Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Senado
- Sesión Ordinaria N° 34
- Celebrada el 27 de enero de 1998
- Legislatura Extraordinaria número 336
Índice
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El señor
Señor Presidente , la Segunda Región, una vez más, ha sido objeto de una especie de atentado a la salud. Ayer fue la contaminación del río Loa, que causó graves e irreparables daños a los pueblos del interior de esa zona, y en la costa también, y hoy son los habitantes de Antofagasta, especialmente los niños, los que están sufriendo la contaminación por los acopios de plomo boliviano en el recinto portuario y ferroviario.
Hace más de dos años, rechacé en Antofagasta la contaminación causada por el acopio de concentrados de minerales, particularmente plomo, en el puerto de Antofagasta.
En los primeros días de enero del año 1996, la opinión pública conoció el lapidario informe de la Comisión de Salud y Medio Ambiente que, luego de una exhaustiva investigación, denunció graves consecuencias para la salud por el acopio de concentrados de minerales en recintos portuarios y ferroviarios. Esto, obviamente, exigía la inmediata acción de las autoridades de Gobierno para proteger la vida de la gente, en especial de los niños.
Hoy, al cabo de dos años, se ha ratificado que esta contaminación está afectando a los niños, retardando su crecimiento y limitando su inteligencia, entre otras secuelas. ¿Por qué no se han adoptado las medidas que en esa oportunidad se requerían con urgencia? Se prefirió hacer largas discusiones, formar comisiones, movilizar a la opinión pública regional y nacional, esperar los resultados de los análisis, incluso esgrimiendo el argumento de que nada se podía hacer porque había un tratado internacional de por medio. Ésa es la burocracia en nuestro país.
Mientras eso ocurría, los niños, según informes médicos, presentaban indicios de insuficiencia renal, de hiperkinesis, bajo coeficiente intelectual, retardo en el crecimiento, anemia, entre otras cosas.
Cabe indicar que ya en 1992, dos dirigentes de las juntas vecinales quisieron llegar a la instancia presidencial, pero no tuvieron éxito y no pudieron entregar al Presidente de ese entonces las inquietudes y quejas de la gente, especialmente de la que vive cerca del puerto y del ferrocarril.
En 1996 propuse estudiar la asignación de terrenos en La Negra, para instalar un antepuerto en ese sector, ya que allí hay un fácil acceso a la carretera, no existen pendientes y el Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia estaba pidiendo autorización para llegar hasta la fundición Refimet . Esto habría ayudado a bajar los índices de polución y tráfico de camiones de alto tonelaje a cualquier hora. En todo caso, el Ferrocarril debe modernizar sus sistemas de carros de transportes que también son muy contaminantes.
Ignoro si la Empresa Portuaria de Chile habrá hecho alguna inversión para que Antofagasta cuente con mejores sitios para el acopio de minerales, cereales, etcétera. Lo que sí me consta es que EMPORCHI Antofagasta hizo una gran inversión para rehabilitar su puerto, destruido por el terremoto.
Desde 1989, los antofagastinos han luchado por esta contaminación atmosférica del metal pesado, aglomerado sin protección, y siempre han tenido soluciones de parches. En ese mismo año, los vecinos denunciaron a la empresa Ferrocarril de Antofagasta por esa contaminación, porque se verificó que en los sectores aledaños al Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia existía una volatilización de partículas que superaba la norma permitida; es decir, más de diez microgramos por cada cien mililitros de sangre.
Tal como dije anteriormente, en 1992 dos dirigentes vecinales insistieron en sus demandas y trataron de llegar a La Moneda para dar a conocer este atentado, pero sin éxito. Por otro lado, ese mismo año, el concejo comunal de Antofagasta dictó la ordenanza 004, prohibiendo almacenar en el radio urbano de Antofagasta cualquier tipo de material a granel. La comunidad ignora por qué el municipio no ha hecho cumplir esta ordenanza.
Este problema, cuya gravedad reitera el Colegio Médico señalando que los antofagastinos están ingiriendo concentrados de plomo, se podría resolver, según dicha entidad gremial, a través de dos caminos: un centro de acopios en Portezuelo, lejos del centro de Antofagasta, y el uso de contenedores herméticamente cerrados, evitando la polución. El Gobierno ha hecho numerosas gestiones para superar este problema, pero sin éxito alguno.
El 16 de noviembre de 1993 hubo un acuerdo entre Chile y Bolivia para trasladar los acopios de minerales contaminantes de los radios urbanos de Arica y Antofagasta. Este acuerdo, establecido en el Acta de Cochabamba, nunca fructificó, pese a las gestiones del Gobierno y de los tribunales chilenos, porque los acopios bolivianos siguieron contaminando en Arica y Antofagasta.
La resolución de 1993, firmada en la Paz, ubicó los sitios de acopios en terrenos aislados y lejanos: Punta Condori, a 8 kilómetros al norte del puerto de Arica, y Portezuelo, a 12 kilómetros al sureste de Antofagasta.
Antofagasta no saca nada con tener una estrategia de desarrollo, si no se soluciona este grave problema de contaminación.
Por eso, solicito que se envíen, en mi nombre, oficios al señor Ministro de Relaciones Exteriores , para que nos informe por qué han fracasado las gestiones para que Bolivia cumpla con el acuerdo firmado en La Paz el 16 de noviembre de 1993, fijando los centros de acopios en Punta Condori y Portezuelo, y a la Comisión Nacional de Medio Ambiente, a fin de que nos dé a conocer en qué medida ella ha intervenido en la solución del grave problema que se arrastra desde 1989 en Antofagasta, causando -como señalé- grave daño a su población infantil.
He dicho.
El señor LARRE.-
Señor Presidente, los Senadores de Renovación Nacional adherimos a los oficios solicitados.
Señor Presidente , además de sumarme a la remisión de esos oficios, que respaldo, quiero pedir, en mi nombre -porque no tengo facultades para hacerlo en el de mi Comité-, que se oficie al Ministerio de Salud, para que nos envíe el estado actual de su investigación e informes respecto a la repercusión real de esta contaminación. Los antecedentes de que dispongo aportados por representantes del Colegio Médico de Antofagasta me señalan que efectivamente está probada. Por lo tanto, deseo saber su cuantía, porque estimo importante conocerla.
--Se anuncia el envío de los oficios solicitados, en nombre del señor Senador , con las adhesiones del Comité Renovación Nacional y del Senador señor