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Antecedentes
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  • Sesión Especial N° 17
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  • Legislatura Extraordinaria número 332
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Intervención
PRESUPUESTOS DEL SECTOR PÚBLICO PARA 1996

Autores

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Senador señor Andrés Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Señor Presidente , en el Senado ya escuchamos un discurso similar, cuando hubo una discusión parecida con motivo de la exposición acerca del estado de la Hacienda Pública. En esa oportunidad, el señor Ministro formuló observaciones más o menos parecidas, salvo algunas nuevas que corresponden casi a lo mismo que se dijo al discutirse el Presupuesto de este año.

Llama la atención esta crítica al manejo de la política presupuestaria, la cual, a su vez, puede influir en la macroeconomía y en la política general del país, pues, si las recetas que da el señor Senador que me precedió fueran las que deben aplicarse, a lo mejor, los resultados no serían los exhibidos.

Mayor sorpresa me causa Su Señoría cuando, después de señalar cifras que en cualquier parte del mundo testimoniarían un buen resultado económico, pronuncia una frase, que considero un poco egoísta, en el sentido de que los logros no serían mérito del Gobierno, porque esta Administración ni la anterior nada tienen que ver con tales resultados.

Al escuchar a los expertos y a los economistas extranjeros referirse a la economía chilena, jamás he oído expresiones de crítica como las formuladas por el señor Senador que me antecedió.

Un país con una tasa de crecimiento sostenido superior a 6 por ciento; que ha reducido la inflación desde 1990 a la fecha, de 27 por ciento a 8 por ciento; que duplica la tasa de ahorro interno de 13 ó 14 por ciento a 27 por ciento; que casi dobla la tasa de inversión en capital a 27 por ciento; cuyo ahorro fiscal bordea 4,3 por ciento de Producto; que sus exportaciones crecen año tras año, y en 1996 casi duplicarán las de los últimos seis, período en el cual los inversionistas extranjeros han más que triplicado los recursos que ingresan al país, seguramente no será porque la economía presenta fallas en su manejo, o porque hay descuido o mal uso de las políticas presupuestarias.

Realmente, en mi opinión, los hechos son mucho más porfiados que las palabras. A mi modo de ver, la forma como se ha conducido la política económica es la correcta. Y si uno revisa el proyecto de la Ley de Presupuestos y la exposición del estado de la Hacienda Pública del señor Ministro en el mes de octubre, concluirá que lo propuesto es, precisamente, continuar por el mismo camino; con un Presupuesto con superávit fiscal, con tendencia a incrementar el ahorro público de 3,7 a 4,3 por ciento del Producto, y con un crecimiento sostenido, el cual puede bordear 6,5 por ciento, con una inflación en descenso estimada para 1996 en 6,5 por ciento. Creo que a todo ello contribuirá la iniciativa legal en estudio.

¿Qué nos ha pasado en la discusión de este proyecto de Ley de Presupuestos? Que lo señalado por el Honorable señor Piñera fue reiterado en aproximadamente 500 indicaciones presentadas ante la Comisión Especial de Presupuestos, con el objeto de reducir los gastos variables y la Partida Tesoro Público. Al analizarlas, comprobamos que la mayoría de ellas carecía de fundamento y que se formularon porque sí. Por ejemplo, se propuso disminuir los gastos variables en la Administración civil y no en los presupuestos de las Fuerzas Armadas, sin dar justificación en uno y otro caso.

La defensa hecha respecto de cada una de esas indicaciones fue cada vez más débil, porque -repito- no había fundamento concreto para concluir que hay exageración en el gasto. En definitiva, la Comisión Especial de Presupuestos rechazó todas esas indicaciones.

Por otra parte, lo afirmado por el señor Senador en términos de que el gasto crece más que el Producto es relativo. De ser ciertas las cifras que proporcionó, como la de que el crecimiento del Producto será de 7,5 por ciento y el gasto en relación con el mismo inferior para 1996, habría 7,1 por ciento de crecimiento. Yo le creo más al señor Ministro , quien en la exposición sobre el estado de la Hacienda Pública nos informó que el gasto en relación al Producto será de 5,7 por ciento, versus un crecimiento estimado...

El señor PIÑERA.-

¿Su Señoría leyó bien la nota al pie de página?

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Sí, pero confío más en ese Secretario de Estado , y por eso apoyo sus proposiciones.

El señor PIÑERA.-

La nota alude a 5,7 por ciento, excluyendo algunos gastos.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Si Su Señoría desea una interrupción, encantado se la daré. Lo que estoy señalando es que confío más en las cifras del señor Ministro de Hacienda .

El señor PIÑERA.-

¿Me concede una interrupción, señor Senador ?

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Se la doy, con la venia de la Mesa.

El señor PIÑERA.-

Es muy simple: el señor Aninat afirmó en su exposición que el gasto crecerá 5,7 por ciento. Y en una nota al pie de página aclara que aumentará en ese porcentaje excluyendo el crecimiento en subvenciones educacionales y en otro rubro más. De seguir exceptuando otros aumentos del gasto, podría decirse que el Producto crecerá en 4, 3 ó en 0 por ciento.

He afirmado que el gasto total aumenta más que el Producto, según la estimación del propio señor Ministro de Hacienda . Si Su Señoría tiene otro cálculo, le ruego citarlo, porque obviamente no puedo hacer comparaciones sin esa cifra.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

No la tengo, y sigo insistiendo en que creo más en el cálculo realizado por el señor Aninat de 5,7 por ciento, excluyendo una partida de gastos que se financia con impuestos propios, al igual que en el caso del reajuste de pensiones.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

En realidad, podemos pasar toda la tarde en una discusión acerca de la situación financiera del Estado; pero eso corresponde a un debate sobre la Hacienda Pública. Lo que estamos analizando es el proyecto de Ley de Presupuestos.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Estoy de acuerdo; pero como el señor Senador que me precedió hizo su exposición y Su Señoría no hizo la misma observación, me veo en la necesidad de precisar algunos datos, para luego seguir con la discusión del asunto en estudio.

El Honorable señor Piñera se queja de que el Presidente de la República no hace lo que el señor Senador desea: que en 1996 se rebaje el IVA. Es facultad presidencial disminuir, aumentar o mantener dicho tributo. La obligación de rebajarlo se contempla para el año subsiguiente, no para el próximo.

Por lo tanto, no es una materia en la cual pueda decir que el señor Senador tenga razón. Si el Gobierno estima -como lo ha hecho- que debe mantenerse dicho impuesto, precisamente para lograr un Presupuesto equilibrado, como corresponde en un país ordenado, el IVA debe seguir vigente.

En seguida, el Honorable colega propone algunas soluciones que, de ser factibles, todos desearíamos que se aplicaran mañana mismo. Lo relativo a ENACAR, la empresa del carbón, es un problema histórico en Chile. Gobiernos de todos los signos políticos han debido sostener esa industria, por estar involucrado en ella un gravísimo problema social, que no se puede resolver con 12 mil o 13 mil millones de pesos al año, dividiéndolos por 2 mil y repartiendo determinada cantidad de dinero entre los mineros. La situación es mucho más grave y delicada, y no tan fácil de resolver, como se desprende del discurso que acabamos de escuchar al señor Senador.

Asimismo, se habla de ineficiencia. Y esto realmente me llama la atención, sin que ello signifique defender o no defender a las empresas del Estado, cuya rentabilidad se sitúa en torno de 4,5 por ciento.

En cualquier parte del mundo, incluso en los países de mayor desarrollo, una utilidad de tal magnitud sería bien mirada, en términos razonables. Pero, con un argumento de tal especie y con la misma simpleza, ¿podría sostenerse que las AFP, que atraviesan por una situación coyuntural, por supuesto, exhiben tasas de rentabilidad negativas, por estar mal administradas?

Creo que debemos ser muy cuidadosos. Se puede afirmar que es necesario privatizar o no; pero debe reconocerse un hecho: las empresas del Estado están siendo rentables, lo cual es positivo. Porque lo normal, aquí y en todas partes del mundo, es que las empresas fiscales no tengan rentabilidad positiva.

Cuando nos adentremos en el estudio de cada una de las partidas, podremos ver que el Presupuesto se viene ajustando a algo bastante claro: casi constituye un Presupuesto de continuidad. Todas las partidas, por lo general -salvo excepciones, y con justificación-, se han mantenido en términos reales. ¿Dónde se incrementa el gasto? En educación, donde el aumento, en términos reales, bordea el 16 por ciento. Y eso es bien recibido por el país, que....

El señor PIÑERA.-

¡Eso implica más gasto!

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

No se trata de un problema de gasto, señor Senador , sino de destinar mayores recursos para que haya mejor educación. Y creo que se está produciendo un mejoramiento en la enseñanza.

En materia de salud, también existe un incremento...

El señor ROMERO.-

¡Eso es más gasto!

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Por supuesto, Su Señoría. Tiene que haber mayor gasto para otorgar bienestar a la gente, particularmente a la que necesita más; porque hay otras personas en las que no se requiere gastar, ya que cuentan con los elementos indispensables.

En materia de salud, nadie puede discutir que hay mejor atención...

El señor PIÑERA.-

¡Yo lo discuto!

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).-

Eso podemos verlo cualquier día en el terreno mismo, señor Senador.

Existe mayor preocupación del Estado en el rubro salud, respecto del cual se ha tenido que hacer una inversión en recuperación de infraestructura que no se efectuó durante mucho tiempo en el país.

En el ámbito habitacional, estamos construyendo más de 110 mil viviendas. Por supuesto, hay que gastar en los pobres y proporcionar techo a la gente. Otros piensan que no. Estiman que por el "chorreo" habrá salud, educación, vivienda y se solucionarán todos los problemas en el país. Ésa es una receta que ha fracasado en todas partes del mundo.

Por eso, me parece que éste es un Presupuesto de continuidad, que está en la línea correcta. Además, se elaboró dentro de un marco de superávit, respetando las políticas macroeconómicas. A mi juicio, permitirá insistir en el éxito de la economía en cada uno de los rubros, como ha ocurrido durante todo este tiempo.

He dicho.

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