Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Senado
- Sesión Ordinaria N° 14
- Celebrada el 15 de noviembre de 1995
- Legislatura Extraordinaria número 332
Índice
Cargando mapa del documento
El señor
Señor Presidente , como miembro de la Comisión de Educación del Senado, con mucho agrado me sumo a este homenaje.
Marta Colvin , la insigne artista fallecida a fines de octubre recién pasado, contrajo el maravilloso compromiso que es el matrimonio siendo muy joven. De manera que podríamos haber pensado que su porvenir como mujer estaba aparentemente resuelto y limitado al marco doméstico y familiar tradicionales. Pero dos hechos inesperados cambiaron su destino: conoció por casualidad unos trabajos escultóricos en arcilla que la impresionaron profunda-mente, y poco después, ya con hijos, debió trasladarse a vivir en Santiago, como consecuencia del terremoto de 1939, que afectó tan gravemente a esa bella y querida ciudad sureña.
El mismo año ingresó a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde tuvo profesores importantes, como Julio Antonio Vásquez y Lorenzo Domínguez. El profesor Vásquez ¿quiero recordarlo esta tarde- encabezaba en ese entonces la vanguardia de la escultura moderna, promoviendo el arte abstracto en dicho centro estudiantil.
En su primer año de estudios, Marta Colvin sorprendió a sus profesores y compañeros al obtener un segundo premio en el Salón de Alumnos de la Escuela de Bellas Artes, para continuar, como señala el crítico Ricardo Bindis , "temporada tras temporada ganando recompensas consagratorias".
En 1947, por encargo del Gobierno, hace su primer monumento, "Homenaje al Libertador Sucre ", que siguió la línea de una escultura tradicional.
En 1948 se convierte en la primera mujer chilena que gana una beca para estudiar en Francia, ingresando a la Academia de la Gran Chaumiére, como alumna del maestro Zadquine, quien la recordaría años después, en sus Memorias, con las siguientes palabras: "Marta Colvin se convirtió en estandarte de todos aquellos escultores que quieren convertir un objeto corriente en objeto de eternidad".
Pasa en Francia largas temporadas que llegarían a sumar 30 años, retornando cada cierto tiempo a sus clases en la Escuela de Bellas Artes. Adquiere un conocimiento profundizado de las tendencias renovadoras de las artes plásticas en el contacto con las grandes figuras de la escultura moderna, que naturalmente influyen en su obra. Pero es el gran escultor inglés Henry Moore , con quien estudia en Inglaterra, el que le señala el camino para afianzar su talento creador, haciéndola mirar hacia las raíces americanas. "Ustedes vienen a estudiar a Europa," -le dice el gran maestro- "y esperan encontrar todo aquí. En cambio yo me enriquezco de ustedes.".
Y Marta Colvin recorre América , va a Machu Picchu , viaja a la Isla de Pascua. Después dirá: "Comencé a sentir América y decidí terminar con la expresión europea.".
Con razón el crítico de arte don Antonio Romera escribe, en 1968:
"Marta Colvin, animada por el éxito, no ha dejado que su escultura pierda el acento vernacular y primigenio que la ha caracterizado. Pero ese nuevo ámbito la ha hecho más exquisita. Esas piedras son el mensaje que un continente manda a otro.".
En 1956 comienza su consagración como una de las figuras importantes del arte en Chile al ser galardonada con el Premio de Honor en el Salón Oficial. Y se eleva a alturas mayores al ganar el Gran Premio Internacional de Escultura de la Bienal de Sao Paulo , en 1965, donde un jurado compuesto por 21 miembros, altamente calificados en el mundo como críticos, decidió conferirle esta distinción, en una muestra que congregó a grandes escultores de 53 países.
En Francia se vinculó por varios años al Ministerio de Educación, y sus obras ocupan espacios importantes en universidades y otros centros culturales de ese país. Se cuentan, además, no menos de 20 de sus esculturas ubicadas en sitios públicos franceses.
Obras de Marta Colvin se encuentran en el Museo de la Universidad de París; en el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo; en el Museo de Escultura al Aire Libre de Middelheim, Amberes, Bélgica ; en el Museo de Osaka, Japón ; en el Hirsshorn Museum, de Washington, Estados Unidos de América ; en el Museo de Escultura de Seúl, Corea del Sur, etcétera. Además, numerosas obras suyas se mantienen en colecciones particulares de Europa, América y Asia.
Y en Chile, cabe destacar su "Homenaje a la Neurocirugía", escultura instalada en el Instituto de esta especialidad en Santiago; las obras que realizó para la Basílica de Lourdes; su "Canto a la vida", en la Clínica Alemana; "La Pachamama", en el Parque de Escultores, de Providencia.
Marta Colvin recibió en Chile el Premio Nacional de Arte el año 1970, cuando ya estaba consagrada como figura mundial en los principales países del mundo, cumpliéndose, en todo caso, con el sentido de la creación de este premio, preceptuado en la ley respectiva: Conceder esta distinción "a quienes hayan entregado su vida entera al noble ejercicio de las bellas artes.".
En este homenaje del Senado en memoria de Marta Colvin, de cuya vida y obra hemos hecho esta reseña muy sintetizada, recordamos no sólo al ser humano que siguió acertadamente una vocación, que cultivó con sublimidad el difícil oficio de la estatuaria, sino también la valía de su obra, repartida en las diferentes latitudes del mundo, como una presencia chilena destacada del arte y la creación, al igual que ya lo hicieran, en poesía, Pablo Neruda y Gabriela Mistral, y en música, otros dos chillanejos ilustres como ella: Claudio Arrau y Ramón Vinay.
Celebro, señor Presidente , la iniciativa del Honorable señor Ruiz-Esquide adoptada también por Senadores de otras bancadas de rendir este homenaje, pues ello nos ha permitido utilizar la más importante tribuna del país para expresar nuestra admiración y reconocimiento hacia una artista que, ganando laureles que la consagraron como figura mundial de la escultórica, prestigió también el espíritu creador de nuestra patria.
Es un homenaje muy sentido que rendimos los Senadores del Partido Por la Democracia.
He dicho.