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 Con un carisma único para sus tiempos y una vehemencia que impactaba a todo aquel que la conoció, la escritora autodidacta31, María de la Cruz Toledo decidió concentrar sus fuerzas en lograr que la voz de las mujeres fuera escuchada. Para conseguir ese objetivo, fundó el Partido Femenino de Chile, cuyo fin era obtener el voto femenino: “... No somos de izquierda ni de derecha. Los hombres se dividen por la idea, nosotras nos uniremos por el sentimiento...”32, afirmaba.
Pero fue el 4 de enero de 1953, en una elección complementaria, en reemplazo de Carlos Ibáñez del Campo, Presidente de la República, que fue elegida senadora con más del 50 % de los sufragios emitidos. María de la Cruz Toledo asumió como senadora el 13 de febrero de ese año, representando a la Cuarta Agrupación Provincial Santiago. Se convertía en la primera senadora en la historia de Chile que asumía el desafío de posicionar, ante la mirada desconfiada de sus colegas varones, temas que afectaban a las mujeres de la época.
Lo anterior la motivó a integrar la comisión de Trabajo y Previsión Social, en la que a pesar de sus pocas intervenciones, destacó por su defensa de los derechos femeninos, proponiendo su incorporación en la previsión social de una forma “más completa y humana”33, haciendo referencia especial a las trabajadoras de casa particular. En tal sentido, destacó en la Sala: “Felicito pues, al honorable señor Torres, quien como médico comprende mejor que nadie la significación que tiene la protección de la maternidad para el porvenir de la raza. Creo que todos los honorables senadores darán su voto favorable a este proyecto...”34.
Su consecuencia, la llevó a apoyar el régimen “justicialista”35argentino sin eufemismos, lo que le trajo duras consecuencias, tales como la solicitud de inhabilidad de su cargo. Ante el Senado se defendió hablándole directamente a quienes la habían perjudicado:“Pero la consigna de ellas es impedir que los ideales del justicialismo se propalen y yo los propalo y mi voz es voz de pueblo, voz de angustia, es voz de madre y por consiguiente es voz que reclama porvenir para sus hijos”36. Asimismo, en su discurso final en el Hemiciclo expresó que venía a “servir a los intereses de la patria, pero especialmente para dejar en alto el atributo moral, espiritual e intelectual de la mujer chilena”37 .
Finalmente, el 4 de agosto de 1953, se aprobó la solicitud de inhabilidad, lo que la llevó a perder su cargo de parlamentaria, sin perjuicio de que con posterioridad, los Tribunales de Justicia declararon su inocencia en los hechos imputados. Su expulsión del Parlamento “significó no sólo el término de su carrera política, sino que también la desintegración del partido que representaba”38.
(31) María de la Cruz “desde muy joven se interesó por las letras; fue escritora de folletos, artículos, poesías y novelas. Esta inquietud por la literatura la llevó a dirigir la revista ‘Luz y Sombra’, dedicada a las personas con ceguera también fue locutora de radio y comentarista política marcando una época en la radiodifusión con su programa ‘María de la Cruz habla’, que se transmitió hasta 1978 por Radio Nuevo Mundo”. Más información en: http://bcn. cl/285q4
(32) Biografías de Chile, “María de la Cruz Toledo”. Disponible en: http://bcn.cl/29tys
(33) Senado 1953, Diario de Sesiones, Legislatura Ordinaria, Sesión N°12, pág. 528.
(34) Ibíd.
(35) Movimiento fundado por el ex presidente argentino Juan Domingo Perón en su primer gobierno (1946-1955). (36) Senado 1953, Diario de Sesiones, Legislatura Ordinaria, Sesión N°65, pág. 727.
(37) Ibíd. Pág. 728.
(38) Biblioteca del Congreso Nacional, “Reseñas Biográficas María de la Cruz”. Disponible en: http://bcn.cl/285q4
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