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  • Senado
  • Sesión Ordinaria N° 17
  • Celebrada el
  • Legislatura Ordinaria número 335
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Intervención Petición de oficio
PETICIONES DE OFICIOS

Autores
PRÁCTICAS DE GRANDES EMPRESAS PARA OBTENCIÓN DE INGRESOS ADICIONALES. OFICIOS

El señor LAVANDERO.-

Señor Presidente , en esta oportunidad, como una excepción, quiero intervenir en la hora de Incidentes para poner de actualidad un informe de CENDA que traduce la opinión que constantemente algunos hemos tenido para defender a los pequeños y medianos productores de leche, especialmente de la Séptima a la Décima Regiones, y de manera muy importante a los de la Novena Región.

Deseo señalar que, después de transcurrido más de un año -mayo de 1996- desde el momento en que la Comisión Resolutiva antimonopolios dictaminó que Nestlé, SOPROLE, PARMALAT y LONCOLECHE incurrían en prácticas oligopsónicas, o sea, se coludían entre ellas imponiendo condiciones lesivas de compra a los productores de leche, y de solicitarse al Fiscal Nacional Económico que la Comisión Resolutiva aplicase la "máxima sanción pecuniaria prevista por la ley", se acordó interponer, a través del Fiscal, un requerimiento en contra de las mencionadas empresas -a las cuales se añadieron COLÚN y Dos Álamos- al constatar la veracidad de las denuncias acerca de las prácticas que efectúan en contra de la libre competencia, ya no sólo en la Novena Región, sino también en la Octava y Décima Regiones. Al mismo tiempo, se impuso una medida precautoria consistente en obligar a las empresas cuestionadas a publicar, en el más breve plazo, la totalidad de los parámetros que toman en cuenta para determinar el precio de la leche.

Con este requerimiento se iniciará el juicio propiamente tal. Fue en mayo de 1995 -o sea, hace más de dos años- cuando, ante denuncias efectuadas por la Asociación de Productores de Leche (APROLECHE), la Fiscalía Regional Económica comenzó su estudio. En este largo plazo de duración de la investigación, la colusión oligopsónica continuó perjudicando a productores y consumidores, generando obviamente fuertes ingresos adicionales, extras, a los consorcios lecheros comprometidos en acciones en contra de la libre competencia y, por supuesto, de los productores. Las multas posibles de aplicar son mínimas, con relación a las ganancias extraordinarias obtenidas en estos dos años.

La debilidad de la capacidad reguladora del Estado -puesta también crudamente de manifiesto a raíz de los temporales que sacudieron en junio al país- se revela en los más variados ámbitos de la actividad económica nacional, facilitando la persistencia en la acción de intereses económicos minoritarios. Igual aconteció también durante meses, cuando las empresas de distribución eléctrica CHILECTRA , Río Maipo (ambas filiales del hegemónico "holding" ENERSIS) y Puente Alto, apoyándose en un litigio judicial, cobraron tarifas en exceso a los consumidores.

El Gobierno no cuenta con todas las herramientas legales frente a la acción monopólica o a la concertación oligopólica. La Fiscalía Nacional Económica, como ejemplo de ello, carece de recursos para ejercer sus funciones, considerándose su actividad, por lo tanto, como de marginal. Así quedó demostrado durante el debate efectuado en la Comisión Resolutiva antimonopolios acerca de los riesgos para la libre competencia que representa la integración vertical de Enersis. El Fiscal Nacional Económico señaló que la institución a su cargo no cuenta "con recursos suficientes" para enfrentar debates de este tipo, mientras que el "holding" Enersis movilizó ingentes fondos y encargó numerosos estudios para defender la mantención de su posición dominante en los mercados eléctricos de transmisión, generación y distribución. El Fiscal Rodrigo Asenjo explicó que fue "una pelea de David contra un centenar de Goliat".

Los perjuicios a productores y consumidores, por la colusión de los consorcios lecheros, son evidentes. En el primer trimestre de 1997, según cifras de la Asociación de Productores de Leche, los valores promedios pagados por las plantas se redujeron en 8,6 por ciento real, en comparación con iguales meses del año anterior, dejando los productores de percibir, como consecuencia de ello, la suma de 2 mil 456 millones de pesos. La baja en los precios de compra en las regiones sureñas fue mayor que la caída promedio nacional, ascendiendo la reducción a 9 pesos y 7 pesos por litro, respectivamente. "Esta situación contrasta" -señaló, con razón, el economista de APROLECHE Jaime Cuitiño - "con el comportamiento de los valores de los productos lácteos al consumidor, los cuales se han mantenido estables, sin traspasar el menor precio pagado a productor al consumidor".

He aquí algunas de las razones por las cuales ha aumentado la pobreza en el sector rural, en especial en la Novena Región. Creo que debemos valorar la defensa que ha hecho APROLECHE a través de su propio presidente, el señor Juan Gajardo Coulon.

En 1996, ya los productores lecheros experimentaron una baja de 46 por ciento en sus utilidades, y a partir de octubre pasado los precios cayeron significativamente, llegando a ser incluso inferiores, en términos nominales, a los de 1995. Es una baja que viene observándose desde 1994, atribuida a la situación de precios en los mercados internacionales, debido a la colocación de excedentes lecheros por parte de países como Estados Unidos y Canadá, que reciben fuertes subsidios; al crecimiento de la producción interna y al alto nivel, en determinados momentos, de las importaciones de leche.

Los más afectados son los pequeños y medianos productores. Un 80 por ciento de los productores lecheros de la zona sur entrega entre 50 y 100 litros diarios (menos de 20 mil litros anuales). Los pequeños productores se encuentran amenazados de quedar marginados en las recepciones de las plantas al no cumplir con las normas que les han impuesto, en particular por efectuar entregas estacionales en primavera y verano y no hacerlo en invierno.

En la Novena Región, la primera zona donde se efectuaron denuncias de colusión, el poder de compra se concentra en más de 90 por ciento en los consorcios Nestlé, SOPROLE, LONCOLECHE y PARMALAT En la Octava Región, la posición dominante la ejercen Nestlé, SOPROLE y PARMALAT. Mientras que en la Décima Región -que constituye el 65 por ciento de la producción nacional total-, a las cuatro plantas ya mencionadas se agregan Colún y Dos Álamos. SOPROLE, LONCOLECHE Colún, Nestlé y PARMALAT poseen en conjunto una participación total cercana al 80 por ciento a nivel nacional. Se trata, por tanto, de un mercado fuertemente concentrado entre cuatro consorcios transnacionales y dos empresas controladas por capitales de origen nacional.

Nestlé Chile es filial de la transnacional de origen suizo del mismo nombre, que es la mayor empresa de alimentos a nivel mundial. SOPROLE es controlada por New Zealand Dairy Board , de Nueva Zelandia, que comercializa entre la quinta y cuarta parte de la leche vendida a nivel global. PARMALAT es un consorcio de origen italiano que entró al mercado chileno con posterioridad a los otros consorcios transnacionales. Dos Álamos, es la división de productos lácteos de la transnacional anglo-holandesa Unilever, que se encuentra en venta. Por su parte, LONCOLECHE pertenece al grupo económico chileno de Fernando Larraín , uno de los mayores intereses internos en el negocio de alimentos.

Quiero agregar que existe desesperanza en los pequeños y medianos agricultores, especialmente en los que tienen cultivos tradicionales. Sin embargo, nunca hemos escuchado la voz de la Sociedad Nacional de Agricultura en defensa de esos pequeños y medianos empresarios que afrontan momentos extraordinariamente graves.

La Sociedad Nacional de Agricultura insiste demagógicamente en culpar al Gobierno de querer proteger la competencia desleal que los agricultores en Chile deben soportar, pero se olvidan de la competencia desleal de que son objeto los pequeños agricultores de APROLECHE y otros, víctimas de la voracidad de las grandes plantas lecheras y extranjeras que estrangulan a los pequeños productores de leche. Mientras el precio internacional de la leche sube, baja para los productores y sube para los consumidores. La Sociedad Nacional de Agricultura sólo a última hora se ha sumado a la defensa que se ha hecho hace ya más de un año en favor de los pequeños y medianos productores de leche.

Nada dice la Sociedad Nacional de Agricultura cuando baja el dólar y no bajan los insumos importados, pesticidas, abonos y maquinaria agrícola, cuya incidencia es de más de 60 por ciento del valor de estos productos tradicionales e igualmente la baja tampoco se lleva a los consumidores. Los intermediarios en esta larga cadena de comercialización "hacen su agosto" mediante el silencio de la Sociedad Nacional de Agricultura. El productor recibe menos de un tercio del valor final de diversos productos agrícolas, entre ellos el trigo y la carne. Pero como son empresarios y todos están revueltos en la Confederación de la Producción y el Comercio de Chile, "organismo político de fachada" -allí se mezclan en los cocteles la Sociedad Nacional de Agricultura y las grandes plantas lecheras-, por éstas y otras razones de carácter político, prefieren culpar a quien no corresponde: al Gobierno, en vez de dar la pelea franca en contra de los intereses económicos y financieros que, desde el sector privado, están hundiendo a la agricultura tradicional de la Novena Región y de otras zonas del sur.

La Sociedad Nacional de Agricultura debe enmendar rumbos y defender también a los pequeños y medianos agricultores en forma decidida y no con declaraciones que sólo convencen a unos pocos incautos.

Tales son algunas de las razones que explican el porqué existen condiciones bastante deplorables para la agricultura tradicional de las Regiones Octava, Novena y Décima, e incluso en parte de la Séptima, a la cual representan algunos distinguidos señores Senadores que se encuentran presentes.

Por tales razones, deseo que se envíen oficios a los Ministros de Economía, al de Agricultura y también a la Fiscalía Nacional Económica, a fin de que tomen conocimiento de que por lo menos aquí se ha entendido la defensa que se hace de los pequeños y medianos agricultores. Desde este Hemiciclo solicito a esos Ministerios que refuercen la defensa en favor de esos pequeños agricultores.

No es raro observar en la última encuesta CASEN que las cifras y expectativas económicas, desde cualquier ángulo que se analicen, son extraordinariamente buenas, ya sea en lo tocante a la cesantía, a la política macroeconómica, a la inflación y al crecimiento del país. Desgraciadamente, estas cifras no corresponden a lo que ocurre en la Novena Región donde, al contrario de lo que sucede en el resto del país, la pobreza aumenta. Algo está fallando, incluso en alguno de los organismos del actual Gobierno, que intentan aplicar diversas medidas destinadas a disminuir la pobreza. Sin embargo, a pesar de los recursos con que cuentan dichos organismos, en vez de disminuir, la cesantía aumenta en esa región. Ello podría deberse a que, a lo mejor, los recursos cuantiosos que se están aplicando, no están bien orientados. A veces, para combatir la pobreza, se realizan cientos de estudios, pero éstos, en definitiva, sólo benefician a los profesionales que los elaboran, pero no llegan a quienes los están esperando: a los más pobres.

Por eso, señor Presidente , reitero mi petición en el sentido de que estos oficios sean enviados, en mi nombre, a los respectivos Ministerios y también a la Fiscalía Nacional Económica, con mis palabras de felicitación por la sólida defensa que esta última ha hecho contra los intereses de esas grandes transnacionales del sector lechero y también del sector eléctrico.

--Se anuncia el envío de los oficios solicitados, en nombre del Senador señor Lavandero, en conformidad al Reglamento.

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