Labor Parlamentaria

Diario de sesiones

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Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha

Índice
  • DOCUMENTO
    • PORTADA
    • II. ASISTENCIA.
    • III. TEXTO DEL DEBATE.
    • ANALISIS DE EVENTUAL RESTRICCION A LA COOPERACION MILITAR Y VENTA DE ARMAMENTOS A CHILE POR EL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS.
      • ANTECEDENTE
      • INTERVENCIÓN : Federico Mekis Martinez
      • INTERVENCIÓN : Vladislav Kuzmicic Calderon
      • INTERVENCIÓN : Baldo Petar Prokurica Prokurica
      • INTERVENCIÓN : Guillermo Yunge Bustamante
      • INTERVENCIÓN : Juan Pablo Letelier Morel
      • INTERVENCIÓN : Francisco Bartolucci Johnston
      • INTERVENCIÓN : Dionisio Ventura Faulbaum Mayorga
      • INTERVENCIÓN : Luis Navarrete Carvacho
      • INTERVENCIÓN : Juan Antonio Coloma Correa
      • INTERVENCIÓN : Carlos Dupre Silva
      • INTERVENCIÓN : Jaime Campos Quiroga
      • INTERVENCIÓN : Federico Mekis Martinez
      • INTERVENCIÓN : Camilo Escalona Medina
      • INTERVENCIÓN : Federico Mekis Martinez
      • INTERVENCIÓN : Francisco Bartolucci Johnston
      • INTERVENCIÓN : Alberto Miguel Espina Otero
    • CIERRE DE LA SESIÓN
  • DOCUMENTO
    • PORTADA
    • II. ASISTENCIA.
    • III. TEXTO DEL DEBATE.
    • ANALISIS DE EVENTUAL RESTRICCION A LA COOPERACION MILITAR Y VENTA DE ARMAMENTOS A CHILE POR EL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS.
    • CIERRE DE LA SESIÓN
Notas aclaratorias
  1. Debido a que muchos de estos documentos han sido adquiridos desde un ejemplar en papel, procesados por digitalización y posterior reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es que pueden presentar errores tipográficos menores que no dificultan la correcta comprensión de su contenido.
  2. Para priorizar la vizualización del contenido relevante, y dada su extensión, se ha omitido la sección "Indice" de los documentos.

REPÚBLICA DE CHILE

CAMARA DE DIPUTADOS

323a. LEGISLATURA

(EXTRAORDINARIA)

Sesión 13a., en miércoles 23 de octubre de 1991.

(Especial, de 16:00 a 18:53 horas)Presidencia de los señores Viera-Gallo Quesney, don José Antonio; Cerda García, don Eduardo, y Coloma Correa, don Juan Antonio

Secretario, el señor Loyola Opazo, don Carlos.

Prosecretario, el señor Zúñiga Opazo, don Alfonso.

INDICE GENERAL DE LA SESION

ISUMARIO DEL DEBATE

II.- ASISTENCIA

IIITEXTO DEL DEBATE

IV SUMARIO DE DOCUMENTOS

V.- DOCUMENTOS DE LA CUENTA

I.SUMARIO DEL DEBATE.

1.Análisis de eventual restricción a la cooperación militar y venta de armamentos a Chile por el Gobierno de Estados Unidos 818

II.ASISTENCIA.

Asistieron los siguientes señores putados: (101)

--Acuña Cisternas, Mario

--Aguiló Meló, Sergio

--Alessandri Balmaceda, Gustavo

--Álvarez-Salamanca Buchi, Pedro

--Arancibia Calderón, Armando

--Araya, Nicanor de la Cruz

--Bartolucci Johnston, Francisco

--Bayo Veloso, Francisco

--Bombal Otaegui, Carlos

--Bosselin Correa, Hernán

--Caminondo Sáez, Carlos

--Campos Quiroga, Jaime

--Cantero Ojeda, Carlos

--Caraball Martínez, Eliana

--Cardemil Alfaro, Gustavo

--Carrasco Muñoz, Baldemar

--Cerda García, Eduardo

--Coloma Correa, Juan Antonio

--Concha Urbina, Juan

--Cornejo González, Aldo

--Correa De la Cerda, Sergio

--Cristi Marfil, María Angélica

--Chadwick Piñera, Andrés

--Devaud Ojeda, Mario

--Dupré Silva, Carlos

--Elgueta Barrientos, Sergio

--Elizalde Hevia, Ramón

--Escalona Medina, Camilo

--Espina Otero, Alberto

--Fantuzzi Hernández, Angel

--Faulbaum Mayorga, Dionisio

--Gajardo Chacón, Rubén

--García Ruminot, José

--Hamuy Berr, Mario

--Horvath Kiss, Antonio

--Huepe García, Claudio

--Jara Catalán, Sergio

--Jara Wolff, Octavio

--Jeame Barrueto, Víctor

--Kuschel Silva, Carlos Ignacio

--Kuzmicic Calderón, Vladislav

--Latorre Carmona, Juan Carlos

--Leay Morán, Cristian

--Leblanc Valenzuela, Luis

--Letelier Morel, Juan Pablo

--Longton Guerrero, Arturo

--Martínez Sepúlveda, Juan

--Masferrer Pellizzari, Juan

--Matta Aragay, Manuel Antonio

--Mekis Martínez, Federico

--Melero Abaroa, Patricio

--Molina Valdivieso, Jorge

--Montes Cisternas, Carlos

--Morales Adriasola, Jorge

--Munizaga Rodríguez, Eugenio

--Muñoz Barra, Roberto

--Muñoz Dalbora, Adriana

--Naranjo Ortiz, Jaime

--Navarrete Carvacho, Luis

--Ojeda Uribe, Sergio

--Orpis Bouchón, Jaime

--Ortiz Novoa, José Miguel

--Palestro Rojas, Mario

--Palma Irarrázaval, Andrés

--Palma Irarrázaval, Joaquín

--Peña Meza, José

--Pérez Muñoz, Juan Alberto

--Pérez Varela, Víctor

--Pizarro Mackay, Sergio

--Pizarro Soto, Jorge

--Prochelle Aguilar, Marina

--Prokurica Prokurica, Baldo

--Ramírez Vergara, Gustavo

--Rebolledo González, Víctor

--Sotomayor Mardones, Andrés

--Taladriz García, Enrique

--Ulloa Aguillón, Jorge

--Urrutia Avila, Raúl

--Valcarce Medina, Carlos

--Valenzuela Herrera, Felipe

--Velasco De la Cerda, Sergio

--Viera-Gallo Quesney, José Antonio

--Vilches Guzmán, Carlos

--Vilicic Karnincic, Milenko

--Villouta Concha, Edmundo

--Recondo Lavanderos, Carlos

--Reyes Alvarado, Víctor

--Ribera Neumann, Teodoro

--Ringeling Hunger, Federico

--Rocha Manrique, Jaime

--Rodríguez Cataldo, Claudio

--Rodríguez Del Río, Alfonso

--Rodríguez Guerrero, Hugo

--Rojo Avendaño, Hernán

--Rojos Astorga, Julio

--Sabag Castillo, Hosain

--Salas De la Fuente, Edmundo

--Seguel Molina, Rodolfo

--Smok Ubeda, Carlos

--Sota Barros, Vicente

--Yunge Bustamante, Guillermo

Con permiso constitucional, estuvieron ausentes los Diputados señores José Antonio Galilea Vidaurre, Eugenio Ortega Riquelme y Jorge Schaulsohn Brodsky.

Asistieron, además, el señor Ministro de Relaciones Exteriores, don Enrique Silva Cimma; el señor Ministro de Defensa Nacional, don Patricio Rojas Saavedra; el señor Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción, don Carlos Ominami Pascual; el señor Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, don Germán Correa Díaz, y el señor Ministro Vicepresidente Ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción, don René Abeliuk Manasevich.

III.TEXTO DEL DEBATE.

Se abrió la sesión a las 16 horas.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión.

El acta de la sesión l1a. Se declara aprobada por no haber sido objeto de observaciones.

El señor Prosecretario dará lectura a la Cuenta.

El señor ZUÑIGA (Prosecretario) da cuenta de los documentos recibidos en la Secretaría.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminada la Cuenta.

ANALISIS DE EVENTUAL RESTRICCION A LA COOPERACION MILITAR Y VENTA DE ARMAMENTOS A CHILE POR EL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

La presente sesión ha sido citada a petición de 41 señores Diputados y tiene por objeto tratar "una posible restricción a la cooperación militar y venta de armamentos a Chile por parte del Gobierno de los Estados Unidos de América, con invitación a los señores Ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional.".

En conformidad con lo dispuesto en el artículo 72 del Reglamento, corresponde el tiempo previo de 15 minutos al Comité de Renovación Nacional.

Tiene la palabra el Diputado señor Mekis.

El señor MEKIS.-

Señor Presidente, Honorable Cámara, saludamos al Ministro de Relaciones Exteriores, que se encuentra presente y ha llegado a la hora.

No podemos hacer lo mismo con el Ministro de Defensa, que todavía no se ha presentado.

Desde hace ya bastante tiempo, Renovación Nacional ha venido expresando su inquietud y preocupación por el curso de las relaciones con Estados Unidos. A ello se agrega un hecho singular, como es la nueva enmienda discriminatoria que establece una restricción específica contra nuestro país en relación con la asistencia militar, la que fue aprobada dentro del trámite de la ley de ayuda externa del Congreso de Estados Unidos de América. Esta nueva disposición se enmarca en un ambiente adverso en nuestras relaciones con Estados Unidos.

¿Cuál es el cuadro de nuestras relaciones con Estados Unidos de América?

El Gobierno, por más que insista en una supuesta normalización, no logra convencer. De manera persistente vemos en el Gobierno una actitud tendiente a justificar una normalidad en las relaciones con ese país, pero no logra convencer a la Oposición ni a la gente que nosotros representamos en este Parlamento. Incluso más, este Gobierno se empeña en coincidir con Estados Unidos.

En oposición a esta actitud, observamos una sucesión de hechos y circunstancias que hieren la dignidad de Chile y que reflejan una conducta del Gobierno de nuestro país destinada a satisfacer a Estados Unidos y a olvidar legítimas aspiraciones chilenas. El Gobierno justifica la continua resistencia de Estados Unidos para allanarse a lo que moralmente se encuentra obligado frente a nuestro país.

Señor Presidente, en Renovación Nacional nos declaramos ser y seguir siendo amigos sinceros de los Estados Unidos. Reconocemos el espíritu desinteresado y generoso que inspiran muchas ayudas recibidas y admiramos, fundamentalmente, las grandes realizaciones de esa nación. Pero el conocimiento que tenemos de esa nación nos alienta a sostener que hay personas que han logrado tener representación en ese país, pero que están lejos de simbolizar la ecuanimidad, la prudencia y el cariño que nos brinda la inmensa mayoría de los norteamericanos que han tenido alguna vinculación con Chile.

Esta realidad desigual de nuestras relaciones con Estados Unidos viene desde antiguo. La Enmienda Kennedy-Harkin nos hirió y afectó en momentos extremadamente difíciles para Chile.

Posteriormente, cuando se inició el actual período de nuestra vida institucional, se hizo enorme alarde respecto de la normalidad de nuestras relaciones. Quiero recordar que algunas medidas que ha adoptado Estados Unidos de América nunca fueron espontáneas. En el caso del S.G.P. o Sistema General de Preferencias, Renovación Nacional tuvo que denunciar al país que, a pesar de la información proporcionada por el Gobierno en el sentido de que se reincorporaba a Chile a tal mecanismo, ello no era efectivo. Tales promesas se concretaron sólo largo tiempo después de estos anuncios oficiales.

Proceso semejante observamos cuando se trató de levantar la Enmienda Kennedy. No hemos escuchado pronunciamiento alguno del Gobierno de los Estados Unidos de América que indique realmente una buena voluntad al respecto.

No cesó tampoco el Gobierno de los Estados Unidos en promover una ley de patentes farmacéuticas que, en cuanto a su espíritu, nosotros coincidíamos. Sin embargo, la promoción no bastó, sino que, incluso, obtuvo que el Gobierno chileno vetase dicha ley y alterase la voluntad del Congreso chileno en un cuadro de confusas transacciones y ambientado en nuevas restricciones que imponían los Estados Unidos para las exportaciones frutícolas, a través de los "marketing orders" y de una apresurada recuerdo muy bien votación en la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e

Integración Latinoamericana sobre el acuerdo del Gobierno para pagar, al margen del Informe Retting, sumas siderales a chilenos, contraviniendo la doctrina, la jurisprudencia y el derecho internacionales.

De más está señalar la total cerrazón del gobierno norteamericano para atender su responsabilidad en el caso de las uvas envenenadas.

El Gobierno de Chile muestra una voluntad y una acción muy diferentes a las del estadounidense. Tal es el caso del comentado convenio "Bryan-Letelier", que ha violentado, a nuestro juicio, los sentimientos mayoritarios del pueblo chileno.

El pueblo es testigo a través de los medios de comunicación, de que el caso aún no está resuelto. Hay muchos que lo imputan a chilenos, a norteamericanos, a venezolanos, en fin, a una serie de personas, pero el caso todavía no se encuentra resuelto. Sin embargo, el Gobierno de Chile se ha allanado concesivamente a pagar antes de conocerse los resultados de la resolución de la justicia.

Se agrega a ello la desmedrada situación de Chile en la negociación de un acuerdo de libre comercio en que el Gobierno acepta ser postergado a otro país latinoamericano.

En este cuadro general, debemos analizar el caso específico del condicionamiento de la ayuda militar.

La disposición aprobada en el Congreso de los Estados Unidos es la sección 742 y señala que durante los años 92 y 93 se puede proporcionar asistencia financiera militar extranjera a Chile y se pueden efectuar ventas a este mismo país, según el acta de exportación bajo el sistema de control de armas que, de acuerdo con la traducción que nosotros hacemos, "siempre o sujeto a la condición la disposición dice "provided" de que se notifique a los Comités competentes del Congreso sobre la cantidad y naturaleza de la asistencia o venta propuesta, según el caso, por lo menos con 15 días de anticipación, de acuerdo con los procedimientos aplicables a las notificaciones de reprogramación, bajo la sección 634 A, de la Ley de Asistencia Externa de 1961. No confundamos normas del año 1961 para otros propósitos, como ha pretendido hacerlo el gobierno coincidiendo en la confusión con USA y pretendiendo con estulticia sostener que la nueva norma no es tal, sino que está vigente desde hace treinta años.

Con respecto a la nueva norma que hemos denunciado, Renovación Nacional ha tenido información procedente de Estados Unidos de América y de Chile.

En efecto, sectores del Congreso norteamericano nos han informado que, al iniciarse la tramitación de esta ley, se pretendió, por iniciativa de sectores izquiedistas en Estados Unidos, vincular la transferencia de fondos y equipos militares a Chile a la permanencia del Comandante en Jefe del Ejército en Chile.

¿Pueden los señores Ministros presentes y ausentes negar esta realidad?

Según nuestros antecedentes, sectores moderados del Congreso de los Estados Unidos habrían influido para que no se insistiera en tal pretensión, es decir, de aprobar esta norma, y no se incluyera condicionamiento alguno. Sin embargo, los sectores "liberales" que son los "izquierdistas” de acuerdo a nuestros cánones, de los Estados Unidos insistieron en el condicionamiento, llegándose a la fórmula incorporada en la ley, que nosotros lamentamos, y que este Gobierno, paradójicamente, ha resuelto respaldar.

Los sectores que propiciaron la eliminación de la enmienda varios de ellos, parlamentarios norteamericanos que son sinceros amigos nuestros y de Chile, nos indicaron que el Comité "Conference" no recibió al Embajador de Chile cuando este pidió audiencia. Imagino que con el objeto de solicitar la exclusión de la norma. Por lo que sabemos, es entonces el Embajador de Chile el que no consideraba favorable la norma, a diferencia de lo que torpemente ha dicho el Gobierno cuando ha estimado la norma como favorable para Chile.

No nos parece razonable que tengamos que informarnos a través de parlamentarios norteamericanos.

¿Qué pueden informar los señores Ministros de esta gestión del Embajador? ¿Tuvieron conocimiento de ella? ¿Quedaron satisfechos con su resultado? ¿O preferían que hubiese norma?

Estas respuestas son importantes para evaluar las opiniones que públicamente ha dado el Gobierno, cuando Renovación Nacional dio a conocer este elemento de la ley norteamericana.

Los señores Ministros de Defensa Nacional y de Relaciones Exteriores manifestaron su complacencia por el texto de la ley. Sostuvieron que Chile estaba sometido a un procedimiento general y que el contenido de la ley es y lo digo textualmente como lo señaló uno de los Ministros extremadamente favorable para el Gobierno de Chile". Frente a esta aseveración, me preocupé de ver la declaración de la Cancillería, y no hay distinción respecto a qué párrafo de la ley se refiere, sino que estima la totalidad de la ley "como extremadamente favorable para el Gobierno de Chile". Sin embargo, nosotros no lo consideramos así.

Esta disposición es indigna. El Gobierno juzga favorable un trato discriminatorio en contra de Chile, y el propio Poder Ejecutivo se siente halagado por una inadmisible intervención del Congreso estadounidense en los asuntos internos del país, al emitir calificación sobre un proceso que importa exclusivamente a los chilenos.

Renovación Nacional tiene el convencimiento de que aquí hay una grosera discriminación en contra de nuestro país. Por este hecho y por las declaraciones del

Gobierno, formulamos en esta Sala algunas preguntas a los señores Ministros.

La norma contenida en el proyecto de ley a que nos referimos, que exige una notificación del Congreso norteamericano con 15 días de anticipación, ¿es de aplicación general? Es decir, ¿se aplica a todos los países con los cuales Estados Unidos tiene cooperación militar o sólo se exige respecto de algunos?

En caso de aplicarse a un número determinado de naciones, ¿saben los señores Ministros cuáles son éstos y las razones por las cuales se incluye a Chile entre ellos?

¿Nos pueden garantizar los señores Ministros de que Chile no está discriminado respecto de Argentina, Perú y Bolivia? ¿Le resulta al señor Ministro de Defensa indiferente esta situación?

El Ministro de Defensa ha dicho que "notificar" significa "informar". Nada más que eso. ¿Puede garantizar el señor Ministro que el Congreso de los Estados Unidos no está facultado para rechazar, limitar, condicionar o modificar la transferencia de recursos militares que el Ejecutivo puede haber acordado? ¿Cómo se explica la aprobación de una norma en el Congreso de los Estados Unidos que establecería facultades para ellos inútiles?

¿Cuál es la competencia específica del Congreso en esta materia? ¿Qué clase de compromisos tiene él con el Ejecutivo o con los parlamentarios norteamericanos para asegurar que no habrá limitación alguna en la notificación, es decir, en el acto de emplazamiento y traslado al Congreso norteamericano?

La Enmienda Kennedy otorgaba al Presidente de los Estados Unidos de América la facultad exclusiva para certificar el cumplimiento de las condiciones que permitían su levantamiento. ¿El nuevo requisito significa que eventualmente el Congreso podría ejercer tal competencia? ¿Cuál es el procedimiento preciso aplicable hoy, luego de levantarse la Enmienda Kennedy y antes de entrar en vigencia la norma contenida en la Ley de Ayuda Externa que hemos denunciado? ¿Cuál es?

En relación con estas materias, el señor Ministro de Defensa ha dado algunas explicaciones que estimamos alarmantes. Ha expresado, en un programa de televisión, que el buen estado de nuestras relaciones con Estados Unidos se evidencia por la cesión de dos aviones Hércules, de segunda mano, que se ha hecho a la Fuerza Aérea chilena en esta época de libertad que será tan breve, y no de aplicación de la restricción como lo será en los años 92 y 93.

El argumento, por de pronto, nos merece algunos comentarios:

Primero, no tiene validez en cuanto al tema que estamos tratando, porque son transferencias efectuadas antes de la entrada en vigencia de la disposición que denunciamos. Me parece triste y humillante que la relación de dos Estados soberanos se juzgue por el regalo de dos aviones usados.

Segundo, el Ministro pretende confundir a la opinión pública con tal respuesta, evitando el tema principal que es el de la nueva restricción.

Ninguna de estas discriminaciones se justifica cuando Chile ha entrado en un esquema democrático. Consideramos jactanciosa y arrogante la actitud del Gobierno cuando se refiere a los éxitos en la política con Estados Unidos.

Un párrafo especial nos merece la actitud del Embajador de los Estados Unidos en Chile.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

¿Me permite, señor Diputado? Han concluido sus quince minutos.

Se suspende la sesión y se llama a reunión de Comités.

Se suspendió la sesión a las 16:18 horas y se reanudó a las 16:21.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Se reanuda la sesión.

Puede continuar haciendo uso de la palabra el Dipütado señor Mekis, con cargo al tiempo de Renovación Nacional.

El señor MEKIS.-

Señor Presidente, me refería al Embajador de Estados Unidos, que ha terciado en este debate. Sin que nadie se lo pidiera, el señor Gillespie ha formulado juicios y ha introducido su remo en este debate, violando toda norma de comportamiento diplomático y principios elementales de cortesía.

Los agentes diplomáticos no tienen derecho a dirigirse al pueblo en forma oral o escrita para intentar dar respaldo a una medida en discusión o para intervenir, en cualquier forma, en los asuntos internos o externos del país ante el cual están acreditados. Así lo dice un famoso tratadista.

Esta insólita intervención motiva la protesta de nuestro Partido. Ante ello, la Cancillería ha optado por guardar silencio, actitud reprobable en cualquier caso, y más incomprensible tratándose del gobierno actual, que pretende erigirse como lo hizo en el pasado la Democracia Cristiana en campeón de la no intervención. Protestamos también por ello. Deploramos esa actitud de guardar silencio cuando la intervención se produce en nuestro propio país y a favor de una iniciativa adversa a los intereses chilenos, como esta nueva enmienda, que nos dejará en una situación desmejorada respecto de nuestros vecinos y que constituye una medida discriminatoria, unilateral e inconsulta.

¿Por qué calla o, incluso, aplaude el Gobierno esta lamentable intervención? ¿Será porque, en el fondo, comparte la norma y, por lo tanto, el resguardo del principio de la no intervención no pasa de ser en este caso algo teórico, cuando la norma le pueda ser favorable? ¿O es que sus influencias en Washington nunca han sido tales o se encuentran en franca declinación?

Reconozco que planteo una dura alternativa, pero en verdad no diviso otra. La gran paradoja que advertimos es que mientras los chilenos observamos que hay una regresión en la política bilateral con Estados Unidos, los lazos de influencia que miembros de la Concertación tejieron en el pasado en ese país siguen funcionando, pero ya no obedecen a las peticiones de las autoridades chilenas; ni siquiera los reciben para algunas audiencias que solicitan. Los americanos exigen más y más, y este Gobierno cede y cede.

Consideramos que el gobierno debe retractarse de las declaraciones aparecidas en la prensa y no estimar la norma como favorable a los intereses chilenos. Al respecto, propondremos un proyecto de acuerdo solicitando al Gobierno que realice las gestiones diplomáticas necesarias con el objeto de que no se consume la aprobación de esta norma y para que, incluso subsidiariamente, requiera al Presidente Bush, así como estadounidenses en Chile lo han pedido al Presidente Aylwin, en otro caso, que vete la Ley de Ayuda Externa por contener este párrafo.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

De acuerdo con el Reglamento y el tiempo destinado a los Comités, tendrían que hablar todos en el orden que les corresponde, pero la Sala podría determinar, respetando la distribución de los tiempos, alternar el uso de la palabra, con el objeto de que la sesión tenga mayor sentido.

Si le parece a la Sala, así se acordará.

Acordado.

Corresponde hacer uso de la palabra al Diputado señor Kuzmicic.

El señor KUZMICIC.-

Señor Presidente, la primera reflexión que nace y corresponde formular es que ha sido tradición en este Parlamento, y una muy buena tradición en materia de relaciones internacionales, que ni sectores oficialistas ni de Oposición traten de sacar pequeñas ventajas cuando están de por medio los altos intereses de la patria.

Por principio y regla general, el Congreso de los Estados Unidos ejerce función fiscalizadora sobre este tipo de operaciones, en atención a su especial naturaleza. Por la misma razón, en el hecho el Ejecutivo también mantiene informado de lo mismo al Legislativo.

Sin perjuicio de lo anterior, existen normas legales que obligan al Ejecutivo, en ciertos casos y circunstancias, a notificar expresamente al Congreso, con plazos determinados, sobre la realización de operaciones de este tipo con Estados extranjeros. Por ejemplo: primero, cuando superan determinado monto en dinero o cuando se refieren a transferencia tecnológica considerada de avanzada, o ambas situaciones a la vez. Segundo, cuando se trata de transferencia de material dado de baja por las Fuerzas Armadas Norteamericanas. Tercero, cuando fondos o armamentos destinados a un determinado país son desviados hacia un tercero.

En estos tres casos, existe obligación de notificar al Congreso con 15 o 30 días de anticipación, lo que rige para todos los países, sin discriminación alguna.

En relación con la Ley de Asistencia Exterior, que actualmente se tramita en el Congreso de Estados Unidos, en su informe expresa su apoyo al Ejecutivo por sus esfuerzos en restaurar las vinculaciones militares entre ambos países, en la medida en que en Chile se han fortalecido las instituciones democráticas y existe un rol de subordinación de las Fuerzas Armadas al poder civil.

Pese a ello, como es sabido, autoriza las operaciones de asistencia financiera militar y venta de armas con el requisito de que sean notificadas al Congreso con 15 días de anticipación.

Sin embargo, esta obligación de notificar, es meramente informativa y no confiere al Congreso ninguna facultad especial más allá de las que normalmente posee, como la de vetar u oponerse a las operaciones de que se trate. Entonces en el hecho no produce efecto alguno.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor KUZMICIC.-

Le ruego al Diputado señor Mekis que guarde el debido silencio, así como lo hice yo cuando Su Señoría hacía uso de su derecho a exponer.

Son muy numerosos los casos en que en el mismo proyecto de ley se contempla una exigencia similar para casos de muy distinta naturaleza. Ello sucede en una veintena de situaciones, completamente diversas entre sí.

Para los países andinos Perú, Colombia y Bolivia, el requisito impuesto en ese proyecto de ley va mucho más allá de la notificación previa, que también se exige, dado que deben especificarse los programas y agencias que recibirán esta cooperación, y señalarse otras precisiones respecto de su debida utilización.

Considero que se ha perdido una vieja tradición del Parlamento chileno, igual como ocurrió ayer con motivo de la visita del Canciller Helmut Kohl.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Prokurica.

El señor PROKURICA.-

Señor Presidente, en primer lugar quiero referirme a las palabras del colega señor Kuzmicic, para aclararle que no hemos tenido la intención de sacar provecho político.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor PROKURICA.-

Nuestro propósito es no discutir entre nosotros, sino hacer causa común para servir a Chile y proteger sus intereses.

Quiero analizar, someramente, los efectos causados a la seguridad y defensa de Chile por medidas como la conocida Enmienda Kennedy.

Todos sabemos que durante la década del 70 nuestro país vivió momentos muy difíciles en materia de defensa, ya que existió el riesgo de entrar en guerra con dos de nuestros tres vecinos.

En esa oportunidad, Chile, enfrentado a un eventual conflicto, no contaba con los medios necesarios ni siquiera para hacer un buen papel disuasivo. Muchos creen ver, justamente, en tales condiciones de defensa, la generación de esos eventuales conflictos.

En esa ocasión nuestro país, debido a la Enmienda aludida, que se parece a esta indicación, tuvo que recurrir, en un esfuerzo desesperado, a mercados secundarios para adquirir material de baja calidad y de gran costo, lo que le significó a Chile un endeudamiento que se arrastra hasta hoy. Los expertos en el tema han estimado el costo de los sobreprecios por los repuestos y elementos disuasivos pagados a los revendedores de armamentos, en una cantidad superior a los 1 mil 100 millones de dólares.

Conceptuado en forma rápida este problema, tanto en relación con los costos como con los riesgos de no contar con la ayuda necesaria en los momentos difíciles, cuando el país más lo necesitaba y a la luz del análisis, quiero formular algunas consultas al señor Ministro de Defensa.

La llamada Enmienda Kennedy tuvo su principal causa en el caso Letelier...

El señor LETELIER.-

¡No! Fue por la violación de los derechos humanos...

El señor PROKURICA.-

Si en este momento ese caso se tramita por la justicia chilena y en un franco progreso,...

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor PROKURICA.-

Señor Presidente, solicito que no me interrumpan; yo he escuchado, respetuosamente, a todos los señores Diputados que han intervenido.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

¡Señores Diputados, les ruego guarden silencio!

El señor PROKURICA.-

¿Hay alguna relación entre la medida adoptada como consecuencia de la indicación citada por el Gobierno de Estados Unidos y el caso Letelier?

¿Por qué actualmente existe un trato diferente y específico para Chile, en relación con los demás países sudamericanos, con ciertas excepciones en el caso del Caribe?

A su juicio, señor Ministro, mediante esta medida ¿se puede discriminar entre las Fuerzas Armadas de Chile y las de otros Estados? ¿Tiene la seguridad de que en un caso como el expuesto recientemente, o sea, ante el peligro inminente de guerra, no se negará la asistencia en materia de defensa?

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Yunge.

El señor YUNGE.-

Señor Presidente, la sesión de esta tarde ha sido convocada a solicitud de las bancadas de la Derecha, a raíz de declaraciones formuladas por el Diputado señor Mekis a su regreso de los Estados Unidos, donde participó en la Asamblea General de las Naciones Unidas como parte de la delegación chilena, a invitación del Gobierno de nuestro país.

Con la vehemencia que le caracteriza, que ayer demostró una vez más, junto con otros colegas de la Oposición, ha enfrentado la discusión pública con afirmaciones que es necesario y fundamental revisar.

El miércoles 9 de octubre, en el diario "La Segunda", el Diputado Mekis dijo que, en la práctica, a través de una "metamorfosis de la Enmienda Kennedy", se restablecían las prohibiciones que esta ley imponía. La tesis que hemos escuchado es que se cuestiona todo el tema de la cooperación, en materia de defensa, en las relaciones entre Chile y Estados Unidos. Se ha llegado al extremo de decir, sobre la base de "comentarios de prensa publicados en Washington D.C.", que detrás de esta ley estaría la intención de condicionar la cooperación militar a la salida del General Pinochet.

En primer lugar, me parece una frivolidad hacer una afirmación tan grave como ésta, sobre la base de comentarios de la prensa estadounidense, por lo que estimo necesario clarificar una serie de aspectos y antecedentes.

A estas alturas del debate público, y ya que en la intervención del señor Diputado el hecho no fue replanteado, ha quedado nítidamente claro que la Enmienda Kennedy no ha sido repuesta, no tiene vigencia alguna y no ha sido objeto de procesos de metamorfosis ni de nada que se le parezca. Eso ya es un punto superado. Ha quedado establecido que fue una afirmación equivocada y carente de toda seriedad y veracidad.

En segundo lugar, me parece grave que se insista en afirmar que se están imponiendo restricciones a la cooperación entre nuestro país y Estados Unidos, en el plano de la defensa, que irían en desmedro de Chile, en comparación con otros países, las que pondrían en peligro algunas acciones de cooperación.

En este punto, es conveniente que nos refiramos al hecho de que el proyecto en discusión en el Congreso norteamericano relacionado, en general, con la asistencia económica internacional en ese país fue elaborado sobre la base del Acta de Asistencia Externa, de 1969, que considera procedimientos para que el Congreso de Estados Unidos sea notificado de diversas actuaciones que realiza la administración de ese país, no sólo en materia de cooperación militar, sino también en otros ámbitos.

Además, en esa proposición de ley se indican diversas situaciones sobre las cuales debe informar la administración. Algunos de esos casos, incluso, "afectan" a ciertas acciones de cooperación en materia de defensa entre los Estados Unidos y los miembros de la Alianza Atlántica, principales aliados de Estados Unidos en el marco de la OTAN. Es decir, el Ejecutivo de Estados Unidos también tiene la obligación de poner en conocimiento del Congreso de los Estados Unidos determinadas materias de acción y cooperación.

Asimismo, debe informar acerca de disposiciones en las que, por ejemplo, se califiquen como aliados principales de Estados Unidos, a países no miembros de la OTAN. O sea, el Gobierno de Estados Unidos tiene la obligación de informar al Parlamento, en una serie de puntos; por ejemplo, en materia de asistencia, a, entre otros países, Bolivia, Perú, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Israel.

Otra afirmación, que quiero rebatir se refiere a que habría una conspiración siniestra al incluir a Chile en la cooperación militar, de manera que resulta perjudicial para la nación. Esa aseveración carece de argumentación y de una base seria y real.

En tercer lugar considero necesario aclarar esta situación de una vez por todas, para que no se sigan cometiendo los errores, de acuerdo con una ley, el Gobierno de Estados Unidos debe poner en conocimiento de los Comités de Relaciones Exteriores del Congreso de Representantes y del Senado de Estados Unidos, con quince días de anticipación, aquellos puntos y acciones de cooperación con nuestro país en materia de defensa. Se ha dicho que ello significaría que estas operaciones quedarían condicionadas a la aprobación del Congreso de Estados Unidos. Quiero desmentir enfáticamente esa afirmación por ser carente de toda veracidad.

En el evento de que el Congreso de Estados Unidos estuviese en desacuerdo con algunas de las acciones concretas, puntuales, no se lograría detener la operación. ¿Por qué? Porque la ley que entrará en vigencia establece sólo la obligación de informar. La suspensión de las operaciones de cooperación en materia de defensa, debe ser objeto de una reforma, tal como aconteció con la llamada Enmienda Kennedy que, a diferencia de lo que afirma el colega de Renovación Nacional que acaba de intervenir, no fue establecida como consecuencia del asesinato del ex Canciller Orlando Letelier, en 1976, sino por la violación de los derechos humanos y por las restricciones a la actividad sindical en Chile.

Después hubo un addendum en esta materia. Se incorporó, como requisito para el levantamiento de esta Enmienda, la situación lamentable y escandalosa del acto de terrorismo internacional, en la capital de Estados Unidos, que significó la muerte del ex Canciller Letelier y de la señora Moffit.

El cuarto punto que deseo clarificar se refiere a la falsedad de la información que da a entender, poco menos, que todo el tema de la cooperación militar, operación por operación, acción por acción, queda condicionada a la aprobación del Comité de Relaciones Exteriores, de los Representantes o de los Senadores de los Estados Unidos.

En consecuencia, reitero que me parece lamentable la realización de esta sesión, porque si el Diputado señor Mekis se hubiera informado oportunamente, aprovechando que formaba parte de la delegación de Chile en la Asamblea de las Naciones Unidas, nos habríamos ahorrado esta discusión.

Se ha dicho, señor Presidente, que se trata de defender el interés patriótico, el interés nacional. En la práctica, vemos una actitud casi permanente de una Oposición cada vez más terca y cerrada, que trata de buscar cualquier fórmula que signifique afectar la prestancia y la nitidez en los logros de nuestra política de relaciones exteriores, la cual cuenta con un respaldo inmensamente mayoritario, tanto a nivel del Parlamento como de la opinión pública nacional.

Por eso, hago un llamado a la responsabilidad de nuestros Honorables colegas, para que nos esforcemos porque la política exterior de nuestro país no sólo represente las posturas y planteamientos de nuestro Gobierno, sino para que sea efectivamente una política de carácter nacional. Para eso, no sólo el Gobierno tiene que actuar, en términos de dar los espacios y hacer las consultas necesarias, sino también los partidos de Oposición; y, en particular, los parlamentarios que se ocupan de estos temas deben tener una actitud muy nítida, transparente y responsable para dialogar y discutir en pos del fortalecimiento y de la prestancia de la posición internacional de Chile. Si hacemos del tema de la política exterior y para qué hablar de sus implicancias en política de defensa un punto de discusión, de debate público, de afirmaciones carentes de base real que, en el fondo, se enmarcan en la política de endurecimiento anunciada por Renovación Nacional en el último tiempo en sus vinculaciones con el Gobierno, estamos cometiendo un gran error.

Señor Presidente, hacia el futuro, es necesario que se terminen situaciones como las que analizamos hoy y como las que vivimos ayer en el Congreso Pleno. Estamos empeñados en un esfuerzo político de consolidación democrática y en un esfuerzo desde el punto de vista económico, para que este país tenga posibilidades de crecimiento, de proyección y de desarrollo. Sin embargo, se insiste en la búsqueda incesante de estos puntos de conflicto, de encuentro y de fricción.

Esa postura me parece inadecuada. Tiene que superarse la irresponsabilidad en función del interés nacional.

Espero que esta sea la última oportunidad en que nos veamos enfrentados a este tipo de diálogos inconducentes, que en nada contribuyen a la fortaleza de Chile en su postura internacional.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Letelier.

El señor LETELIER.-

Señor Presidente, a petición del colega señor Mekis, de su bancada y de los colegas de la UDI, se acordó realizar esta sesión especial de la Cámara de Diputados, para analizar lo que algunos consideran "nuevas restricciones a la asistencia militar de Estados Unidos a Chile".

En esta ocasión, me gustaría, en primer lugar, entregar algunas opiniones específicas respecto de la norma que se debatió en el Congreso norteamericano, para que la opinión pública y los colegas parlamentarios entiendan bien qué está en discusión; en segundo lugar, emitir algunas opiniones más generales sobre lo que, en ocasiones, considero una actitud irresponsable de la Derecha o de integrantes de la Oposición en el tratamiento de los asuntos internacionales.

Respecto de la norma específica en discusión, se ha aprobado una legislación sobre asistencia militar que regula una política de una superpotencia, como es Estados Unidos, respecto de una nación ubicada en el confín del mundo, y, en particular, una norma aprobada el año 1961, a partir de la cual el Congreso norteamericano, a diferencia de nuestra triste realidad, tiene atribuciones para definir la política de defensa de su país. Tiempo atrás, ese Congreso le entregó facultades al Ejecutivo. En esta ocasión, ha planteado una materia sobre la cual debe ser consultado, ya que es el Congreso el que sube, reduce y establece los fondos que se utilizan de parte de esa superpotencia en todo el quehacer de su país, a diferencia de nuestra triste realidad como nación. Se trata de que se le debe informar si el Ejecutivo implementará algún programa de transferencia de armas o de asistencia militar.

Evidentemente, lo que está en discusión en ese país soberano es un mecanismo de regulación en las relaciones entre los poderes Legislativo y Ejecutivo. No debe llamarnos la atención que eso ocurra, porque en ese país, que es una superpotencia, el abuso del poder de parte del Ejecutivo en otras ocasiones lo ha llevado a condiciones desastrosas. Cito el caso de El Salvador, en cuya guerra civil el Ejecutivo actuó cuando había un gobierno constitucional, encabezado por el señor Duarte, y al ejército se le transfirieron armas directamente, profundizando una crisis inmensa, sin informar al Legislativo. Por lo tanto, en mi opinión, es una norma de sana convivencia de otro país; es una norma para regular las relaciones entre dos poderes de otro Estado.

Lo que no ha dicho el colega Mekis y que considero fundamental dejarlo en claro respecto de la norma es que tiene un agregado: no sólo le tienen que informar al Congreso norteamericano con quince días de anticipación, si se implementarán algunas políticas de transferencia o de venta de armas, sino que y esto sí que es relevante, y es lo que hay que destacar y aplaudir de parte del Congreso norteamericano han aprobado que se les tenga que consultar a los gobiernos democráticos constituidos en los países que serán receptores de la ayuda. Cuán importante es esta norma que establece que antes de que se implementen programas de transferencia militar de Estados Unidos a América Latina o al Caribe, primero se les informe a los gobiernos democráticos existentes, situación que no ocurría en el pasado y que contribuyó a la grave crisis que se ha prolongado en una guerra civil de casi doce años en El Salvador.

¿Cuál es el espíritu de las normas que se han aprobado? ¿A qué texto se refieren en sus intervenciones varios parlamentarios?,

Primero, aplaudir, aprobar y apoyar la subordinación de las Fuerzas Armadas, que poseen las armas de toda la nación, a la autoridad civil en América Latina. Una sana tesis, algo que no ocurrió durante algunas décadas en nuestro país.

Es normal que el poder soberano de Estados Unidos mantenga algunas facultades en cuanto al uso de recursos de ese Estado. A mi juicio, no es una restricción, sino que es una regulación.

El Diputado señor Mekis ha dicho que esta norma corresponde a un cuadro de condicionamiento de las relaciones negativas, supuestamente, entre nuestro país y Estados Unidos, manejo en el cual el Gobierno actual habría tenido pasos errados. Sobre el caso de las uvas, colega Mekis, lo invito a que vaya a la Subcomisión de Presupuesto, donde está la partida del Ministerio de Agricultura, para que conozca los recursos que destinó este Gobierno para estudiar en forma seria el problema de las uvas. Lo invito, colega, a que discutamos con altura ciertos temas, como la Enmienda Kennedy y la Comisión Bryan, aprobados en forma soberana en este Congreso Nacional.

En esto he emitido opiniones públicas, en el sentido de que no compartía la estrategia del Gobierno en esta materia, de levantar la enmienda Kennedy en el momento que se hizo; pero entendí, y por eso lo he apoyado, que era en bien de la nación, para que nuestro país no gastara más en la compra de armas o en el programa de asistencia técnica con Estados Unidos, y, sobre todo, para favorecer y estimular un acuerdo de libre comercio en el futuro, que beneficiará, sin duda, al país, pero, en particular, a ciertos sectores productivos. Era importante levantar la Enmienda Kennedy, a pesar de que en nuestro país no se ha hecho justicia, en un caso, respecto del cual el Diputado señor Mekis quizás comparta la tesis del General Contreras, un poco absurda.

Siento que la Derecha está actuando en forma irresponsable, o más bien algunos integrantes de la Oposición, en sus opiniones respecto de las relaciones internacionales.

Por un lado, el senador señor Ortiz de Filippi, con sus comentarios sobre las relaciones con Argentina, genera una tensión falsa, y, por otro, las opiniones de un dirigente destacado de la Unión Demócrata Independiente, volviendo a la tesis de Charaña, relacionada con un acuerdo para entregarle un corredor a Bolivia confirman nuestra aseveración.

Asimismo, está la actitud asumida en el día de ayer, en presencia de uno de los hombres que representa a una de las cuatro potencias del mundo, como es el Canciller Kohl, por algunos colegas de la Derecha, que se retiraron del Salón de Honor, demostrando intolerancia, por una opinión que ellos no comparten.

Siento lo que está ocurriendo. Con pesar constato que hay sectores de la Oposición, que más que ser de Centro-Derecha o de Derecha, en ocasiones caen en posiciones de abierta ultra derecha. 'Búsquenme un congresista en Estados Unidos que sea de Izquierda. Por favor. Habrá que buscar con lupa a parlamentarios del Senado o del Congreso norteamericano que pertenezcan a esa tendencia. Eso es desconocer la realidad política estadounidense. Habrá sectores progresistas; pero decir que hay parlamentarios de izquierda, es realmente un absurdo. Y eso lo sabe el Diputado señor Mekis.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor LETELIER.-

Hay una actitud de irresponsabilidad, que los ha llevado a posiciones tales que un partido de Derecha, como el español, el Partido Popular, no se reúne con Renovación Nacional porque lo considera fuera del escenario democrático.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor LETELIER.-

Esta situación no debe ser motivo de alegrías. Al contrario, nos interesa que todos los sectores podamos concordar, unánimemente, en una política exterior, sin utilizar normas o contextos como éstos, para realizar una guerra de guerrillas en torno a ciertos temas.

La política exterior de Chile debe ser, como lo fue tradicionalmente, una política nacional. No del Gobierno de tumo, sino de todos los sectores políticos. Si existen discrepancias como en el pasado, que se discutan y se vierta hacia afuera una opinión responsable. Eso le da prestigio a nuestro país, en una estrategia de reinserción internacional que, sin duda, ha sido exitosa. Díganme ustedes si no ha sido exitoso el que hayan visitado nuestro país numerosos jefes de Estado durante el último año y medio, así como la cantidad de países en los cuales puede ser recibido el Presidente de la República de Chile en el exterior, y los acuerdos suscritos. Ello ocurre después de 17 años, en que el presidente de turno, no electo por cierto, no pudo salir del país durante muchos años, porque no era recibido en ningún lado. Además, los jefes de Estado de países vecinos que venían distaban mucho de ser representativos de los poderes reales del concierto internacional y menos aún de ser personeros queridos en sus propios países.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Bartolucci.

El señor BARTOLUCCI.-

Señor Presidente, en primer lugar, quiero rescatar la utilidad y la conveniencia de la sesión de esta tarde. Es de la más alta importancia para los Diputados y para el país discutir un tema tan trascendente para el futuro de la defensa nacional.

Desde luego, no concuerdo con quienes han señalado que la sesión es inútil y que no debió realizarse. Precisamente, es la Cámara el lugar donde debemos informarnos y debatir una materia tan trascendental para el futuro del país.

Para todos es sabido que muchas veces Estados Unidos ha intervenido en nuestros asuntos internos. También, que la relación con nuestros vecinos, en muchísimas oportunidades, ha estado al borde de la beligerancia, que nadie quiere. Sabemos que la defensa constituye uno de los elementos más importantes para el desarrollo del país.

De manera que no es ocioso ni está de más preocuparnos de modo serio, como ha sido este debate, de la materia. Las distintas intervenciones han ido aclarando un tema que ha causado conmoción en la opinión pública. Ha sido bueno traerlo a la Cámara, a petición de Renovación Nacional y de la UDI, a fin de compartir argumentos e informaciones que nos ilustren.

No cabe ninguna duda que las aprensiones del Diputado señor Mekis tienen fundamento. Las preguntas que ha formulado son importantes. La presencia de los señores Ministros, precisamente, permitirá aclarar las dudas. Tendremos la oportunidad de salir de la sesión tranquilos respecto del futuro de la defensa nacional.

La Unión Demócrata Independiente entrega su más absoluto respaldo al debate de esta tarde. Al mismo tiempo, espera que las respuestas de los señores Ministros, en definitiva, sean clarificadoras, para dar por terminado un debate que ha suscitado serios reparos en la opinión pública y una preocupación legítima en sus representantes, los Diputados.

Por lo tanto, en esta reflexión, llamamos a encontrar la verdadera respuesta, que entregue lo que el país espera: respeto hacia Chile, relaciones internacionales en igualdad de condiciones y tranquilidad acerca de que nuestros vecinos no afectarán la soberanía nacional.

Esperamos las respuestas de los señores Ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores, a fin de saber a qué atenernos en una materia tan importante y trascendente para el futuro del país.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Faulbaum.

El señor FAULBAUM.-

Señor Presidente, el Diputado señor Mekis señaló cierta regresión en las relaciones bilaterales entre Chile y los Estados Unidos. Posteriormente, el Diputado señor Prokurica indicó los efectos duros para Chile de la Enmienda Kennedy. Es curioso, pero ninguno de los dos manifestó que ella derivó de situaciones generadas durante el régimen anterior y la solución definitiva se logró por este Gobierno mediante la solución de los problemas en las relaciones internacionales, en particular con los Estados Unidos.

Sin duda, el triunfo de la democracia en nuestro país generó un clima favorable a la reinserción de Chile en el contexto mundial de naciones. Este gran paso fue esperado con ansias por la comunidad internacional. Es así como representantes de muchos pueblos amigos, según se ha señalado, se hicieron presentes con ocasión del cambio de mando, para compartir la alegría de todo el pueblo chileno.

A su vez, este minuto histórico marcó un hito en la nueva etapa de relaciones bilaterales con muchos países. Tal es el caso de la relación chileno-norteamericana, que durante este año y medio ha estado marcada por un evidente estrechamiento de vínculos.

Su Excelencia, el Presidente de la República, señaló desde un principio, que uno de los primeros objetivos del Gobierno, en materia de política exterior, sería el de mejorar las relaciones con Estados Unidos, en particular respecto de la pronta solución de los asuntos bilaterales pendientes.

Este proceso se inició con el intercambio de visitas y la celebración de reuniones al más alto nivel con representantes gubernamentales, de las Fuerzas Armadas, parlamentarios y empresarios, de uno y otro país.

Con fecha 2 de octubre de 1990, el Presidente Aylwin se reunió con el Presidente Bush, en Washington, ocasión en que analizaron variados temas de la relación bilateral.

El Mandatario de Estados Unidos comunicó al Jefe del Estado chileno el ingreso de Chile al sistema OPIC y reiteró su decisión de visitar nuestro país en diciembre de 1990.

Previo al viaje, la Administración Bush determinó incluir a Chile como beneficiario del Sistema Generalizado de Preferencias. Asimismo, envió informe al Congreso norteamericano para certificar la situación chilena, fundamentalmente en materia de derechos humanos, hecho que terminó con la denominada Enmienda Kennedy.

En este sentido, cabe destacar la voluntad del Gobierno chileno, concordante con la importancia que también le atribuye el norteamericano, de esforzarse en la búsqueda de solución al caso Letelier, que el país del Norte considera como un problema pendiente en las relaciones políticas bilaterales. Por lo demás, este asunto no se origina en este Gobierno.

Con oportunidad de su visita, el Mandatario estadounidense vierte elogiosos comentarios al proceso democrático chileno e individualiza a nuestro país como modelo regional, en condiciones de beneficiarse con las numerosas iniciativas existentes en el ámbito económico.

La seriedad y la responsabilidad en la conducción del país por parte del Presidente Aylwin, han permitido que el Gobierno norteamericano reconozca en Chile a un socio confiable y busque una mejor integración en todas las áreas, particularmente en el sector económico-social.

En este marco, el 1° de octubre de 1990, el Ministro de Hacienda, señor Foxley, y la representante comercial de los Estados Unidos, Embajadora Carla Hills, suscribieron un acuerdo que crea el Consejo de Estados Unidos y Chile sobre el comercio y la inversión, que, entre otros objetivos, persigue identificar y eliminar los impedimentos del flujo comercial y de inversión y trabajar por abrir los mercados entre ambos países.

Podría decirse que esta etapa de acercamiento y normalización de las relaciones con Estados Unidos culmina en la ocasión en que el Presidente George Bush visita nuestro país, los días 5 y 6 de noviembre de 1990. En esa oportunidad, de nuevo ambos jefes de Estado analizan detenidamente diversos aspectos de la relación bilateral y sus avances e intercambian puntos de vista sobre lo que ella debe ser en un futuro próximo.

En el ámbito castrense, en particular, es destacable la normalización de las relaciones entre los Ministros de Defensa y Fuerzas Armadas de ambos países. Chile ya no enfrenta las sanciones, restricciones o límites en sus vínculos castrenses con Estados Unidos, como durante la administración pasada.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminó el tiempo de la bancada radical, señor Diputado.

El señor FAULBAUM.-

Termino de inmediato, señor Presidente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tendría que ser muy breve, porque terminó su tiempo.

El señor YUNGE.-

Señor Presidente, le concedo dos minutos al Diputado señor Faulbaum.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Puede continuar, Su Señoría.

El señor FAULBAUM.-

El nuevo espíritu de relaciones se vio reflejado en el viaje del Ministro de Defensa, señor Patricio Rojas, que atendió una invitación de su similar, el señor Dick Cheney.

La relación con Estados Unidos puede calificarse de promisoria. La mayoría de los problemas heredados por el actual Gobierno han encontrado una pronta y efectiva solución. Los que aún subsisten, están focalizados mayoritariamente en el sector del comercio agrícola y se deben a medidas genéricas adoptadas por el Congreso norteamericano. Esperamos que el esfuerzo bilateral impuesto por ambas naciones culmine de la manera más satisfactoria, y los avances son una buena garantía en este sentido.

Por último, no resulta razonable que por una cuestión menor, cual es el motivo de la citación a esta sesión, una "posible restricción a la cooperación militar y venta de armamentos a Chile por parte del Gobierno de Estados Unidos de América", que, por lo demás, será calificada en su real sentido por las intervenciones de

los Ministros señores Silva Cimma y Rojas, se pretenda olvidar e incluso opacar los grandes avances y esfuerzos que en materia de relación bilateral chileno-norteamericana se han logrado durante el Gobierno democrático.

En verdad, Renovación Nacional, en particular desde hace mucho tiempo, está empeñado en una campaña pertinaz en contra de la política bilateral seguida por el Gobierno chileno con Estados Unidos, sin duda, con carencia absoluta de la objetividad necesaria para el tratamiento de este tipo de temas. Esto lo calificamos como una triste conducta.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Navarrete.

El señor NAVARRETE.-

Señor Presidente, mi aproximación al tema va a ser desde el punto de vista de las consecuencias que la restricción tiene para la Defensa Nacional.

Sin embargo, antes quiero hacer un par de precisiones.

Nadie va a entender la súbita ternura y el lloriqueo de los Diputados marxistas en defensa del "pobre e indefenso" Congreso norteamericano, después de que durante años no hicieron otra cosa que criticarlo en la forma más violenta y descomedida. Les va a costar mucho explicar al país esta extraña voltereta y entreguismo.

El Diputado señor Letelier debe saber que el Partido Popular Español se reunió varias horas con la directiva de nuestro partido. Lo que nuestro partido no hace es reunirse con el frente terrorista Manuel Rodríguez.

Por otra parte, nuestro partido no le teme a Estados Unidos. La Izquierda, hoy tan risueña, no puede negar que durante muchos años le tuvo terror y pánico al gigante soviético que cayó.

Por último, quiero decir al señor Letelier que la comparación entre el caso de la República de El Salvador y el Frente "Furibundo Martí" no tiene absolutamente nada que ver con la discriminación res’ pecto de Chile con sus vecinos.

Pero, en el fondo, cómo llegamos a la situación de hoy.

Las limitaciones en la ayuda, ventas, créditos y licencias de exportación a Chile, más conocidas como Enmienda Kennedy, disponen que ninguna venta de artículos, ítemes o servicios para la Defensa podrá ser hecha a Chile bajo el decreto para el control de las exportaciones de armas. Ningún crédito incluyendo la participación en créditos, podrá ser extendido y ningún empréstito podrá ser garantizado para Chile bajo el decreto ya mencionado. Ninguna licencia de exportación podrá ser emitida en favor del Gobierno de Chile bajo el decreto para el control de las exportaciones de armas, hasta que el Presidente de los Estados Unidos proponga al Presidente de la Cámara de Representantes y al Presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado un detallado informe, certificando: a) que el Gobierno de Chile ha hecho significativos progresos en el respeto de los principios internacionales de los derechos humanos; b) que la venta o provisión de tales ayudas, servicios o ítemes sea otorgado sólo en el exclusivo interés de los Estados Unidos; c) que el Gobierno de Chile no está auxiliando, incentivando o encubriendo el terrorismo internacional, y d) que el Gobierno de Chile está dando los pasos apropiados para colaborar en llevar a la justicia, tanto en los Estados Unidos como en Chile, a aquellos acusados por el Gran Jurado de Estados Unidos en conexión con los asesinatos de Orlando Letelier y Ronnie Moffit.

Esta es la norma que hoy, en forma velada, se pretende reponer en la Comisión Mixta del Congreso de los Estados Unidos.

¿Quiere decir, entonces, que el Parlamento de los Estados Unidos con esta disposición nos está demostrando que Chile no ha hecho nada significativo en materia de derechos humanos? ¿O que se sospecha que está auxiliando, incitando o encubriendo el terrorismo internacional? ¿O que no ha dado pasos apropiados para llevar a la justicia a los asesinos de Orlando Letelier y de la señora Moffit? Si no es así, ¿cuál es la razón? Espero que los señores Ministros de Defensa o de Relaciones Exteriores, presentes en la Sala, nos entreguen una respuesta exacta y concreta acerca de su conocimiento respecto de estos motivos.

Además, es bien sabido que esta enmienda tuvo un gran impacto y un efecto inmediato en las instituciones de la Defensa Nacional. El Ejército fue el que recibió el mayor impacto y le costó mucho buscar los caminos adecuados para resolver los problemas de abastecimiento y adiestramiento de sus oficiales y cuadro permanente, sobre todo por el peligro que vino del norte, a medida que se acercaba el año 1979, fecha límite para dar cauce al revanchismo de ese ex Presidente marxista, Velasco Alvarado, que se había reactivado en las filas de las instituciones armadas peruanas.

Los partidos políticos de oposición en esa época, y que hoy son Gobierno, más los asilados políticos, fueron los gestores y los responsables de la aplicación de la Enmienda Kennedy y ejercieron presión ante los países europeos para que se sumaran al bloqueo de armas y material bélico a Chile, sin lograr, afortunadamente, su objetivo.

Todos sabemos que sólo el tino, la prudencia y la firmeza del gobierno militar, junto a la inapreciable y nunca suficientemente agradecida comprensión, ayuda e influencia de Su Santidad, nos salvó de una guerra por la posesión de las islas del Canal Beagle.

Por eso, creo que va a pesar siempre en la conciencia de los que gestaron esta enmienda la indefensión con que dejaron a su patria frente a la amenaza de los vecinos del norte y del este.

Pese a ello, el embargo produjo el efecto milagroso de forzar a las instituciones de la Defensa Nacional a encontrar nuevos abastecedores, y gatillo el interés en desarrollar una industria militar nacional y sustitutiva de abastecimiento.

No tiene, entonces, consecuencias graves en el plazo inmediato para la Defensa Nacional esta potencial posibilidad de negativa de vienta de material de guerra o tecnología, porque ya los Estados Unidos no son nuestros abastecedores. El problema puede presentarse a posteriori.

La gran trascendencia de esta medida está, a mi juicio, en el malestar generalizado, unido a un distanciamiento que ha terminado en un sentimiento antinorteamericano muy fuerte entre los oficiales de las Fuerzas Armadas y, en especial, entre aquellos que se graduaron antes de 1976 en la Escuela de Comando y de Estado Mayor del Ejército norteamericano, con el cual nunca antes había habido fricciones. La interrupción de este flujo de intercambio acentuaría el sentimiento antinorteamericano al que ya me he referido al interior del Ejército, máxime si cada día es más evidente que la medida que analizamos apunta indisimuladamente a discriminar al Ejército y a meter una cuña entre las instituciones de la Defensa Nacional. La lealtad indiscutible de los miembros del Ejército hacia la persona de su Comandante en Jefe transforma esta medida en un "boomerang" que se volverá contra sus autores, máxime cuando es público y notorio que el Ejército norteamericano, como el Pentágono, nunca estuvieron de acuerdo en aplicar esta enmienda porque estimaban y con razón que a la larga resultaría más negativa para Estados Unidos que para Chile.

Considerando que una política de Defensa Nacional necesita de estabilidad en adquisiciones de material bélico y adiestramiento de los oficiales y cuadro permanente, es nuestra opinión que el gobierno de Chile debe adoptar un curso de acción permanente respecto de su vínculo, relación y dependencia militar con el Gobierno de Estados Unidos, porque no es bueno ni conveniente para el interés superior de la nación que esta gran influencia del Poder Legislativo de los Estados Unidos, en materia de defensa, tenga a nuestro país sujeto a los avatares de la política interna norteamericana.

Termino solicitando al señor Ministro que nos informe sobre dos aspectos: Primero, ¿cuál será la reacción o actitud que adoptará el Gobierno de Chile frente a la Comisión Mixta del Congreso de Estados Unidos?, y segundo, ¿cuál será la posición permanente del Gobierno de Chile respecto del aprovisionamiento de material bélico para las instituciones de la Defensa Nacional en los Estados Unidos de Norteamérica?

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Coloma.

El señor COLOMA.-

Señor Presidente, como ya se han planteado varias inquietudes con respecto al tema, es oportuno sugerirles a los Ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional que empiecen a responder algunas que podrían derivar a un conjunto de otras preguntas, o a una satisfacción de las mismas, en términos de tener un debate con sentido, como el que ha planteado el Diputado señor Bartolucci, donde desideologicemos el tema y coloquemos el sentido de país como elemento previo de análisis antes que los intereses particulares. Por lo tanto, sugiero al señor Canciller está dentro de sus facultades acceder o no que vayamos a las respuestas, a fin de plantear, quizás, otras inquietudes que están dando vueltas.

Pero, antes, por parte de nuestra bancada, quiero, en forma breve, hacer dos preguntas finales que podrían ser útiles para ilustrar el tema, porque aquí no estamos para sacar dividendos políticos; este es un problema de toda la nación, y, por lo tanto, debemos concentramos hacia esa disposición.

En primer lugar, si el señor Canciller, en el fondo, está o no de acuerdo con esta norma.

En segundo lugar, si de él dependiera, exclusivamente, ¿haría o no alguna modificación para asegurar mejor los legítimos intereses del país?

En caso de que esta segunda pregunta fuese respondida en forma positiva, ¿vería o no con buenos ojos que el Parlamento chileno, por ejemplo, por unanimidad, solicitara al Presidente Bush un veto sobre la disposición en estudio?

Con estas preguntas bastante simples quizás podremos avanzar y calibrar con exactitud y, para la historia de las relaciones exteriores del país, saber cuál es la política del Gobierno y la gravedad o no que se vislumbre anticipadamente a la eventual aprobación de esta norma.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Dupré.

El señor DUPRE.-

Señor Presidente, antes de entrar en el tema que nos preocupa y para el cual fuimos citados, hago notar que algunos parlamentarios de la Derecha han tratado varios otros temas, como la Enmienda Kennedy, los Acuerdos Bryan-Pérez Mujica, la relación general con los Estados Unidos, etcétera.

Una vez más rechazamos la frescura ilimitada con la que se pretende enjuiciar la política exterior exitosa del Presidente

Aylwin de quienes mantuvieron una incondicionalidad con el gobierno pasado, que aisló a Chile internacionalmente, por el repudio general que el mundo manifestaba respecto de la dictadura.

Si algunos desean discutir alguna materia específica o el notable avance y mejoramiento de las relaciones de Chile con otros Estados, estamos dispuestos a hacerlo con fundamentos serios y reales.

Pero, me referiré al punto indicado en la citación de esta sesión.

El Diputado que en nombre de Renovación Nacional y de la UD1 ha fundamentado la petición de la Derecha respecto de la citación a esta sesión especial ha entregado una serie de antecedentes inexactos, que trataremos de clarificar.

Se indica que en el proyecto pendiente en el Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica, sobre cooperación militar con otras naciones, se contiene una normativa legal discriminatoria respecto de Chile. Esta afirmación sólo supone un desconocimiento de su contenido, puesto que en él no existe ningún condicionamiento para la transferencia tecnológica ni para la cooperación militar o para la venta de equipos militares a Chile.

La normativa legal vigente, denominada Ley de Ayuda Exterior o Acta de Asistencia Extranjera data de 1961, es decir, son disposiciones vigentes desde hace 30 años y se refieren a las informaciones que deben considerarse para acceder a la cooperación con todos los países con los que Estados Unidos decida establecer ayuda militar.

En los Estados Unidos, el Congreso como también lo hacemos nosotros en Chile, por principio y regla general, ejerce su función fiscalizadora sobre las operaciones militares en atención a la especial naturaleza de ellas. Por ello el Ejecutivo debe mantener informado al Legislativo respecto de estas materias; pero, además, existen normas legales que obligan al Ejecutivo, en determinados casos y circunstancias, a notificar expresamente al Congreso, mediante actas, con plazos específicos de 30 o 15 días de anticipación, sobre la realización de operaciones de naturaleza militar con otros Estados extranjeros. En estos casos, cuando existe esa obligación, que rige para todos los países sin discriminación, se expresa que es posible hacerlo en la medida en que se cumpla con determinadas situaciones que se plantean en dichas actas.

Se aduce que el Congreso norteamericano podría vetar dicha cooperación militar, previamente aprobada por el Ejecutivo. El desconocimiento que la Derecha ha manifestado sobre el particular es tan grande, que en uno de los párrafos del proyecto, el llamado Comité Mixto del Congreso se pronuncia favorablemente respecto de Chile con la calificación de avance "impresionante" del Gobierno del Presidente chileno, Patricio Aylwin, por el fortalecimiento de las instituciones democráticas.

Indica, además, dicha fundamentación, que el Comité de la Comisión Mixta del Senado y de la Cámara de Representantes respalda los esfuerzos de la rama ejecutiva por restaurar las relaciones normales entre las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y de Chile.

Por otra parte, queremos dejar establecido que toda esta materia, sobre la que sin conocimiento alguno e infundadamente se ha solicitado una sesión especial de la Cámara, dice relación con un mero proyecto de ley que fue aprobado por el Senado, informado por la Comisión Mixta, cuya aprobación definitiva está pendiente aún en la Cámara de Representantes, y que luego de ser aprobada por ella está sujeta todavía a la decisión del Presidente Bush.

Como si esto fuera poco, el otorgamiento de asistencia militar y ventas de armas a Chile aparece en una sección de la ley NQ 724, y que allí se indica que ésta se hará según lo dispuesto en la sección 634 A, de la Ley de Asistencia Externa, de 1961.

Discúlpenme, pero quiero fundamentar acerca de cómo opera esta situación de cooperación en general.

La sección 634 A, del Acta de Cooperación Externa, de 1961, establece un procedimiento para que el Congreso sea notificado de algunas acciones específicas que realiza la administración.

El proyecto de ley sobre Asistencia Externa 1992-1993, que emanó de la Comisión Mixta el 27 de septiembre de 1991, contiene numerosas referencias a dicha sección que responden al interés del Congreso en materias específicas. Por tratarse de asistencia militar, las referencias concretas que se hacen se refieren a países en desarrollo. No siempre la disposición relativa a la notificación se origina en la sección 634 A, de 1961. En ocasiones, el Congreso pide sólo información sin hacer referencia a dicha disposición, como por ejemplo, en la medida dispuesta en la sección 721, N°17, referida a transferencia de naves aéreas a Centroamérica y el Caribe, o la de la sección 1.302, N° 28, sobre apoyo a la incorporación de la Unión Soviética al Fondo Monetario Internacional.

A continuación, describiré las principales disposiciones que requieren una notificación anticipada al Congreso, para que se aprecie la ignorancia que se ha manifestado sobre esta materia.

Derechos Humanos y Democracia.- La sección 281, relativa a la asistencia para apoyar iniciativas democráticas y de respeto a los derechos humanos, se refiere a programas que pueden ser desarrollados con África y señala que el Congreso debe ser notificado con 15 días de anticipación, antes de comprometer fondos para estas actividades.

Asistencia Financiera Militar Externa.- La sección 202, letra c), establece que pueden financiarse operaciones de leasing a Israel y a Egipto para obtener determinados equipos de proveedores comerciales, sólo si los Comités correspondientes del Congreso son notificados con 15 días de anticipación.

La sección 202, también se refiere a la posibilidad de que el Presidente suspenda las ventas militares a un país determinado, circunstancia que debe ser notificada previamente al Congreso con 15 días de anticipación, por lo menos.

La sección 202. Si el Presidente, por las razones enumeradas en la ley, deseara cambios de las condiciones de asistencia crediticia, deberá notificar al Congreso, de acuerdo con los procedimientos aplicables en la sección 634 A.

Respecto del almacenamiento de equipos, la sección 207 establece disposiciones sobre almacenamiento de equipos de defensa localizados en Corea, Tailandia o en cualquier país miembro de la OTAN, o que sea un importante aliado no-OTAN o en cualquier otro que el Presidente designe. El Presidente deberá notificar señala esa disposición a los Comités correspondientes del Congreso sobre esta materia, de acuerdo con el procedimiento establecido en la sección 634 A.

La sección 223, sobre designación de los principales aliados de Estados Unidos no miembros de la OTAN, señala que el Presidente puede elegir a un país como aliado principal, aun cuando no sea miembro de la OTAN, pero debe notificar a los Comités respectivos del Congreso con 15 días de anticipación.

La sección 302, letra e), se refiere a que no podrá concederse armamento para combatir el narcotráfico, a menos que 15 días antes de comprometer los fondos para este propósito, el Congreso sea notificado de conformidad con la sección 634 A.

La sección 484, letra a), se refiere a las naves aéreas que puedan facilitarse con el propósito de combatir el narcotráfico, lo que debe ser notificado previamente a los Comités del Congreso, de acuerdo con la misma sección.,

La sección 490, letra c), relativa a la asistencia bilateral, se refiere a que se puede retener el 50 por ciento de los fondos asignados para los países catalogados como importantes en la producción de drogas o en el tránsito de las mismas, a no ser que el Presidente norteamericano determine que la aplicación de esta disposición es contraria al interés de los Estados Unidos, lo que debe ser notificado a los Comités pertinentes del Congreso.

La sección 490 A se refiere a otras normas de ayuda, diferentes a las contenidas en la Ley de asistencia a los países relacionados con actividad de producción y tráfico de narcóticos, estableciendo que, en caso de que así se disponga, deberá procederse a una reprogramación, la que debe ser previamente notificada al Congreso, de acuerdo con la sección determinada.

La sección 305 se refiere a ciertas excepciones a la asistencia militar relacionadas con narcotráfico y establece excepciones a determinadas disposiciones, las que deben ser notificadas previamente al Congreso con 15 días de anticipación.

La sección 306 señala que las restricciones vigentes para asistencia a países extranjeros, pueden ser dispensadas si antes de 15 días de asignar los fondos para dicha asistencia, el Presidente notifica a los Comités respectivos del Congreso con acuerdo a la sección 634 A.

La sección 702 establece una serie de restricciones a la asistencia para Guatemala, pero permite hacer excepciones a las mismas si los Comités del Congreso son notificados con 15 días de anticipación.

La sección 712 señala que el Presidente, 15 días antes de ofrecer cualquier asistencia militar a Haití y 15 días antes de comprometer fondos para asistencia militar a ese país, deberá ser notificado por los Comités correspondientes del Congreso.

La sección 721 establece que antes de transferir o exportar helicópteros u otras naves a un país de Centroamérica o el Caribe, para uso militar, el Presidente deberá notificar a los Comités apropiados del Congreso con 15 días de anticipación.

Y aquí se han señalado, respecto de los países andinos, algunas inexactitudes que deseo destacar.

La sección 733 señala determinadas condiciones para canalizar asistencia y transferir artículos de defensa a Bolivia, Colombia y Perú durante los años 1992 y 1993. Se establece que el Presidente deberá notificar a los Comités respectivos del Congreso, por escrito, de acuerdo con los procedimientos aplicados en la sección 634 A, de la Ley de Asistencia Externa de 1961, especificando el país al que se le otorga asistencia, el tipo y valor de la misma, los programas y agencias que la recibirán y un informe de cómo esta acción contribuirá a los objetivos que dispone la sección 733 de la ley (respeto de los derechos humanos, investigación de violaciones a los derechos humanos, control efectivo del gobierno de esos países sobre las operaciones militares y policiales relacionadas con actividades para combatir el narcotráfico y la insurgencia).

En fin, la sección 754, se refiere al mejoramiento del imperio de la ley en determinados países; la 901, es respecto de Birmania; la 902, sobre Camboya; la 909, en cuanto a programas regionales con el Pacífico Sur.

La sección 293, señala que la asistencia puede ser otorgada a través de ONG, dedicadas a salud, educación y vivienda, aun cuando las instituciones sean controladas por el gobierno de Sudáfrica, si el Presidente consulta con los Comités correspondientes del Congreso y si informa a éste con 15 días de anticipación, de conformidad a la sección 634 A.

La sección 1.048 se refiere a la asistencia a Zaire, y la 1.302, como he indicado, a la incorporación soviética al Fondo Monetario Internacional, y expresa que el

Secretario del Tesoro podrá apoyar esa incorporación sólo después de que el Presidente certifique al Congreso, con por lo menos treinta días de anticipación, una serie de condiciones relativas a la reforma económica y política a la Unión Soviética.

Señor Presidente, podríamos seguir abundando en mayores antecedentes, pero creemos que está suficientemente aclarado que los planteamientos de la Derecha, de quienes han solicitado esta sesión, lo han hecho basados en su ignorancia sobre el tema. Y digo ignorancia, porque no podemos concebir que se haya hecho de mala fe o con un afán simplemente politiquero, puesto que en materias internacionales, de la naturaleza de la colaboración y asistencia que estamos discutiendo, no se podría concebir que hubiese algún parlamentario que, por afanes pequeños, ponga en debate, con caracteres de escándalo, una materia con la que quieren desinformar a los chilenos, puesto que, si llegara a suceder, no lo aceptaríamos y lo rechazaríamos categóricamente.

Por ello, ante la posibilidad de que parlamentarios de la Derecha, como se ha informado, presenten un proyecto de acuerdo en esta sesión, nosotros, los democratacristianos, simplemente lo rechazaremos, porque sería una vergüenza que todo el Parlamento chileno, que debe ser muy serio en sus actuaciones, basara alguna resolución sobre inexactitudes e ignorancia sobre el tema.

Finalmente, veremos que todo lo afirmado por la Derecha es inexacto cuando se reúnan los Comandantes en Jefe de Ejércitos Interamericanos, entre ellos Chile, próximamente en Washington.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Si le parece a la Sala, se empalmaría esta sesión con la próxima.

No hay acuerdo.

Tiene la palabra el señor Canciller.

El señor SILVA CIMMA (Ministro de Relaciones Exteriores).-

Señor Presidente, señores Diputados, debo empezar declarando, en nombre del Gobierno de Chile y especialmente de quien dirige las relaciones internacionales, el señor Presidente de la República, que nuestro Gobierno reitera las instrucciones que el Jefe de Estado ha mantenido invariablemente, en el sentido de que, en materia internacional, fundamentalmente debe realizarse una política de Estado.

Una política de Estado es mucho más los señores parlamentarios lo saben muy bien que una política de Gobierno. Si bien el Jefe de Estado, por intermedio de la Cancillería, proyecta hacia el exterior los planteamientos que el Gobierno de Chile esboza en esa materia, consulta a todos los sectores de opinión y cuida de hacerlo meticulosamente.

Por eso, entro en este debate y lo debo decir con una experiencia de tantos años de vida pública con un cierto dejo de tristeza. Lo hago así, porque es evidente que, para que una política de Estado tenga real proyección, debe ser respetada por todos.

Encuentro una suerte de incongruencia el que ya reiteradamente se le formulen al Canciller, en privado, felicitaciones por la forma como está realizando esta política del Estado, y paralelamente se le critique con publicidad.

Me pregunto, frente a este doble estándar, ¿qué debemos creer? ¿Debo creer cuando se me felicita por haber actuado en Naciones Unidas, en los términos en que lo hice y que fueron juzgados extraordinariamente beneficiosos? ¿O debo creer a lo que se ha escuchado en esta sesión? ¿Debo creer cuando, frente a un planteamiento amistoso, un Honorable parlamentario de la Oposición también me responde de la misma manera: "¿Y qué quiere que hagamos, señor Canciller, si somos partidos de la Oposición? Si no, no nos quedará otra cosa que terminar proclamando la elección del Presidente Aylwin para el nuevo período, por lo bien que lo están haciendo ustedes".

Entonces, me veo en el deber de decir que entro a este debate con tristeza, declarando categóricamente que, a pesar de estos avatares, el Gobierno seguirá, de manera inexorable, aplicando una política de Estado.

Aplausos en la Sala.

El señor SILVA CIMMA (Ministro de Relaciones Exteriores).-

Y seguirá haciéndolo, porque está convencido de que, de esta manera, representa genuinamente los altos intereses de la Patria.

Pero, frente al debate que hemos escuchado y a la intervención de quienes lo han promovido, tengo que decir excúseme la Honorable Corporación que esta oportunidad, como lo manifestaba el Honorable señor Bartolucci, es buena para que, por una vez, se escuche definitivamente todo lo que el Gobierno y lo haré en síntesis ha hecho en materia de política internacional, y cómo no vacilo en catalogar y perdóneme la inmodestia, porque esto no es obra de quien dirige la Cancillería, sino producto de un trabajo intenso y en equipo a esta política de extraordinariamente exitosa. Lo digo porque esa afirmación está avalada por encuestas reiteradas que asignan, una y otra vez, el mejor puntaje a la política internacional de Chile en el orden de las calificaciones de la política gubernativa.

También debo señalar que el Gobierno del Presidente Aylwin, desde el 11 de marzo de 1990, al asumir el mando, específicamente frente a la política de los Estados Unidos de Norteamérica, se encontraba con un ostensible deterioro en esas relaciones, que se materializa en asuntos perfectamente claros, muchos de los cuales se han mencionado en esta sesión.

En primer lugar, deterioro por la existencia de una Enmienda Kennedy que no fue, naturalmente, producto del Gobierno del Presidente Aylwin, porque se produce en 1976, pero que nosotros nos preocupamos intensamente de su derogación, cosa en la que obtenemos éxito.

En segundo término, nos encontramos con una exclusión del sistema de seguros OPIC.

En tercer lugar, nos hallamos con una exclusión del sistema de preferencias.

Estas dos situaciones menguan gravemente las relaciones comerciales de nuestro país con Estados Unidos de Norteamérica.

Frente a esta situación, que han sido conocidas particularmente por los parlamentarios de la Oposición, tengo el deber de preguntarme: ¿es bueno para nuestro país, es bueno para nuestros empresarios o, más que eso, es bueno para nuestro pueblo que subsista entre Chile y Estados Unidos una situación menguada, una situación absolutamente irregular como la que estábamos viviendo el 11 de marzo de 1990?

En consecuencia, recibimos una instrucción categórica y definida: la Cancillería debe hacer esfuerzos claros, sin debilidades como aquí se ha dicho más de una vez para regularizar esas situaciones.

Y en un lapso de diez meses es un hecho público y notorio se obtiene la revocación o derogación de la Enmienda Kennedy, la que subsiste revocada hasta el día de hoy. Y la iniciativa que ha motivado este debate de ninguna manera va a significar una suerte de metamorfosis de esa Enmienda, como un Honorable parlamentario lo ha dicho. Se trata de situaciones distintas en que, lamentablemente, se han confundido las informaciones por no haber seguido un camino que era propio de esa política de Estado.

Señor Presidente, mientras participaba en una reunión de las Naciones Unidas fui consultado por el parlamentario que provocó este debate, quien me informó que había obtenido esas informaciones en Washington. Intercambiamos ideas, amistosamente, como siempre lo hago con personas con quienes mantengo contacto, porque es mi manera habitual de ser y por considerar que el diálogo es fundamental para hacer diafanidad en todas las cosas que concitan el interés público. En esa oportunidad, le hice presente que viajaría a Washington porque debía participar en la sesión de la OEA con motivo de la situación de Haití, y que aprovecharía ese viaje para averiguar qué era lo que realmente existía sobre ese particular en el fondo y que al volver ambos a Chile podríamos reunirnos para actuar en beneficio de lo que era mejor para nuestro país, toda vez que estábamos intercambiando opiniones en materia de interés público.

Pero al llegar a mi patria el día miércoles, como ha hecho mención el Honorable Diputado señor Yunge, me encontré con que la denuncia había sido publicada por la prensa, sin esperar ni tampoco considerar que por tratarse de una materia de Estado, hubiésemos podido contribuir a clarificar las erradas informaciones que el Honorable Diputado señor Mekis había recibido porque, sin duda, no tuvo el tiempo disponible para apersonarse en plenitud y recabar de nuestra Embajada en Washington qué noticias había sobre el particular.

En cambio, aquí se nos ha dicho que se ha recurrido a informaciones en las que se han hecho presentes circunstancias de otra índole, como el que estuviesen interesados algunos sectores de la Izquierda o de ultra Derecha en provocar determinadas situaciones, que serían consecuencia de rencores del pasado.

Me atrevo a preguntar con la reflexión más profundamente seria: ¿Es esta la manera de abordar un problema que se dice de tan extraordinaria magnitud? Si así se creía, ¿por qué no se siguió el camino de seguir conversando con la Cancillería para, en conjunto, contribuir a aclarar las cosas, como afortunadamente aquí lo han hecho varios señores parlamentarios? Basta remitimos a lo dicho por el Honorable señor Kuzmicic o a lo expresado por los señores Yunge y Dupré, quienes han clarificado estos asuntos en términos tan diáfanos que resulta casi innecesario volver sobre la materia.

Pero no puedo seguir dejando en la penumbra algunas imputaciones hechas a la política internacional de Chile. Por ejemplo, se dice que es una política entreguista ante el Gobierno de Estados Unidos. ¿Dónde está el entreguismo, me pregunto yo, Honorables parlamentarios, cuando se obtiene con energía la derogación de la Enmienda Kennedy, se tiene éxito en la inclusión de Chile en el Sistema de Preferencias, se obtiene la inclusión de Chile en el Sistema OPIC, cuando respecto de la situación de Puerto Rico se vota en contra de los planteamientos formulados por el Gobierno norteamericano, y si se abren relaciones comerciales y consulares con Cuba, cosa que seguramente no gustará a algunos señores parlamentarios, a pesar de que no era ésa la posición de Estados Unidos de América, ¿es ésa una política entreguista o es una política autónoma, independiente, de un país soberano que se yergue con dignidad desde el año 1990, cuando recupera su democracia?

Aplausos en la Sala.

El señor SILVA CIMMA (Ministro de Relaciones Exteriores).-

Insisto en que el Gobierno del Presidente Aylwin ha tenido un éxito inigualado en su política con Estados Unidos de Norteamérica y, en general, en su política de inserción en el mundo.

También se ha mencionado el caso de la uva, otro ejemplo que me permite decir que el Gobierno de Chile nuevamente ha actuado con energía, y ejerce todos los caminos que la legislación y el derecho internacional le otorgan para actuar en defensa de quienes fueron perjudicados por el llamado "caso de las uvas envenenadas."

En su oportunidad, interpusimos reclamación administrativa ante el Gobierno Norteamericano y la FDA, la oficina correspondiente en materia agrícola de ese gobierno. Fue rechazada la reclamación.

Los particulares, señor Presidente, nos han pedido que no actuemos con extremada urgencia por la vía diplomática, porque, como tienen el derecho de interponer acciones judiciales, no quieren que ellas se vean preteridas o entorpecidas como consecuencia de una reclamación diplomática paralela. No obstante, el señor Presidente de la República designó una comisión conjunta, lo que se hace a menudo en esta Administración, para que actúen armónicamente los Ministerios de Agricultura y de Relaciones Exteriores y el Consejo de Defensa del Estado, para ver en qué medida es posible concebir la acción de los particulares con el derecho que la Cancillería ha cautelado y defendido. Además, ha sostenido que seguirá con la reclamación diplomática.

Cuando los señores parlamentarios de Oposición hablan de esta manera, sin duda que también ignoran que ya hubo una reclamación diplomática de la Cancillería, que se presentó en el mismo momento en que se realizó la administrativa, la cual ha continuado. En este caso, está pendiente, sólo por la petición de cautela de los sectores particulares interesados, que nosotros formulemos la reclamación diplomática apelando al Tratado Bryan de 1914-1916.

Declaro solemnemente ante este Congreso que interpondremos esa reclamación diplomática, y lo haremos porque es un imperativo de conciencia, un imperativo moral y un imperativo que el Jefe del Estado ha contraído con su pueblo desde el momento mismo en que comprobó que la uva no fue envenenada en el país, sino que lo fue en el exterior, si es que realmente hubo alguna suerte de envenenamiento. Esa acción no la hemos interpuesto aún en espera de que los particulares interpongan la correspondiente reclamación judicial ante estrados norteamericanos.

No seremos nosotros, en defensa de nuestra soberanía, los que iremos ante esos estrados norteamericanos en demanda de justicia, porque hay un principio de inmunidad de jurisdicción que nos impide hacerlo. Pero recurriremos al Tratado Bryan, de 1914, en el momento en que los empresarios particulares, que se encuentran aún abocados a estudiar su acción judicial con la cooperación del Consejo de Defensa del Estado, nos digan que es útil emprender esa gestión.

De manera que en ninguno de estos casos puede siquiera insinuarse que ha habido anormalidad, que ella continúa, ni mucho menos que ha existido debilidad de parte de la Cancillería.

Casi estimo innecesario referirme, por lo avanzado de la hora y porque también debe hablar mi distinguido colega, el señor Ministro de Defensa Nacional, al caso específico que motivó esta reunión.

Sin embargo, quiero responder de la manera más categórica y definitiva las dos preguntas que me hizo el Honorable Diputado señor Coloma. Primero, preguntó si el Ministerio de Relaciones Exteriores está de acuerdo con la forma en que se despachará esta iniciativa.

En primer lugar, se trata de un proyecto de ley cuya tramitación aún no ha terminado.

En segundo lugar, sostengo categóricamente que este proyecto de ley no pretende revocar ni derogar la Enmienda Kennedy. Muy por el contrario, la ratifica con las palabras específicas de la Comisión del Senado y de la Cámara de Representantes, en los términos que repetía el Honorable Diputado señor Dupré, que han dejado perfectamente en claro cómo el Gobierno y el Congreso norteamericanos valoran la política del Estado de Chile.

Me bastaría con reiterar, para abonar esa misma idea, las palabras del señor Presidente Bush, contenidas en la carta dirigida con motivo de la inauguración del Congreso de la OEA aquí en Santiago, en la que, refiriéndose al prestigio con que se observa en Estados Unidos la política democrática del Gobierno del Presidente Aylwin, decía explícitamente puedo enviar copia de esa carta si Su Señoría lo estima del caso que él había tenido en su mente la situación del Chile actual, lo "que le inspiró la formulación de la política sobre iniciativa para las Américas.".

Estas son palabras que no se escriben en vano. Denotan y demuestran la situación de un país prestigiado en el exterior, por lo cual se enorgullece.

Si eso no fuera suficiente, podría repetir la conversación que tuve en Nueva York, durante 45 minutos con el Canciller James Baker, de Estados Unidos, con motivo de mi visita a Naciones Unidas. El me hizo presente que la política de Chile estaba valorada en alto nivel, no sólo a nivel de Ejecutivo, sino que del Congreso norteamericano. Nos pidió que insistiéramos ante determinados países europeos para defender nuestra posición en relación con la Ronda de Uruguay y el GATT, porque la presencia de nuestro país, siguiendo esa línea, daba una suerte de garantía de que esa política podría tener éxito. Afortunadamente, así lo hemos visto confirmado ayer, cuando el señor Canciller Helmut Kohl declaró, precisamente ante un requerimiento de Su Señoría, que Alemania apoyaría definitivamente, concepto que reiteró ante el Jefe del Estado, nuestra política respecto de la Ronda de Uruguay y el GATT.

¿Qué más se quiere, señor Presidente?

¿Se desea entorpecer nuestras relaciones con Estados Unidos? ¿Es esa política de Estado? ¿Corresponde llevar tan exacerbadamente la oposición cuando estamos realizando una política que propende hacia la normalidad, la que es buena para todos los chilenos y para nuestra patria?

Me bastaría sólo citar lo que significa el estar bien con Estados Unidos, en una política normal, sin genuflexiones. Estados Unidos significa el 17 por ciento de nuestro comercio y el 33 por ciento de las inversiones en Chile. Es el primer país inversor en nuestra patria.

¿Por qué surge ahora una suerte de antiimperialismo de parte de algunos sectores, la cual no puedo comprender, que nos lleva a colocarnos en una posición de pugna con Estados Unidos?

Con el mayor respeto, quiero decir que el Gobierno de Chile seguirá realizando una política de Estado, no sólo respecto de Estados Unidos, sino que de todos los países del mundo, porque tenemos la más amplia convicción de que, de esa manera, no sólo representamos el legítimo derecho y las aspiraciones de quienes votaron por nosotros, sino que el legítimo derecho y las aspiraciones de todo el pueblo de nuestra patria.

He dicho.

Aplausos en la Sala y en las tribunas.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Se recuerda a las personas que están en las tribunas que no pueden realizar manifestaciones.

Tiene la palabra el Diputado señor Campos.

El señor CAMPOS.-

Señor Presidente, después de haber asistido a esta sesión, puedo comenzar estas palabras diciendo que, una vez más, la Derecha está uniendo el descaro a la insolencia,...

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor CAMPOS.-

... porque si hay una materia en la cual no tienen autoridad política para dar recomendaciones al Gobierno del Presidente Aylwin, como bien lo ha explicado el señor Canciller, es precisamente en el tema de las relaciones exteriores. Y ello, por el grado de compromiso que los personeros de la Derecha tuvieron en el tema de las relaciones exteriores, por la forma como se manejaron durante el Gobierno del General Pinochet, oportunidad en la que Chile estuvo aislado y fue considerado como una nación paria dentro de los pueblos civilizados de la tierra; en la que anualmente éramos condenados por los organismos internacionales, lo que nos llevó a situaciones que constituyen etapas negras, tristes y nunca antes conocidas por la historia patria.

En política, hay que ser consecuentes. Ahí está el fundamento de la credibilidad. Por ello, las expresiones que hemos escuchado a algunos parlamentarios de Derecha no cumplen con esa condición, motivo por el cual sus argumentos han sido desvanecidos.

No me extraña que, en esta oportunidad, hayan convocado a una sesión especial para tratar el tema de los efectos de la Enmienda Kennedy, puesto que he advertido, en los últimos meses, una campaña sostenida, particularmente de Renovación Nacional, para controvertir el tema del manejo de las relaciones exteriores de nuestra patria, y siempre recurriendo a falacias, tratando de provocar el escándalo, la espectacularidad y el sensacionalismo.

No me extraña esa actitud, pues la inconsecuencia de Renovación Nacional sobre el particular no es nada más que hija de quien maneja las relaciones exteriores en ese Partido, de quien pauta a los Diputados de Renovación Nacional, como es ese tránsfuga de mi Partido, Pedro Daza.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Ha terminado su tiempo, señor Diputado.

El señor CAMPOS.-

Continuaré en la sesión de mañana, señor Presidente.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Mekis.

El señor MEKIS.-

Señor Presidente, lamento los comentarios hechos por el Diputado señor Campos respecto de don Pedro Daza. Él es un hombre que ha servido a Chile durante toda su vida en el servicio exterior, que es un honor para todo el país, para su familia y para Renovación Nacional. Les duele su brillante carrera e intervenciones.

Lo que han hecho varios parlamentarios de la Concertación al pretender defender una disposición lamentablemente restrictiva y discriminatoria respecto de nuestro país, es atacar y criticar personalmente a quienes hemos trabajado para hacer presente a toda la opinión pública chilena su existencia.

Aquí nadie ha puesto en duda la existencia de una norma contenida en la Ley de Ayuda Externa, que altera lo que hoy es una absoluta libertad en materia de cooperación militar. Eso lo estimamos una regresión y no podemos aplaudirlo, ni reconocerlo. Nos llama la atención que sí el Gobierno lo haga, sin objetar para nada lo que está ocurriendo en los Estados Unidos en esta materia. Nada contestan los Ministros.

Se han vertido algunas opiniones, muy respetuosas por cierto, del Diputado señor Kuzmicic, en el sentido de que no habría discriminación si se compara con Perú y Bolivia. Su Señoría bien sabe que las discriminaciones que pudiesen existir respecto de esos países derivan específicamente del tema del narcotráfico. Estamos hablando aquí en términos generales de lo que se refiere a la cooperación militar.

Por otra parte, cada día más percibo que este Gobierno no soporta la crítica. Creo que en un sistema democrático...

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor MEKIS.-

¡Es un gobierno que no soporta la crítica! Ante cualquier crítica que se le formule, inmediatamente sus adeptos revientan en gritos. No puedo justificar esta actitud de los parlamentarios de la Concertación.

Además, hay dos hechos importantes que quiero señalar: hay una posición oficial del Gobierno que establece los fundamentos de esta norma. Es nada menos que la del Embajador de Chile en los Estados Unidos, quien en declaración pública éstas no son frases aisladas tomadas del Embajador ha señalado que es exacta la información del corresponsal Orlando Lizama, contenida en el diario “El Mercurio", publicada el 10 de octubre del presente año.

En esa declaración el Embajador valida lo que ha manifestado el corresponsal Lizama, en el sentido de que en Washington se precisó que el proyecto de ley condicionaría la asistencia militar a Chile a que se resolviese totalmente el caso del asesinato de Orlando Letelier y se anticipara el retiro del ex Presidente Augusto Pinochet de la Comandancia en Jefe del Ejército. Ahí hay un punto que, en definitiva, constituye una declaración oficial del Gobierno y no puede negarla, salvo que se retracte. ¡Qué mejor prueba! Ahí está la evidencia.

En cuanto a los alcances de esta restricción, se ha dicho que es parecida a la aplicable a los países africanos o que es similar a la de otros países. Pero aquí hay una cosa muy clara. En un documento recibido por un alto personero de Renovación Nacional, enviado por el propio Embajador de los Estados Unidos hace pocos días, en un formulario de preguntas y respuestas sobre la exigencia de notificación previa que importaría esta proposición de ley que se encuentra en trámite en el Congreso de los Estados Unidos, se hace la siguiente pregunta: "¿Puede el Congreso negar la asistencia militar aprobada por el Ejecutivo?" Respuesta categórica; “Sí, es el Congreso el que aprueba toda la ayuda militar". He ahí la extensión del verbo “notificar" que se ha querido eliminar como importante y que destruye la pretensión del gobierno de aminorar la nueva norma que es un castigo injustificado para este gobierno que, torpemente, la aplaude. ¡Qué mejor prueba! ¡Qué gobierno más ciego!

Entiendo que el Canciller haya hecho una apología de lo que ha sido para él la política exterior de su Gobierno. Pero sabe muy bien que Renovación Nacional nunca ha aplaudido la forma en que el Gobierno ha desarrollado la política bilateral con Estados Unidos.

Hemos celebrado, por ejemplo, la reanudación de relaciones diplomáticas con los países bálticos. Tuve la oportunidad, por invitación del Canciller, de estar en Nueva York, en la ceremonia de reanudación de esas relaciones. Me pareció un hecho excelente. Sin embargo, a pesar de que yo formaba parte de la delegación que estuvo en Nueva York, no fui invitado a muchas de las reuniones que sostuvo el Canciller. También debo señalar que no hay una política de Estado que nos represente a todos. También hay cuestiones realmente lamentables para un grupo importante de chilenos que nosotros representamos, como, por ejemplo, condecorar a personas que a nuestro juicio, no lo merecen. A eso le hemos llamado "malversación de los honores públicos".

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro de Defensa.

El señor ROJAS (Ministro de Defensa Nacional).-

Señor Presidente, no tengo más que sumarme a las expresiones globales de análisis vertidas por el Canciller sobre nuestra situación de recepción inicial de las relaciones entre Chile y Estados Unidos al comienzo del Gobierno del Presidente Aylwin, y sobre su nivel actual, en que todos comprobamos el inmenso progreso y los tremendos obstáculos levantados en dichas relaciones, los que durante tanto tiempo limitaron las posibilidades en distintas esferas, no sólo comerciales, sino también en el área de la defensa entre los dos países.

También me sumo a la sorpresa del Canciller por la forma de presentar un tema que, a mi juicio, no tiene la magnitud que aquí se le quiere dar, como quiera que se trata de una norma que se está discutiendo en el Congreso norteamericano.

Antes de efectuar un análisis específico de la norma es necesario recordar que los gobiernos se relacionan con gobiernos, y que los Parlamentos tienen su instancia como la Asamblea Interparlamentaria que acaba de celebrarse en nuestro país para establecer las relaciones que les parezcan convenientes. Pero también hay que mantener ciertas normas de respeto por las tradiciones y las formas de relación entre un Ejecutivo y un Parlamento de países soberanos como el nuestro o como el de Estados Unidos, pues se pueden producir complejísimas situaciones que son bastante difícil de analizar.

Como Ministro de Defensa no vengo a defender lo que hace, piensa o decide el Congreso norteamericano y no tengo por qué responder de lo que él haga. Debo responder sí, por las relaciones internacionales del Ministerio de Defensa, dentro del contexto de política exterior de un Gobierno democrático, independiente, soberano y digno como el Gobierno democrático del Chile actual.

Por lo tanto, como no soy defensor del Congreso norteamericano ni estoy en situación de aclarar por qué un miembro de la Cámara de Representantes piensa de determinada manera ese complejo proceso se lo dejo a quienes quieran hacer el análisis, me limitaré simplemente a decir lo que significa la disposición en debate.

No tengo ninguna información de que esté vinculada con alguno de los temas a que los señores parlamentarios pretenden supeditarla. Si ellos tienen evidencia de alguna vinculación de esa naturaleza, que la hagan llegar; pero, por favor, que no sea a través de comentarios de prensa o radiales, pues en algunas oportunidades no tiene seriedad. Por el momento, no hay ninguna evidencia al respecto.

Después de mi visita a Estados Unidos, he preguntado, por los canales que corresponde, qué significa esta obligación de informar al Congreso de Estados Unidos con quince días de antelación para futuras transferencias militares a nuestro país. Al respecto se me ha dicho, en forma categórica, que no hay ninguna forma establecida ni en la Constitución ni en las leyes de Estados Unidos por las cuales esta exigencia de información obligue, limite o signifique un voto o un veto sobre la cooperación militar de Estados Unidos y Chile en ningún ámbito ni en ninguna forma..

Por lo tanto, sólo puedo dar a conocer la información que poseo: en ningún caso “informar" significa limitar, vetar o votar sobre esa información.

Por lo demás, quiero decir a quienes se preocupan tanto de la situación de las relaciones militares y de la cooperación militar que, con motivo de mi viaje a Estados Unidos y del esfuerzo de la política exterior de Chile, que obtuvo el levantamiento de la Enmienda Kennedy y que abrió la posibilidad de mi viaje a ese país, no adoptamos ningún compromiso secreto, como se ha insinuado. Tomamos un compromiso público con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos para reanudar la Cooperación militar entre nuestros dos países, largamente suspendida con los efectos negativos que todos conocemos.

Cuando se efectuó ese viaje me habría interesado poder relatar a los señores parlamentarios cómo se produjeron el diálogo, el contacto y el significado de los acuerdos que adoptamos en esa visita.

Desgraciadamente, a pesar de mi sugerencia de invitación para dar a conocer los resultados de viajes y de acuerdos militares de intercambio, no he tenido la oportunidad de ser invitado a debatir estos temas, sino que simplemente debo enfrentar en la Cámara acusaciones, imputaciones e informaciones incorrectas, que son analizadas, a mi juicio, en forma defectuosa.

Además, en el caso que estamos tratando, el Diputado Dupré ha sido bastante claro. Reitero que no estoy defendiendo la posición del Congreso de los Estados Unidos en el debate interno de una proposición de ley sobre la cual tiene derecho, autónomamente, a dictarla como establezca el procedimiento legal y constitucional de ese país.

Quiero hacer solamente una observación y comparar la redacción de la Enmienda Kennedy con la de la disposición que tanto preocupa a algunos sectores parlamentarios. No las voy a leer en inglés, porque no lo comprendo tan bien como otras personas, pero la Enmienda Kennedy decía claramente: "No se proveerá asistencia a Chile bajo las disposiciones de la Ley de Ayuda Exterior de 1961, en las secuencias tales y tales".

"2.- No se proveerá ninguna venta de artículos de defensa ni se dará ningún tipo de servicio militar bajo la Ley de Control de Exportación de Armas de los Estados Unidos a Chile.

"3.- No se autorizarán licencias de exportación basadas en la sección 38, de la Ley de Control de Exportación de Armas de los Estados Unidos para que pueda tener destino hacia el Gobierno de Chile".

Esta forma de redacción legal "no se hará", "no se proveerá", nada tiene que ver y discúlpenme, sin defender al Congreso de los Estados Unidos con una que dice, en inglés: "Durante el año fiscal 1992 y 1993, la asistencia militar y financiera podrá ser entregada a Chile y las ventas se podrán realizar a Chile bajo la regulación de la Ley de Exportación y Control de Armas, provisto que se informe al Congreso de la naturaleza y de la cantidad de estas ventas o asistencias con 15 días de anticipación".

Cómo puede compararse una Enmienda Kennedy, que en relación con Chile tiene tres "no" de iniciación, con una norma que se está discutiendo, en la que se dice que se puede hacer y se puede entregar solamente con la notificación, la que, como he dicho, no implica ningún veto o limitación a nuestro país.

Además, como ya ha dicho el Diputado señor Dupré, esta norma se aplica, por una serie de circunstancias propias de la discusión de ese país, a otros casos. Bajo la misma regulación de las normas de la Ley de Ayuda Exterior de Estados Unidos, cuyo texto es complejísimo cualquiera de los señores Diputados que hiciera el ensayo de leerlo completo probablemente se aburriría, por la cantidad de asuntos que incluyese coloca a los países aliados de la OTAN. La misma información sobre depósito de arsenales que se entregan desde los Estados Unidos se exige a países como Inglaterra o Francia. No sé si se considerarán discriminados con esta información, que también se debe dar cuando se hace esa transferencia. Por lo menos, no se sintieron así cuando el Presidente Roosevelt envió material bélico al señor Winston Churchill para ganar la Segunda Guerra Mundial.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor ROJAS (Ministro de Defensa Nacional).-

Respecto de los países de nuestra América Latina ya es bastante conocido que se aplica la misma norma, en el caso de Perú, Bolivia o Colombia, por el narcotráfico.

No quiero extenderme mayormente, sino agregar que la cooperación militar entre Chile y Estados Unidos está abierta y funciona con extraordinaria eficiencia y beneficio para nuestras Fuerzas Armadas. En cambio, hace un año y medio estaba cerrada, con un extraordinario daño para ellas. Hoy, esa situación es comprobable por nuestros institutos armados, que no tienen la preocupación que señalan algunos sectores parlamentarios. Eso está probado por la afirmación, un poco peyorativa, de que dos aviones de segunda mano habrían sido entregados a Chile. Sí, señor, y con mucho orgullo.

Efectivamente, después de 17 años de un régimen militar, encontramos que nuestro país sólo tenía dos aviones Hércules C130, mientras Perú dispone de 14 y Bolivia, de más de 30. Como esa situación es de gran debilidad para nuestro transporte no para fines bélicos durante nuestra visita vimos la manera de tener dos unidades adicionales de este avión que presta tantos e importantes servicios a toda la ciudadanía y no sólo a nuestras Fuerzas Armadas. Efectivamente, recibimos uno sin costo para Chile. En la carta enviada por el Secretario de Defensa de Estados Unidos, fechada el 30 de agosto, nos expresa que hace todos los esfuerzos para encontrar la segunda unidad y reitera que hoy existe una estrecha y fuerte relación entre nuestras instituciones de la Defensa.

Esto no representa un ánimo discriminatorio ni negativo para Chile del Secretario de Defensa de los Estados Unidos.

Por último, quiero recordar que en esta relación de poderes ejecutivos, en estas transferencias de armas entre Estados Unidos y Chile, todavía nos regimos por el convenio correspondiente, firmado el año 1952, que, en su artículo 1Q, dice: "Cada uno de los dos gobiernos proporcionará o continuará proporcionando al otro, así como a los demás gobiernos que acuerden en cada caso ambas partes de este convenio, los equipos, materiales, servicios y demás ayuda militar que autoricen los gobierno que suministren la ayuda, de acuerdo con sus respectivas Constituciones y en conformidad con los términos y condiciones que se acuerden en cumplimiento de este convenio".

Esto no ha variado. Esta situación de normalidad, de plena relación y cooperación militar entre Estados Unidos y Chile, está abierta; está en un alto nivel de eficiencia, está sirviendo a nuestras Fuerzas Armadas y muestra un panorama muy distinto del que teníamos el 11 de marzo de 1990.

Nada más.

Aplausos en la Sala.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Escalona.

El señor ESCALONA.-

Señor Presidente, coincido con el Diputado señor Bartolucci en cuanto a que este debate no es ocioso. Efectivamente, ha sido muy útil para demostrar la extraordinaria inconsistencia y ligereza de las acusaciones del Diputado señor Mekis.

Ha quedado de manifiesto ante el país la forma extraordinariamente liviana con la cual se pretende obtener dividendos políticos de corto plazo.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor ESCALONA.-

No es suficiente un paseo por Nueva York para considerarse experto en relaciones internacionales, Diputado señor Mekis.

Asimismo, el debate ha sido útil para saber que la Derecha de este país ha quedado prisionera en sus propias redes.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor ESCALONA.-

Las fuertes limitaciones y restricciones que tiene este Parlamento, más las que impuso una estructura institucional de carácter cesarista-presidencial como en su oportunidad la definiera el actual Presidente de la República, don Patricio Aylwin ideada para perpetuar al régimen dictatorial, quedan aún más en evidencia en este debate, al comprobarse cómo en un Estado de Derecho, en este caso el norteamericano, el Congreso de ese país goza de un conjunto de atribuciones cualitativamente distintas de las que tiene este Parlamento.

Eso no significa que cambiemos nuestra valoración respecto de la política norteamericana, como insinúa el Diputado señor Navarrete. Por cierto, no le exigiré al vocero del general Manuel Contreras en esta Honorable Cámara, que haga un esfuerzo intelectual para comprender la diferencia entre una y otra cosa.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor ESCALONA.-

Juzgar la política norteamericana es una cosa y otra es valorar las diferencias cualitativas existentes entre ese Estado de Derecho y el nuestro, como asimismo el equilibrio de poderes de esa nación con lo que pretendió perpetuar en este país la dictadura militar.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor ESCALONA.-

Naturalmente, es posible establecer una clara diferencia de criterios con respecto a eso y hacer una avaluación de juicios absolutamente objetiva, que, en esencia, no cambia nuestra condición de socialista y nuestras valoraciones tradicionales respecto de la política norteamericana, señor Navarrete.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor ESCALONA.-

Finalmente, quiero señalar la extraordinaria debilidad de la Derecha Política de este país, en cuanto al manejo de las relaciones internacionales.

Hay una diferencia profunda, cualitativa y de principios entre la ubicación internacional del país en el contexto democrático y bajo la dictadura. En democracia, el Congreso ha contado con el beneficio que significan las visitas de innumerables Jefes de Estado, incluso los mandatarios de Estados Unidos y la Alemania Unificada, las dos potencias actualmente más importantes. Durante el régimen militar se vivió una situación de ostracismo, de aislamiento y de arrinconamiento internacional.

El señor BAYO.-

¡Falta Castro!

El señor ESCALONA.-

En consecuencia, afirmar...

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminó el tiempo de Su Señoría.

El señor ESCALONA.-

... que no se han normalizado las relaciones con Estados Unidos, no es sino tratar las desnudeces de lo que constituyó la política internacional de la Derecha de este país.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

Aplausos en la Sala.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Mekis.

El señor MEKIS.-

Señor Presidente, lo importante, lo sustantivo de la intervención del Diputado señor Escalona es la pretensión de atribuir el carácter de liviana a la denuncia que formulamos en cuanto a la dictación de una ley que restringe la cooperación militar a Chile. El resto de las cosas que expresa el señor Escalona y podrá decir lo que se le antoje no nos preocupa y, evidentemente, nadie le cree.

Ahora, ¿qué tiene de liviano sostener ante esta Cámara por muchos esfuerzos que haga la Concertación entera, con los dos Ministros presentes...

El señor ACUÑA.-

¡Cuatro!

El señor MEKIS.-

... para mostrar que la cooperación militar con Estados Unidos goza del mejor viento que hoy se altera la libertad que se dice haber conseguido con la derogación de la Enmienda Kennedy, cuando ésta se sustituye por otra? Por eso hemos hablado de "metamorfosis de una enmienda". Una enmienda para el conocimiento de los parlamentarios en Estados Unidos es una indicación, en definitiva, es una disposición contenida en una ley en trámite. Esa enmienda establece una restricción y discrimina respecto de Chile, lo cual, hasta ahora, no ha podido ser refutado, en particular, en relación con nuestros países vecinos. Eso es lo importante de este debate y no que nos hablen de Segunda Guerra Mundial en Europa. ¡Que argumento más inútil y pedestre!

Por otra parte, hay que reafirmar una cuestión principal.

La fundamentación de esta nueva enmienda la encontramos en una declaración oficial del Embajador de Chile ante Estados Unidos, que ha validado la información en que aparece ésta como idea matriz. Esas palabras no son nuestras, y el Gobierno trata de desdecirse.

El señor SMOK.-

¡No es cierto!

El señor YUNGE.-

¡Falso, aquí están!

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor MEKIS.-

La leería si tuviese el tiempo necesario.

Por último, hay que decir, también, que ha sido la respuesta de la Embajada norteamericana, en cuanto señala que, efectivamente, a diferencia de lo que piensa el Ministro de Defensa, que sí puede restringirse y rechazarse la cooperación militar con Chile, tan pronto entre en vigencia esta Ley de Ayuda Externa.

Esto tiene que quedar meridianamente claro ante la opinión pública. Hay que dar al César lo que es del César.

Señor Presidente, para nosotros, Renovación Nacional, resultó sorprendente e insólito comprobar que, como ha ocurrido hoy con los parlamentarios de la Concertación e incluso con los Ministros, el Gobierno, cuando formulamos esta denuncia, en vez de decir "¿qué esfuerzos en común hacemos para impedir que esa disposición legislativa prospere?" se pueden establecer contactos, los que hoy, entiendo, el Gobierno no está dispuesto a hacer prefiere atacar a la Oposición. En definitiva, parece que la denuncia reveló algo que el Gobierno sabía y ocultaba, pero que la opinión pública no tenía ninguna posibilidad de conocer.

De allí que hemos presentado un proyecto de acuerdo para pedirle al Gobierno que realice esfuerzos tendientes a lograr que esa norma sea suprimida o, subsidiariamente, vetada por el Presidente de Estados Unidos. Probablemente, consecuentes con la apología de la política exterior y con la defensa de esta nueva disposición que altera la libertad existente hechas hoy día, los Diputados de la Concertación votarán en contra de ese proyecto. Nosotros, naturalmente, lo haremos a favor.

Si esa votación es adversa, en virtud de la mayoría existente, aunque no de la razón, subsidiariamente solicito en nombre de las bancadas de Renovación Nacional y de la Unión Demócrata Independiente, si ellos lo desean, que se oficie al Gobierno con idéntico tenor al del proyecto de acuerdo, petición que no está sujeta a las mayorías. Así veremos cuál es la respuesta oficial del Gobierno al respecto.

He dicho.

Aplausos en la Sala.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro de Relaciones Exteriores.

_ El señor SILVA CIMMA (Ministro de Relaciones Exteriores).-

Señor Presidente, seré muy breve. No puedo dejar en suspenso una imputación absolutamente injustificada hecha al señor Embajador de Chile en Washington.

Para aclarar el punto, me limitaré a comunicar a esta Sala la información oficial que el señor Embajador entregó al Ministro de Relaciones. Para eso daré lectura a sólo 15 líneas del documento que se contiene en su información oficial:

"Párrafos relativos a Chile en el proyecto de ley que se está discutiendo.

"La Confference, es decir, la reunión de Senadores y Diputados del Parlamento Norteamericano, acogió íntegramente la redacción aprobada por el Senado que establece al igual que en el año 1991 vale decir, no ha habido variación que toda asistencia o venta militar a Chile debe ser notificada, previamente, a los Comités pertinentes del Congreso.

"Disposiciones similares afectan igualmente a otros países y están dentro de los procedimientos vigentes aprobados por la Ley de Asistencia Externa de 1961.

"La disposición del Congreso implica solamente una mera notificación al Congreso y, en ningún caso, se requiere que éste apruebe o rechace lo dispuesto por la administración.

"Por otra parte, el Comité Mixto al redactar el informe de la Ley de Asistencia Externa y referirse al párrafo sobre nuestro país, da las razones por las que se adoptó esta redacción, manifestando que es importante que toda asistencia militar a Chile, sea con pleno conocimiento y aprobación de las autoridades civiles chilenas y consistente con el rol subordinado que tienen las Fuerzas Armadas, con respecto a las autoridades civiles".

¿Qué de extraño puede haber en esto, cuando no es más que la reproducción de la Constitución de 1980?

Igualmente, el Comité de Conferencia manifestó reconocimiento al significativo progreso que ha hecho el Gobierno del Presidente Aylwin para fortalecer las instituciones democráticas y apoyó los esfuerzos que hace la Administración norteamericana para restablecer vínculos normales entre las Fuerzas Armadas chilenas y de Estados Unidos.

Esto es lo que establece la ley, que es, simplemente, una confirmación de lo expresado por el Ministro de Defensa Nacional.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Bartolucci.

El señor BARTOLUCCI.-

Señor Presidente, a la luz del debate que hemos tenido, quedo con la impresión de que la aprensión del Diputado señor Mekis tiene fundamento. No se trata de una situación de gravedad, de que nuestra ayuda militar vaya a quedar condicionada desde ya. Pero no cabe duda alguna de que aquí hay un sesgo; no cabe duda alguna de que, evidentemente, aquí hay una actitud del gobierno norteamericano respecto de la situación chilena. Esa discriminación leve, que se manifiesta en términos tal vez menores, pero presentes, es la que nosotros no podemos aceptar.

La lectura de los textos que nos ha citado el Ministro de Relaciones Exteriores y las informaciones que hemos recibido ameritan dejar presente nuestra inquietud, no tanto respecto de que vaya a haber una restricción hoy, o que estemos frente a un peligro de restricción a la ayuda económica y a la defensa nacional; pero hay una actitud, y es esa actitud la que queremos dejar presente. Sobre ese sesgo que aparece manifestado en todo este episodio, queremos llamar la atención y adoptar una actitud de alerta hacia adelante, velando por la forma y la manera cómo se va desarrollando en el tiempo y cómo se va aplicando, en definitiva, esta relación entre Estados Unidos y nosotros, en materia de ayuda militar.

Como Presidente de la Comisión de Defensa, yo me quedo con esta preocupación. No hago un cargo ahora, pero hay un sesgo reitero, hay una cuestión presente que me incomoda, que no me deja tranquilo y que me hace tener una actitud vigilante hacia el futuro, sobre cómo se irán desarrollando las relaciones entre Chile y Estados Unidos en materia de ayuda militar. Reitero que tengo confianza en que, en el futuro, Ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores sabrán tomar las medidas necesarias frente a este alerta, frente a esta luz amarilla que nos ha encendido el Diputado señor Mekis, por el bien de nuestro país y por nuestra defensa y soberanía. Bien vale la pena no desecharla ni tampoco tratar de tomarla como algo que ha sido ilusorio o innecesario. La intervención del Diputado señor Mekis ha estado bien. Él ha hecho presente la situación y nos ha dado un alerta que tendremos presente y frente al cual estaremos vigilantes. Al mismo tiempo, tenemos confianza en que los señores Ministros sabrán llevar esta situación hacia adelante.

Concedo una interrupción al Diputado señor Espina.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Espina.

El señor ESPINA.-

Señor Presidente, deseo formularles algunas preguntas a los señores Ministros y solicitarles que las respondan de la manera más concreta posible, con el ánimo de que, tanto la opinión pública como los distinguidos señores parlamentarios puedan tener claridad sobre los hechos que han motivado esta sesión especial.

Las preguntas concretas son las siguientes: en la edición del día 10 de octubre del diario "El Mercurio", aparece una información que textualmente señala: "El proyecto de ley condicionaría la asistencia militar a Chile a que se resolviera totalmente el caso del asesinato de Orlando Letelier y se anticipara el retiro del ex Presidente Augusto Pinochet, de su cargo de Comandante en Jefe del Ejército".

Posteriormente, al día siguiente, en el mismo diario figura una declaración del Embajador de Chile ante la Casa Blanca, Patricio Silva, quien en relación con esa afirmación señala: "El artículo aparecido en la edición del 10 de octubre del diario "El Mercurio", titulado "Aviso del Congreso. Procedimiento Normal", del corresponsal en Washington, contiene la información que se ajusta a los hechos. Repito, "contiene la información que se ajusta a los hechos". O sea, el Embajador de Chile ante Estados Unidos señala que es efectivo que el proyecto de ley en cuestión establece como condición el retiro del ex Presidente Augusto Pinochet de su cargo de Comandante en Jefe del Ejército.

Quiero preguntarle, concretamente, al señor Ministro, en nombre de la bancada de Renovación Nacional, si esa información es efectiva. De no serla, qué medidas adoptó en relación con el Embajador de

Estados Unidos, porque me parece una afirmación que desvirtúa lo señalado por el señor Ministro.

En segundo lugar, quiero solicitarle que señale si la norma contenida en el proyecto a que nos estamos refiriendo, que exige la notificación al congreso estadounidense con 15 días de anticipación, es de aplicación general o se exige respecto de algunos Estados. En caso que se aplique a determinados Estados, que exprese las razones por las cuales Chile se incluye dentro de ellos...

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminó su tiempo.

El señor ESPINA.-

... y por qué, por ejemplo, Argentina, que es un país vecino al nuestro, no lo está.

Pido al señor Ministro que me conteste las preguntas que le he formulado.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro de Relaciones Exteriores.

El señor SILVA CIMMA (Ministro de Relaciones Exteriores).-

Con todo agrado.

En primer término, puedo decir, no sólo por el texto de la Comisión Mixta de Diputados y Senadores del Congreso estadounidense, al cual acabo de dar lectura, sino por las manifestaciones categóricas del Ministro de Relaciones Exteriores, señor Baker, que el Gobierno norteamericano está plenamente satisfecho por la forma definida en que el Gobierno de Chile ha buscado esclarecer el asesinato del señor Letelier, dentro de la justicia chilena, defendiendo un principio que el Presidente Aylwin manifestó desde cuando era candidato: el esclarecimiento de este asunto de índole criminal debe dilucidarse en nuestro país, por la justicia competente, que, a nuestro juicio, no era, por razones obvias, la militar, sino la civil.

El Gobierno de Chile obtuvo eso, y lo prueba y da testimonio de ello la designación por la Excelentísima Corte Suprema, y la última declaración de incompetencia, que fue rechazada. Este asunto está siendo resuelto en la forma en que el Gobierno chileno quería.

El Gobierno estadounidense ha declarado en forma categórica que se encuentra plenamente satisfecho por los esfuerzos que el nuestro ha hecho para dilucidar un caso tan claramente contrario a las normas más elementales de derecho, como aquel a que nos referimos.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Señor Ministro, el Diputado señor Mekis le solicita una interrupción.

El señor SILVA CIMMA (Ministro de Relaciones Exteriores).-

No puedo aceptar interrupciones de interrupciones, señor Presidente.

En segundo lugar, en cuanto al alejamiento del señor Pinochet, que está implícito dentro de la primera pregunta, es categóricamente falso.

Quiero hacer presente los señores Diputados pueden aclararlo muy bien, cotejándolo en la prensa que el 10 de octubre hubo dos informaciones de "El Mercurio", cosa que a mí mismo me sorprendió: una, evacuada desde Santiago de Chile y otra desde Washington, ambas contradictorias.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminó el tiempo.

Corresponde dar lectura al proyecto de acuerdo.

En el caso de que no sea aprobado, está el oficio que ha solicitado el señor Mekis, que se verá en su momento.

El señor URRUTIA.-

En definitiva, el señor Ministro no contestó las preguntas.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro de Defensa.

El señor ROJAS (Ministro de Defensa).-

En relación con la segunda pregunta del Diputado señor Espina, le reitero que no puedo dar explicaciones de las razones por las que el Congreso estadounidense adopta sus decisiones. Pero, conjeturando, que es lo único que puedo hacer seriamente, le puedo decir que eso corresponde a dos planos de cuestiones que son muy internas de ese país, al que con toda franqueza hace 30 años que viajo, pero todavía no lo conozco como para analizar la forma en que realiza su proceso legislativo.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor ROJAS (Ministro de Defensa).-

Si me escuchan Sus Señorías, les respondo. De lo contrario, no doy respuesta. Supongo que están esperando una respuesta y no una injuria de mi parte.

Tengo dos tipos de conjeturas de cómo y por qué puede ocurrir esto. La primera es que hay una vieja cuestión en ese país que tiene que ver con las responsabilidades legislativas y colegislativas del Congreso y del Ejecutivo. Una vieja cuestión que en todas las democracias se sigue y se seguirá debatiendo por largo tiempo.

Ese es un Congreso que en distintas instancias y épocas históricas ha contado con diversas fórmulas para evitar excesos del Ejecutivo o no, al menos, controlar sus actos, entre ellas, la información previa de su realización. Esto es, una información que les permita a los congresales norteamericanos si bien no impedir los actos del Ejecutivo, en todo caso, sí debatirlos, cuestionarlos o manifestar señales públicas sobre ellos. En este caso, no se trata de una limitación que lleve a una votación o a un veto por parte del Legislativo.

La segunda conjetura es que la situación del Golfo Pérsico y otras que los expertos en materias internacionales recordarán representó una grave cuestión, porque el Congreso norteamericano no era informado oportunamente de las transferencias de armas hacia terceros países, por distintas razones. Ese hecho ha quedado muy profundamente marcado en el ánimo de algunos parlamentarios norteamericanos y ha determinado la exigencia de que de toda transferencia militar en cualquier país, incluso en los aliados de la OTAN, como he dicho, tenga que informarse al Congreso norteamericano.

Esta es mi respuesta, señor Presidente.

El señor MEKIS.-

Yo pedí una interrupción, señor Presidente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminó el tiempo.

El señor ESPINA.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminó el tiempo de todas las bancadas.

El señor ESPINA.-

No es dentro del tiempo. Sólo quiero saber por qué si formulé cuatro preguntas, el Ministro contestó una.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Ese es un juicio suyo.

El señor ESPINA.-

Quiero que el señor Ministro nos diga que no las va a contestar. Nada más.

No es que haya terminado el tiempo, porque el Ministro no tiene tiempo.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Esas son apreciaciones subjetivas. Cada uno puede tener la apreciación subjetiva que quiera: si contestó o no contestó. Usted tendrá la suya y otros tendrá otra.

Se acabó el tiempo.

Corresponde votar el proyecto de acuerdo.

El señor ESPINA.-

Pido que el Ministro diga que no las va a contestar o bien que ya están contestadas.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

El señor Secretario procederá a leer el proyecto de acuerdo.

El señor MUNIZAGA.-

¿Me permite, señor Presidente, sobre una cuestión de Reglamento?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor MUNIZAGA.-

El señor Ministro contestó lo de Argentina.

El señor ELIZALDE.-

Punto de Reglamento, señor Presidente.

El señor Ministro tiene todo el tiempo que necesite para responder.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Obviamente.

Tiene la palabra el Diputado señor Dupré.

El señor DUPRE.-

Sobre un problema estrictamente de Reglamento y no de discusión.

Usted ha planteado que si rechaza el proyecto de acuerdo va a someter a la consideración de la Sala la petición de un oficio.

Varios señores DIPUTADOS.-

¡No!

El señor DUPRE.-

Así lo entendí, señor Presidente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

La situación es la siguiente. El Diputado señor Mekis ha solicitado que en el caso de que el proyecto de acuerdo no sea aprobado, como parece ser probable no digo que sea seguro, sino probable, o posible, quizás; es una conjetura eventual en esa circunstancia, solicita que se envíe un oficio en su nombre, en el de la bancada de Renovación Nacional y eventualmente en el de la UDI, cosa que también es una conjetura. Pero tendríamos que ver si reglamentariamente procede.

El señor DUPRE.-

En ese caso, también quiero dejar pendiente la petición de un oficio en mi nombre y en el de la bancada democratacristiana.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Votemos primero, porque es posible que no se produzca esa eventualidad.

El señor Secretario dará lectura al proyecto de acuerdo.

El señor LOYOLA (Secretario).-

De la señora Prochelle, doña Marina, y de los señores Mekis, Alessandri, Navarrete, Espina, Bayo, Caminondo, Longton, Pérez, don Juan Alberto, Fantuzzi, Rodríguez, don Alfonso, Urrutia, Ringeling, Taladriz, Morales y Kuschel.

"Solicitar al Gobierno de Chile para que, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, requiera de nuestra Embajada en Washington realizar esfuerzos tendientes a impedir la consumación del trámite legislativo de la ley de ayuda externa, en lo que se refiere a la disposición que establece condiciones previas de notificación al Congreso de los Estados Unidos, en cuanto a la cooperación militar con Chile. Asimismo, para que subsidiariamente se realicen las gestiones ante el Poder Ejecutivo de Estados Unidos de Norteamérica, en orden a obtener el veto de la ley por el Presidente de los Estados Unidos, en el evento de no haber tenido éxito la gestión ante el Congreso de ese país".

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Se suspende la sesión.

Se suspendió a las 18:49 y se reanudó a las 18:50.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Se reanuda la sesión.

En votación el proyecto de acuerdo.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 35 votos; por la negativa, 41 votos. No hubo abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Rechazado el proyecto de acuerdo.

Se enviará el oficio solicitado por el señor Mekis, en su nombre, en el de la bancada de Renovación Nacional y de la UDI.

El Diputado señor Dupré ha solicitado

un oficio, cuyo contenido va a explicar.

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor DUPRE.-

Señor Presidente, es muy simple. A través de la Biblioteca del Congreso Nacional solicito que se dirija un oficio que contenga el proyecto de ley de ayuda externa del presente año y el recorte H385, a los Comités de Renovación Nacional y de la UDI, para su conocimiento exacto de la materia.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Se enviará el oficio en los términos solicitados por el señor Diputado.

El señor VIERA- GALLO(Presidente).-

Por haberse cumplido con el objeto de la sesión, se levanta.

Se levantó a las 18:53 horas.

JORGE VERDUGO NARANJO,

Jefe de la Redacción de Sesiones.

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