Labor Parlamentaria

El señor LATORRE (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Diputado don Gabriel Ascencio.

El señor ASCENCIO.-

Señor Presidente, gracias por darnos la oportunidad de insertar nuestros discursos, pero el motivo del presente amerita que lo lea.

Quiero aprovechar estos minutos para solicitar un oficio que tiene por objeto saludar a los hombres y mujeres de la comuna de Chonchi, provincia de Chiloé, con ocasión de recordar mañana un año más de su fundación.

En efecto, Chonchi , una villa ubicada a 114 kilómetros de la entrada norte de Chiloé, a 23 kilómetros al sur de Castro, enclavada en pleno centro de la Isla Grande, cuyo nombre en lengua indígena significa "tierra resbaladiza" o "tierra roja" y conocida también como "La ciudad de los tres pisos", fue fundada oficialmente por cédula real, el 3 de agosto de 1767, con el nombre de Villa de San Carlos de Chonchi, a requerimiento del gobernante de la época, don Antonio Guill y Gonzaga , efectuado mediante carta enviada al Rey, fechada en Santiago de Chile el 1 de septiembre de 1764, según informe de la Contaduría General, a pedido del Consejo de Indias, de 15 de diciembre de 1766, sobre la fundación de una villa en el pueblo de Chonchi y el establecimiento de dos misiones a cargo de la Compañía de Jesús. Este último era el objetivo final buscado al crearse la villa: el establecimiento de misioneros en otros lugares de Chiloé, con el fin de continuar la labor evangelizadora que la Compañía de Jesús había hecho suya en los pueblos indígenas de Chiloé, con miras hacia todo el sur del país.

En su carta al Rey, para argumentar en favor de su solicitud, don Antonio Guill y Gonzaga relata que juzgó "de la mayor importancia al servicio de vuestra Majestad el establecer villas en los parajes de las misiones para irlas aumentando con los naturales que se redujesen, y adelantar por aquella parte las poblaciones que habrían de servir de muro a las entradas que intenta hacer el celo de esta religión, para que abracen la verdadera, aquellas misiones que habitan hasta el Estrecho de Magallanes, sujetándose al suave dominio de vuestra Majestad, por cuya razón llevé el expediente a la Real Junta de Poblaciones, donde habiendo expresado los fundamentos que para ello me movían, se resolvió fundar una villa en el pueblo de Chonchi, con el nombre de San Carlos (en la cual se hallan, según relación, como 4.000 almas, con edificios de bastante costo) y que se agregasen a ellas los indios de Huillinco, Notuco, Vilupulli y Cucao de la Isla Grande de Chiloé, estableciendo una misión de dos religiosos de la Compañía de Jesús."

Antes de esa fecha, ya existía el pueblo de Chonchi, el que, hasta la llegada de los españoles, fue habitado por los indios payos, al decir de historiadores, distintos del resto de los indígenas de Chiloé, con virtudes culturales encomiables, laboriosos, honrados, modestos, que llevaban una vida tranquila y patriarcal, diestros y sufridos marinos, cazadores de lobos y excelentes en el trabajo de la madera.

Actualmente se recuerda con orgullo numerosos hechos anecdóticos e históricos ocurridos en esa villa. Entre la información disponible, las familias más antiguas recuerdan que don Pedro José Andrade, don Clemente Andrade y don Ciriaco Álvarez están entre muchas de las personas que en este siglo contribuyeron al progreso de Chonchi. A don Ciriaco Álvarez le llamaban "El Rey del Ciprés", porque trabajaba sólo con esa madera y era entonces el hombre más rico del pueblo. Don Pedro José Andrade se dedicaba al comercio y tuvo una especie de farmacia, y de don Clemente Andrade se recuerda que era comerciante.

Especial mención merece don Manuel Jesús Andrade y su hijo del mismo nombre, que es recordado como el autor de la letra del himno a Chiloé y del "Viejo lobo chilote" además de innumerables poemas.

También son vecinos recordados don Bernardino Andrade, don Santiago Bórquez, don Alberto Oyarzún y don Paulino Álvarez .

De Chonchi hoy conocemos sus casas o mansiones con grandes corredores de madera policromada y su hermosa iglesia, declarada monumento nacional, la que se caracteriza por su antigüedad y sus imágenes de factura folclórica regional. También sus lugares históricos, como el fuerte Tauco, ubicado ente los sectores de Rauco y Quinched. Asimismo, Chonchi es conocido por sus tres hermosos lagos: Tarahuin , Natri y Tepuhueico. El lago Huillinco y el poblado de Cucao son el paseo obligado de miles de turistas cada año, quienes acceden al Parque Nacional. Chonchi también es conocido por sus roscas y por su licor de oro, que inevitablemente consumen sus visitantes.

Chonchi nos trae el recuerdo permanente de hombres y mujeres que habitan mayoritariamente en sus campos, allá por Rauco, Quinched, Curaco de Vilupulli, los Petanes, Huillinco, Cucao, Chanquin, Huentemó, Teupa, Tara, Molulco, Natri, Quilipulli, Huicha, Nalhuitad, Notuco, Canan, Púlpito, etcétera, que son los que hoy con su esfuerzo construyen esa comuna, y que necesitan de nuevos adelantos que mejoren su calidad de vida.

En estos años hemos logrado, entre otras obras, construir la primera planta de tratamiento de aguas servidas de la provincia. Se construyó el alcantarillado de la ciudad, un nuevo consultorio de salud, además de una nueva posta en el sector Púlpito. Se construyó una población y hoy se encuentran avanzadas otras 80 viviendas. Se logró la electrificación de Cucao y otros lugares rurales; pero a pesar de todo esto, aún es necesario aumentar la inversión en la comuna. Son deseos de su comunidad, entre otras obras, repavimentar el camino de Castro a Chonchi y pavimentar el de Chonchi a Queilén. Estamos empeñados en lograr esos objetivos.

Señor Presidente, solicito que, en mi nombre, se oficie al Honorable Concejo Municipal de la comuna de Chonchi, encabezado por su alcalde, don Eliodoro Macías Vargas , a fin de que transcriba este discurso que contiene el merecido reconocimiento hecho a los habitantes de esta comuna, con ocasión de celebrar, mañana 3 de agosto, 227 años de existencia.

He dicho.

Aplausos.

El señor LATORRE (Vicepresidente).-

Se enviará el oficio en nombre de Su Señoría, con la adhesión de los Diputados señores Palma, don Andrés, Ortiz, Seguel, Hernández, Solís, Ribera, Álvarez-Salamanca y del que habla.