Labor Parlamentaria

El señor CORREA (de pie).- Señor Presidente , honorables colegas, resulta difícil en este día enhebrar y decir algunas palabras, después de tantas emociones que hemos vivido en estos últimos días a raíz del terremoto. Sin duda, nadie pensó que íbamos a tener que despedirnos en medio de una situación tan dramática como la que se está viviendo.

Sólo quiero decir que los veinte años que he pertenecido a esta Cámara serán muy difíciles de olvidar. Llegué en 1990, cuando el Congreso se reinstalaba nuevamente. Por cierto, los primeros años fueron muy difíciles, porque la situación que imperaba en ese momento hacía que las sesiones fueran muy movidas y bastante confrontacionales.

A todos nos correspondió tener que alternar en momentos difíciles, pero de a poco fuimos afiatándonos, entendiendo que podía haber distintas opiniones. Así comenzamos a entendernos, y así la Cámara poco a poco fue representando el sentir ciudadano, que finalmente significaba aceptar distintas corrientes de opinión.

También quiero hacer un reconocimiento muy grande al personal de la Cámara de Diputados, en la persona de don Carlos Loyola, quien también se aleja, y que representa el profesionalismo de todo el personal que aquí trabaja. Cada uno de los funcionarios que trabaja en esta Corporación, -jefes de áreas, secretarios de comisiones, administrativos, etcétera-, lo hacen con el ánimo de ayudar a que la labor del diputado resulte más fácil.

Al mismo tiempo, hago un reconocimiento, en forma muy especial, al personal que trabaja en forma directa con nosotros, particularmente a mi secretaria, Johana Godoy , al personal del Comité de mi partido que siempre estuvo atento a las necesidades para hacer nuestra función más fácil y llevadera.

Por último, un fuerte abrazo a todos mis colegas con los que hemos estado juntos durante tantos años, a quienes les deseo que les siga yendo bien y que nos podamos seguir viendo en algunas oportunidades.

Muchas gracias.