Labor Parlamentaria
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Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Ordinaria N° 126
- Celebrada el 13 de enero de 2011
- Legislatura Ordinaria número 358
Índice
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Intervención
OTORGAMIENTO DE NACIONALIDAD CHILENA, POR ESPECIAL GRACIA, AL SEÑOR SERGIO ABAD ANTOUN. Primer trámite constitucional.
Autores
El señor BECKER (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor Patricio Hales.
El señor
Se trata de un árabe que ha vivido en nuestro país por casi 23 años, vicario de la Iglesia Ortodoxa. Es conocido no sólo por su cristiandad, sino también por su respeto a nuestra institucionalidad.
Si los honorables diputados hacen memoria de los grandes actos institucionales -ceremonias en que se van marcando los hitos del Estado de Chile y de la patria- que se han celebrado año tras año en nuestro país, tales como la transmisión del mando y el mensaje del 21 de Mayo del Presidente de la República , recordarán a monseñor Sergio Abad , en primera fila, al lado de los jefes de las iglesias invitados, con su bastón de mando, con empuñadura de pedrería oriental, puntualmente, valorando lo que significa ser chileno.
En un Tedeum, al lado del arzobispo de Santiago , tuve la posibilidad de escucharlo cantar. Por lo demás, ambos conocemos a Sergio Abad . Recuerdo que monseñor Francisco Javier Errázuriz , al comentar sobre el canto del vicario ortodoxo, a quien le entregaremos la nacionalidad chilena, me decía que no sólo era un gran cantante, sino, además, un gran mariano, porque le gustaba cantarle a la virgen. Él cultiva esa tradición del canto oriental porque pertenece a la iglesia cristiana original. Con el paso de los años, la Iglesia Católica se instaló en Roma, produciéndose la división entre la Iglesia de Oriente y la de Roma. En muchas oportunidades, el ecumenismo de monseñor Abad y de la Iglesia Ortodoxa lo han llevado a cantar en la Catedral de Santiago.
Cuando llegaron a Chile, los cristianos ortodoxos no fomentaron la rivalidad con la Iglesia Católica. Monseñor Sergio Abad tampoco, porque representa la conducta cristiana de los árabes que llegaron a Chile a fines del siglo XIX y durante el transcurso del siglo XX, de no ser antagonistas con el catolicismo ni con religión alguna.
Los árabes que llegaron a Chile a fines de 1800 y durante toda la primera mitad del siglo XX eran de una zona predominantemente cristiana. Y no lo digo por antagonismo con los musulmanes; es la verdad. Los descendientes de árabes que llegaron a Chile no son musulmanes, sino cristianos. En ese entonces, eran alrededor del 98 ó 99 por ciento. En la actualidad, los musulmanes son entre 2 y 5 por ciento, pero, los que llegaron, es decir, los antecesores de monseñor Abad, eran cristianos.
Decía que él es heredero de esa conducta no antagónica con la cristiandad romana, la cual se mantuvo, precisamente, porque tenían la convicción de que la iglesia de Jesucristo se había originado en Oriente, en esos pueblos donde se cuida el Santo Sepulcro . Son los hermanos de Sergio Abad, los de la Iglesia Cristiana Ortodoxa, los católicos de Oriente, los que cuidan el Santo Sepulcro, incluso, con el consentimiento de Roma.
Así es la hermandad permanente. De allí es esa gran mayoría de descendientes de árabes, de palestinos, que viven en Chile; es el pueblo donde nació Jesucristo, Bethlehem, o Belén, en castellano; Bethyala, Beth Zahur , es decir, los pueblos en los cuales se originó la cristiandad. Monseñor Sergio Abad representa, precisamente, a esa cristiandad y a la Iglesia Ortodoxa de Chile, formada por descendientes y no descendientes de árabes. Son los que van a la Iglesia de San Jorge, patrono de la Iglesia Ortodoxa, que mató al dragón y que es el mártir de los ortodoxos.
La Iglesia de San Jorge está en Santa Filomena con Patronato, en pleno corazón de Santiago; hay otra en Pedro de Valdivia con Providencia, con los íconos pintados de dorado, con los mismos que un chileno, Juan Echeñique , extraordinario pintor, adornó los distintos templos ortodoxos. Los sacerdotes chilenos, algunos de origen árabe y otros no, son los que han dado origen a esta presencia chilena.
Entonces, desde el punto de vista de la integración cultural, religiosa y racial de pueblos -ya cuatro o cinco generaciones- que vinieron a hacer patria a Chile, es casi natural concederle la nacionalidad chilena a monseñor Sergio Abad . Él es parte de eso, no sólo de su iglesia, sino también de las tradiciones de esos árabes que llegaron a poblar nuestro país.
Él dice, como lo han expresado tantos descendientes de árabes: “Quiero ser chileno”. Nuestros antepasados quisieron ser chilenos, y los que somos descendientes de árabes, tercera o cuarta generación, somos profundamente chilenos, y varios hemos sido elegidos, en tanto chilenos, para estar en la Cámara como sus representantes.
Pero, hay otros que se integraron de tal manera, con total ausencia de antagonismo, desde el punto de vista cultural y religioso, que de inmediato sus padres razonaron: Estamos acá en Chile y no hay una iglesia ortodoxa, ni un monseñor Sergio Abad , ni un vicario de la misma. Entonces, ¿con quién debemos estar? Como en el Oriente y en el Cercano Oriente la gente es profundamente religiosa, optaron por integrarse a la Iglesia Católica, Apostólica Romana .
Don Antonio Valech Haddad , ortodoxo de origen sirio, padre de Sergio Valech , permitió que su hijo entrara al Seminario de la Iglesia Católica , donde terminó siendo obispo. Lo mismo pasa con el padre Fernando Chomalí , obispo auxiliar de Santiago, cuyo padre también proviene de las zonas de Bethyala, Bethlehem y Beth Zahur . Hoy, es profundamente chileno y obispo de la Iglesia Católica. Raúl Hasbún -con otra mirada- también se inclina por la Iglesia Católica.
Lo curioso es que estamos pidiendo la nacionalidad chilena para monseñor Abad y el padre Raúl Féres , otro sacerdote cuya familia es de origen árabe y ortodoxo se incorpora a la Iglesia Católica y se transforma en guardián de un templo patriótico chileno. Abad pide la nacionalidad chilena y Féres cuida el Templo Votivo de Maipú como rector. Eso demuestra el profundo patriotismo de estos descendientes de árabes que se integraron al catolicismo romano y al patriotismo chileno.
La Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa está profundamente integrada a Chile. Por eso ha sido tan fácil que el Senado le entregara la nacionalidad chilena a monseñor Sergio Abad , es probable que también lo sea en la Cámara, justamente por la naturalidad con que los árabes ortodoxos se integraron a la cultura nacional y se quedaron en este país sin deseos de volver a tierra prometida alguna, aunque con el correr de los años ésta fue violentamente usurpada.
Vinieron aquí en son de paz, no a crear conflictos, en más de un siglo de presencia, nunca lo han hecho. Era y es gente de paz. Hoy monseñor Abad viene a pedir que le otorguemos la nacionalidad chilena.
Tengo la impresión de que con la decisión de la Cámara, ojalá por unanimidad, haremos un reconocimiento no sólo a Sergio Abad , sino a todo el país. Chile se haría un reconocimiento a sí mismo, porque durante siglos ha recibido a inmigrantes de todos los credos, nacionalidades y razas. Además, porque tiene sus puertas y brazos abiertos a todo el mundo.
Nunca fueron rechazados los parientes, amigos y coterráneos de monseñor Abad. Pueden haber tenido dificultades propias de un inmigrante no invitado, problemas para integrarse lentamente, pero en la actualidad lo están en plenitud, basados en las siguientes cuatro confianzas:
La primera, la generaron los árabes que llegaron haciendo comercio: la de vender y que les compraran, la de endeudarse, la de la relación comercial.
La segunda nace en los años 30, cuando los bancos les prestan plata, cuando construyen, cuando invierten, cuando los primeros que llegaron y sus descendientes comienzan a hacer industrias.
La tercera confianza se produce a fines de la década del 40 y en la del 50. Tiene que ver con la formación de profesionales, descendientes de árabes de segunda generación. El chileno recurre a un abogado, a un médico, a un oculista o a un dentista descendiente de árabes.
La confianza que los árabes logran en Chile en los años 40 y 50 es la de quienes instalan industrias y logran integrar en sus directorios a personas de distintos colores. Lo podemos comprobar con el Banco de Crédito e Inversiones de los años 50, conformado por el señor Cousiño , el presidente del Club de Golf, don Julio Durán , etcétera, distintas autoridades participan en la banca creada por Yarur, en las afueras de Santiago.
Cuando el Presidente Arturo Alessandri recorre esos lugares, ve que están construyendo algo en la zona sur de la capital del país y se pregunta que será; cree que es un estadio. Hace detener el auto, y le dicen que es una industria, lo que consideró una locura, porque estaba en la periferia de Santiago.
Se trataba de Yarur, que venía de las inversiones que había hecho con los Said en Bolivia, se apartó de esa línea para instalar esta industria. Ya conocemos la historia de las familias de ascendencia árabe Yarur , Sumar, Hirmas , Hasbún .
Confianza en el comerciante, primera confianza; en el industrial, segunda confianza, y en el profesional, tercera confianza.
La cuarta confianza que generan los descendientes de los árabes es quizás la que más me emociona: el chileno, como todos nosotros, los ve como chilenos, lo que pide monseñor Abad. Cuando en la cámara secreta, casi en penumbras, el ciudadano común y corriente opta por nombres de descendientes de árabes para el Congreso Nacional, esta eligiendo a chilenos.
Somos profundamente chilenos y representantes de todo lo que implica eso; reconocedores de nuestros ancestros, pero comprometidos con este país, como simbólicamente lo hizo Sergio Abad cuando cantó en el tedeum realizado en la Catedral de Santiago o cuando vino a las transmisiones de mando de los Presidentes de Chile. Me parece que es representante de la cuarta confianza de los descendientes de árabes.
Por tanto, pido votar favorablemente el proyecto que le concede, por especial, gracia la nacionalidad chilena.
He dicho.