Presentación
Días antes de exponer en ArteBCN, Francisca nos abrió la intimidad de su hogar para contarnos sobre su proceso de creación.
Sobre mi historia
“El 6 de julio de 1961 nací en Santiago de Chile. Con 14 años nos trasladamos con mi familia a vivir a Barcelona, y nueve años más tarde partí a Londres donde cursé mis estudios de diseño gráfico. En 1993 regresé a Santiago donde vivo y trabajo hasta el día de hoy.
El mundo del arte y la cultura siempre estuvo presente en mi casa familiar durante mis años de infancia y adolescencia. Fue en ese entorno donde nació mi interés por la pintura, el tejido, los museos y las colecciones de objetos; pero solo a partir del 2003, ya de regreso en Chile, mis inquietudes artísticas convergieron en lo que hoy son mis ensamblajes.
Mi obra ha evolucionado de simples presentaciones de objetos en un soporte, a tablas que dan cuenta de historias más complejas, profundas, de mi anhelo de expresarme. Mi universo artístico surge del entrecruzamiento, de la fusión, de los distintos elementos que componen los ensamblajes y su significado, siempre arraigado en mi historia de vida, la cultura popular latinoamericana y mi reencuentro con la costa del océano Pacífico.
Soy una artista autodidacta, vivo de mi trabajo como diseñadora gráfica y, en mi tiempo libre, ensamblo tablas en la mesa de mi comedor”.
Mi exposición: “Arqueología Personal”
“La muestra Arqueología personal -de carácter biográfico- es la suma de tiempos, lugares, experiencias, encuentros y desencuentros…es el resultado de un largo trabajo creativo, de construir el propio lenguaje expresivo y de las pulsaciones que se transforman en obra. Es la conjunción del buscar, encontrar y por años juntar, con la necesidad profunda y fundamental de expresar, elaborar y resignificar un mundo interior usando el espacio físico exterior. Así, este acto expresivo, una mezcla de maestreo, magia, enajenación y trasvasije de lo interior al exterior, se traduce en un espacio de acción, creación, seguridad y pertenencia. Es la arqueología de las emociones, objetos encontrados en distintos lugares que se resignifican y cobran nueva vida dotándolos de inquietante simbolismo. Entonces emergen del caos estas tablas. Balsas armadas con pedazos de madera vieja, de desecho, quemados por el sol, pulidos por el mar y la arena. Precarias balsas que alojan los tesoros, las esperanzas, los amores y los dolores de una vida. Y que navegan cargadas de miles de objetos, que a lo mejor entre ellos no tienen nada en común, pero cuando están juntos armonizan y hacen que esta mezcla disonante tenga forma, contorno, congruencia y sentido”.
