Comienza a regir la Ley N° 20.568, que instaura un cambio fundamental en la historia del sufragio en Chile, al implementar la inscripción automática y el voto voluntario. Esta ley está compuesta por 188 artículos permanentes, abarcando áreas como la organización del Servicio Electoral, el padrón electoral y las auditorías al mismo, las reclamaciones, las sanciones, el proceso de votación y de conteo de votos, las Juntas Electorales, entre otros elementos. El carácter automático de la inscripción electoral quedó consagrada en el artículo N°5 de esta ley, que señala: “Los chilenos comprendidos en el número 1° del artículo 10 de la Constitución Política de la República, mayores de 17 años, serán inscritos automáticamente en el Registro Electoral”. Los resultados de esta reforma no han derivado en una mayor participación ciudadana, en los procesos electorales. Por ejemplo, en las elecciones parlamentarias de 2013, y de un total de 13.573.000 votantes, sufragaron alrededor de 5.672.356 personas, lo cual significa que el 58,21% de los electores no concurrió a votar. Por ello, en el debate público hay posiciones tanto a favor como en contra, especialmente en lo que tiene relación con el carácter voluntario del voto.
Citas en orden de aparición:
-Servicio Electoral de Chile. En: http://www.servel.cl/
-Arturo Fontaine, Cristián Larroulet, José Antonio Viera-Gallo y Ignacio Walker, Modernización del régimen electoral chileno, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Santiago, 2007.