Labor Parlamentaria
Participaciones
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Antecedentes
- Senado
- Sesión Ordinaria N° 3
- Celebrada el 18 de marzo de 2008
- Legislatura Ordinaria número 356
Índice
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El señor BIANCHI .-
Señor Presidente , durante la discusión del proyecto de ley se recibieron aportes de diversos expertos, quienes, mediante profundos análisis, intentaron explicar las causas de la crisis de participación política que afecta a nuestra democracia.
Las cifras son demostrativas de una fuerte desafección de la ciudadanía respecto de la política. Hoy, si se suman los votos nulos y blancos, más quienes no van a votar pese a estar inscritos en los registros electorales y aquellos que simplemente no se inscriben, se llega a sobre 3 millones de personas. Esto quiere decir que, de un universo potencial de cien, solo 68 por ciento participa en los procesos electorales. Y estas cifras son más dramáticas todavía cuando se mira la participación activa, puesto que no más de 5 por ciento de la ciudadanía milita hoy en algún partido político.
A toda esta coyuntura negativa -y que va en claro aumento- se quiere hacer frente con la modificación del derecho a sufragio y con la inscripción automática en los registros electorales.
Ante eso, solo cabe constatar que, por tal vía, se dará una respuesta parcial a la crisis ciudadana y a las demandas de las personas en lo que a participación política se refiere.
Si ellas se marginan de los procesos electorales, es fundamentalmente porque no se sienten en lo más mínimo vinculadas, ni en lo emocional ni en lo práctico, con el esquema actual de representación, que da cabida solo a quienes están inscritos en algunos de los partidos políticos, los cuales se encuentran claramente definidos en su base doctrinaria por una coyuntura social absolutamente ajena a la realidad que impera hoy en día.
Por eso, señor Presidente , aprovecho la discusión dada en torno a este proyecto para pedir que todos quienes formamos parte del actual sistema político demos una nueva lectura al artículo 18 de la Constitución, que, en lo medular, establece el principio de igualdad de participación entre las personas que militan en un partido político y los independientes. Todos sabemos que dicho principio no es respetado en ninguna de nuestras leyes electorales, puesto que, para competir para un cargo, sea de parlamentario o de concejal, los independientes corremos en gran desventaja frente a un miembro de un partido político.
Hace tiempo que venimos hablando de reformar nuestro sistema binominal. Sobre el particular se han presentado diversas propuestas. Sin embargo -y curiosamente-, ninguna de ellas se hace cargo de la inconstitucionalidad de la ley electoral, por lo que creo que ya es tiempo de enfrentar este grave problema no solo político, sino además de claras consecuencias jurídicas y de institucionalidad, para que de una vez por todas iniciemos una reforma profunda a nuestro sistema político.
En la actualidad, las encuestas y los sondeos de opinión nos revelan un hecho indesmentible: más del 51 por ciento de los chilenos se declara ajeno al tema político; o sea, son absolutamente independientes. Creo que ese gran porcentaje de personas no asistirá a votar, aunque haya inscripción automática, a menos que vea una opción que se acerque a un sentir político que lo motive a participar. En tanto esa alternativa sea solo una utopía o excepción, los niveles de apatía seguramente continuarán profundizándose.
Es necesario otorgar un respiro a nuestro sistema mediante la posibilidad de acceso a nuevas ideas y formas de representación. Mientras tanto, solo estaremos dando soluciones que dejarán muy tranquilos a quienes hoy nos hallamos en el mundo político, pero que seguirán aumentando la lejanía de las personas con la política, en especial de los más jóvenes, que no encuentran ninguna identificación, ni social ni histórica, con el actual modelo y discurso políticos.
Además, quiero recoger lo que ha dicho el Honorable señor Núñez -concuerdo del todo con él en la descripción que hizo- y hacer presente que los partidos políticos hoy día están llamados a buscar un "reencantamiento" de los ciudadanos, término que ha sido muy usado en el último tiempo, pero que no deja de ser cierto. Actualmente tenemos la obligación de volver a encantar, en alguna medida, a los millones de chilenos que cada día se ven más alejados del mundo político. Ello es necesario, porque una democracia requiere partidos sólidos y representaciones fuertes. Y tal como vamos, obviamente estamos en deuda con lo que la ciudadanía nos exige.
No me explayo más sobre la materia, señor Presidente. Pero, sin lugar a dudas, esto da para debatir acerca de muchos otros temas. Entre ellos, el relativo al sistema binominal es uno de los que deben someterse con urgencia a la discusión ciudadana.
Voto a favor del proyecto en general.