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Homenaje
HOMENAJE EN MEMORIA DEL EX DIPUTADO JORGE SABAT GOZALO .

Autores

El señor DE URRESTI (de pie).-

Señor Presidente, señora Inés , Omar , Óscar , Ángela , que hoy no nos acompaña; honorable concejo de la ilustre municipalidad de Valdivia; alcalde de esa comuna, Bernardo Berger ; Simón Mancilla Roa , alcalde de la municipalidad de Los Lagos; estimados amigos y amigas; estimadas diputadas y diputados, en nombre de la bancada del Partido Socialista, de la bancada de la Democracia Cristiana, de la bancada del Partido Radical Socialdemócrata y de la bancada del Partido por la Democracia, me corresponde rendir este sincero homenaje en recuerdo de un hombre bueno, en recuerdo de don Jorge Sabat Gozalo .

Decía el poeta y libertador cubano José Martí que “Se es más cuando se vive entre buenos y con cada bueno que se va se es menos”.

Desde la tarde del pasado 13 de noviembre los habitantes de la ciudad de Valdivia somos un poco menos, porque ese día nos dejó, definitivamente, el destacado hombre público Jorge Sabat Gozalo , quien, a los 83 años de edad, seguía siendo identificado y reconocido por miles de personas como “El doctor de los pobres” por su generosidad y desprendimiento de toda una vida, atendiendo la mayoría de las veces sin recibir retribución de parte de sus pacientes, a gente humilde, sin recursos, que siempre contó con su vocación por hacer algo concreto el juramento de Hipócrates.

El doctor Sabat , hijo de Miguel Sabat Nazar y Angélica Gozalo Sully , había nacido el 29 de junio de 1923. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Instituto Salesiano de Valdivia, para luego ingresar a la Universidad de Concepción y, con posterioridad, a la Universidad de Chile, donde se tituló de médico cirujano en el año 1951. En la Escuela de Medicina de Concepción fue delegado estudiantil ante la dirección de la Facultad. Una vez egresado, ejerció su profesión y se incorporó a la Sociedad Médica de Chile.

El nombre de Jorge Sabat estuvo inexorablemente asociado a Valdivia durante toda su vida pública. Desde los años 50 se forjó un gran prestigio en los sectores populares, donde atendía gratuitamente a sus pacientes. Asimismo, fue médico del Hospital Regional de Valdivia, entre 1969 y 1979. Las comunas de Corral, Panguipulli , Los Lagos, Futrono y San José también conocieron de su trabajo y preocupación por quienes menos tienen.

En la primera parte de su trayectoria política estuvo vinculado al partido de Salvador Allende, al Partido Socialista de Chile, cuando fue elegido regidor y alcalde de Valdivia, en circunstancias que la ciudad todavía se levantaba de la destrucción que le provocara el terremoto de mayo del año 1960. De hecho, el sismo había destruido la municipalidad, cuyas autoridades y funcionarios trabajaban en un pequeño espacio en otro edificio más pequeño.

En 1969 fue electo diputado por la vigésimo segunda agrupación departamental, integrada entonces por las comunas de Valdivia, La Unión y Río Bueno, para el período 1969 a 1973. Integró la comisión permanente de Salud Pública, la de Defensa Nacional, la de Educación Física y Deportes y la de Gobierno Interior, la que hoy, coincidentemente, tengo el honor de integrar y presidir.

Tras la dictadura, en pleno proceso de reapertura democrática, entre los años 1992 y 2000, militó en el Partido Radical, en cuya representación fue concejal durante los períodos 1992 a 1996 y 2000 a 2004; en tanto que con un masivo apoyo popular, entre 1996 y 2000, ejerció como primera autoridad comunal.

Quiero, en el mismo sentido, recordar obras significativas que se hicieron bajo el mandato del doctor Sabat, que son emblemáticas para la ciudad y que hoy constituyen el recuerdo imperecedero de su obra. Después de 45 años, se remodeló la Plaza de La República; se instaló el Centro Científico del Sur, referente nacional e internacional de la ciencia y la investigación; se terminaron los últimos pisos del edificio consistorial, que dejó en obra gruesa en su anterior período alcaldicio en la década del 60; terminó la habilitación y alhajamiento del teatro municipal Lord Cochrane , orgullo de nuestra ciudad; remodeló y recuperó para sus habitantes el Mercado Municipal de Valdivia. En definitiva, una serie de obras que simplemente no es necesario enumerar porque la comunidad valdiviana reconoce y va a tener siempre presente para los efectos de recordar a un hombre bueno.

Entre otras actividades, el doctor Jorge Sabat participó en sociedades mutualistas, en la Cruz Verde en Valdivia y presidente de diversos clubes de fútbol de la ciudad, lo que le valió, en el año 2003, ser reconocido y honrado, merecidamente, como hijo ilustre de Valdivia.

Hace algunas semanas, cuando hice uso de la palabra en esta Corporación para referirme a su sentido deceso y presentar mis disculpas por no haber podido acompañar a su familia, integrada por la señora Inés Guzmán , que hoy nos acompaña, y sus tres hijos, Ángela , Óscar y Omar , por haberse realizado su funeral un día de sesiones, dije que a pesar de que sabíamos de su deteriorada condición de salud en el último tiempo, su fallecimiento igual nos sorprendía y nos llenaba de dolor, al igual que a toda la comunidad valdiviana.

Al igual como lo hicieron miles de mujeres y hombres de la hermosa tierra que tengo el honor de representar en la Cámara, muchos hubiéramos querido haber podido acompañar al doctor Sabat mientras vivía sus últimos minutos en el Hospital Regional de Valdivia, lugar que como consecuente médico y servidor público eligió para atenderse, manteniendo hasta el final la convicción y la firmeza de principios que lo caracterizaron siempre.

Durante su funeral, miles de valdivianos concurrieron a rendirle un sentido homenaje y entregarle un último adiós en la Catedral de Valdivia. La ciudad entera se vistió de luto para agradecer, con cariño, el esfuerzo y el trabajo desplegado durante más de cuatro décadas por uno de sus hijos más queridos, que siempre estuvo dispuesto al mayor de los sacrificios si era necesario por el progreso de la ciudad y el bienestar de su gente.

Señor Presidente, estimados colegas, familiares del doctor Sabat:

Cuando corren tiempos como los actuales, donde el servicio público es cuestionado a raíz de hechos deplorables que ensucian la verdadera vocación de quienes están dispuestos a trabajar por las mejores causas, por la gente, sus derechos, sueños y aspiraciones, y donde particularmente la función parlamentaria aparece muchas veces cuestionada, la figura de Jorge Sabat Gozalo se yergue como ejemplo que dignifica a quienes están dispuestos a dar lo mejor de si por el bien común.

En el contexto de un mundo y un país donde el individualismo, el egoísmo y el beneficio personal inmediato y sin esfuerzo forman parte de una cultura consumista y poco solidaria, donde muchas veces pareciera que las cifras macroeconómicas son más importante que las personas y sus necesidades, ejemplos como el de don Jorge deben servirnos como motivación y camino a seguir, no para ser reconocidos y respetados, sino para saber que efectivamente se está cumpliendo con el mandato que el pueblo nos ha entregado.

En nombre de la bancada del Partido Socialista, de la Concertación, he tenido, hoy, el honor de hacer uso de la palabra para rendir un sincero y respetuoso homenaje a un hombre lo merece con creces que, tras un ejemplo de fructífera vida profesional, personal y política, ha partido, entregándonos un testimonio de responsabilidad, dedicación y dignidad que no se gana con títulos, con dinero o con posición social, sino que se recibe con el justo reconocimiento al deber cumplido en la trayectoria de una vida.

Reitero, en nombre de todas las bancadas de la Concertación, en el mío y, especialmente, en recuerdo de su militancia en el Partido Socialista, hago llegar nuestro respeto y cariño hacia su esposa e hijos, y les decimos que deben sentirse orgullosos de haber compartido la vida con un gran hombre, del que guardaremos el mejor de los recuerdos, del que las nuevas generaciones aún tienen mucho que aprender; el recuerdo de un hombre bueno, el recuerdo de “El doctor de los pobres”.

He dicho.

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