el país asiático han ido mostrando sus frutos con el paso del tiempo. Mientras tanto en nuestro país ¿qué pasa con las políticas medioambientales y la promoción de energías verdes?

La realidad de las políticas medioambientales en Chile

El congresista Leopoldo Pérez, asegura que si comparamos a Chile con países desarrollados en temas ambientales, nos falta mucho. Sin embargo, explica que tiene muchas expectativas respecto a la nueva normativa de emisiones, que llegaría a regular los índices actuales permitidos para las grandes industrias, lo que ayudaría al cuidado del ecosistema.

“Para lograr un crecimiento económico requerimos de todo tipo de energía, nos guste o no. Sabemos que nuestro país no es muy rico en recursos naturales renovables, pero sí somos abundantes en el tema de la hidroelectricidad como fuente de energía que, yo creo, debería constituir la matriz base de nuestra política energética”, explica el diputado.

Respecto al uso de energía geotérmica y eólica en nuestro país, el congresista señala que hoy en día no existe la tecnología ni los fondos suficientes para generarla. “La capacidad de planta que tiene un campo eólico, a la larga es cuatro veces más cara que la de una termoeléctrica o una hidroeléctrica. ¿Estamos dispuestos como sociedad a que nuestros costos por uso de energía se nos duplique?”.

“Yo insisto que la gran apuesta de Chile es lograr tener una matriz de por lo menos un 20% de energía renovable no convencional –incluidas la geotérmica, la solar y la eólica- pero esa es una meta bastante ambiciosa en temas de costos, principalmente”, indica el parlamentario.