Nació en Concepción el 27 de octubre de 1913. Hijo de Adolfo Ibáñez Boggiano y Graciela Ojeda Rivera.

Se casó con Adela Santa María Balmaceda, quien falleció en 1976. Tuvieron cinco hijos.

Sus estudios secundarios los realizó en el Liceo Eduardo de la Barra de Valparaíso.

Finalizada su etapa escolar, se inició en las actividades comerciales desempeñándose desde 1930 como empresario industrial y agricultor. Ese mismo año se trasladó a Valparaíso para ingresar a la empresa de su padre, Adolfo Ibáñez y Cía, donde comenzó como "junior" para luego, tras haber cumplido diversos cargos, llegar a presidirla en 1951.

Después de la Segunda Guerra Mundial, se desempeñó en el cargo de gerente general de la Cía. Industrial y Comercial "Tres Montes" S.A., y de la Fábrica de Aceites S.A. Por esos años decidió dividir la empresa de su padre en tres menores: la industrial "Tres Montes", la comercial "Ibáñez y Cía", y otra más pequeña, que más tarde se convertiría en la cadena de Supermercado "Almac" y "Ekono". Además de otras empresas exportadoras.

Fue decano de la Facultad de Comercio y Ciencias Económicas de la Universidad Católica de Valparaíso, entre 1952 y 1967 y director y presidente desde 1951 de la Fundación Adolfo Ibáñez. En 1954 creó la Escuela de Negocios Adolfo Ibáñez en Valparaíso, la que más adelante se transformó en la Universidad Adolfo Ibáñez. Fue nombrado profesor emérito de la Universidad. En esos años también fue presidente del Instituto Libertad.

Como miembro de la comunidad Ibáñez Ojeda, explotó el fundo de su propiedad "Huertos de Colonquén" situado en San Felipe. Asimismo, fue director de la Sociedad Explotadora "Tierra del Fuego", siendo uno de los pioneros en la exportación de frutas.

En 1954, fue nombrado presidente de la Cámara Central de Comercio de Chile, ejerciendo como el primero de esta entidad hasta 1965. En 1958 asumió la presidencia del Banco del Estado de Chile hasta 1961, fecha en que desempeñó el mismo cargo en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP) con sede en Montenegro hasta 1964.

En 1983 fue miembro y presidente de la Comisión Racionalizadora del Conglomerado Forestal y cónsul de "El Salvador" en Valparaíso.

Inició sus actividades políticas en 1960, al ingresar al Partido Liberal.

En las elecciones parlamentarias de 1961 fue electo senador por la Tercera Agrupación Provincial "Aconcagua y Valparaíso", para el período 1961-1969, cargo en el que fue reelecto por ocho años más, en las elecciones parlamentarias de marzo de 1969.

Durante 1966 se incorporó al Partido Nacional el que organizó en conjunto con Francisco Bulnes Sanfuentes, Sergio Onofre Jarpa y su primer presidente, Víctor García Garzena.

Luego del Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, continuó su carrera política. En 1976 se integró al Consejo de Estado, desde donde intervino en la formulación de la Constitución Política de 1980. Entonces, protagonizó una gran polémica junto a Carlos Cáceres al oponerse a la implementación del sufragio universal.

En 1983, se reunió con Andrés Allamand y otros 167 ex dirigentes del Partido Nacional para fundar el Movimiento Unión Nacional. En 1987 fue fundador de Renovación Nacional, en el que permaneció hasta 1991. La última actividad que desempeñó fue la de miembro de la Comisión Política de su partido.

Murió el 29 de junio de 1999, en Viña del Mar. Sus restos fueron llevados a Panquehue para ser sepultados en el cementerio familiar de Colunquén, en esa comuna.

Obtuvo el Premio Portales en 1962 y la distinción y nombramiento de Doctor Honoris Causa en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala.

Impulsó dos fundaciones, una en recuerdo de Salvador Reyes y otra del dibujante Lukas.

Su perfil legislativo se centró temas de política nacional, y también en materias de índole regional. Entre otros, sus quehaceres incluyeron áreas como: economía, comercio, obras públicas, fomento, producción y exportaciones, así como coyunturas ligadas al mundo laboral portuario.

Tuvo una activa participación en debates en torno a proyectos de leyes emblemáticas que se discutieron a partir de 1965, como la Reforma Agraria, la Reforma Constitucional (al Articulo N°10) y la Sindicación Agrícola. Con respecto a esto último, en la sesión ordinaria N° 22 del Senado, realizada el 12 de julio de 1966, exponía: “De la organización sindical pueden emanar resultados convenientes para los trabajadores, pero también es posible que surjan perjuicios indirectos de bastante consideración. Por ejemplo, pueden reducirse las posibilidades de trabajo en los campos; puede destruirse o aminorarse el espíritu empresarial, que anhela mejorar la situación laboral de los campesinos, pero que no está dispuesto a agotarse en estériles luchas políticas, como sucede con frecuencia con motivo de los conflictos sindicales.

Sin embargo, las consecuencias de la legislación que despachemos no sólo quedará circunscrita a los campesinos. Ellas pueden alcanzar también, como dije hace un instante, a toda la población si los sindicatos, por su derivación política, lejos de constituirse en instrumentos de perfeccionamiento de las labores campesinas, se transforman en campos de lucha política y terminan, en definitiva, por provocar una reducción en el rendimiento de las cosechas y en la producción de los alimentos que Chile necesita”.

Como autor y coautor, presentó siete mociones, entre ellos, un proyecto de ley que disponía que quienes realizaran actividades de pesca, elaboración de productos del mar o investigaciones científicas, debían contar con un 50% de tripulación de nacionalidad chilena; además otro proyecto de ley que disponía que todas las personas que ocupasen cargos de confianza del Presidente de la República, en instituciones semifiscales o de administración autónoma, no podrían desempeñarse como funcionarios de organismos internacionales ni al servicio de gobiernos de otros países no antes de pasado tres años del cese de sus funciones en nuestro país.