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Homenaje
CENTENARIO DE LA COMUNA DE SAN MIGUEL.

Autores

El señor SEGUEL (de pie).-

Señor Presidente, colegas parlamentarios:

El 10 de agosto de 1896, el Presidente de la República don Jorge Montt Álvarez firmó el decreto supremo que creó la comuna de San Miguel, en el que se expresa:

“Créase una municipalidad de San Miguel, compuesta por las subdelegaciones Sexta y Séptima rurales que les asigna el decreto supremo del 7 de enero de 1886, sirviéndole de cabecera a la población contigua a la Iglesia Parroquial del mismo nombre en el Llano Subercaseaux.”

El origen remoto de las tierras que darían vida a esta populosa comuna hunde sus raíces con la llegada del conquistador español don Pedro de Valdivia, quien, al fundar la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo el 12 de febrero de 1541, repartió las tierras aledañas entre sus capitanes, correspondiéndole a don Pedro Gómez las tierras y los indígenas de la reducción de Huelén-Huara, que quedaban al sur de La Cañada, o sea, de la actual Alameda , hasta donde su vista alcanzara a ver desde la cumbre más alta. Suponemos que Valdivia no era corto de vista; nada dicen las crónicas. Por lo tanto, mirando desde lo alto del Huelén ( Santa Lucía ) o del Tupahue ( San Cristóbal) , le correspondió el páramo que en esa época era lo que, en parte, es hoy San Miguel .

Origen de San Miguel.

¿De dónde surgió el nombre de San Miguel?

El nombre de San Miguel Arcángel , dado a estas tierras, lo dio don Gaspar Banda de Aguilar , personaje que nació en España, y que pasó al Perú en su doble calidad de soldado y misionero, contribuyendo, por más de sesenta años, a predicar el Evangelio de Cristo. Cuando era necesario, hacía uso de su espada para combatir a los indios que no querían someterse, o bien, cuando había necesidad de emplearla para fundar algún pueblo.

En julio de 1535, se enroló en la hueste de don Diego de Almagro, que por esa fecha partía del Perú para descubrir Chile. La expedición de Almagro fracasó en su tentativa de buscar prosperidad económica, pues, en vez de encontrar ricos poblados y yacimientos de oro, como en los territorios del norte, sólo encontró míseros poblados escasamente habitados. Almagro regresó al Perú en septiembre de 1536, y con él lo hizo don Gaspar Banda . Sus rastros se pierden en el tiempo. No sabemos cuándo regresó a estas tierras; sólo sabemos, por el historiador don José Toribio Medina , en su obra “Historia del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en Chile”, que Gaspar Banda regresó a Chile y fue procesado por dicha institución por “hereje”, en 1575.

La tradición dice que a raíz del proceso que le siguiera la Inquisición -a la que, en pago de sus servicios, se le habían concedido tierras en el Llano del Maipo- éste habría hecho una manda al príncipe de los ejércitos celestiales San Miguel Arcángel , que consistiría, en caso de salir absuelto del proceso, en levantar a su costa una ermita en homenaje y en nombre de su santo protector. Que don Gaspar Banda fue absuelto, lo prueba posteriormente el hecho que dicha ermita existió en esos alrededores. Desde entonces se le denominó a esos lugares tierra de San Miguel Arcángel que, con el correr del tiempo, por la fuerza de la costumbre, se llama así, a secas, San Miguel .

San Miguel durante la Independencia.

Desde los lejanos días de la Conquista, el nombre de las tierras de San Miguel quedó relegado al olvido. Santiago se extendió hacia el norte, el poniente y el oriente, pero el sur de La Cañada se extendía como una tierra poco habitable por la falta de agua, quedando por muchos años como tierra de secano.

Don Vicente Pérez Rosales , en su obra “Recuerdos del Pasado”, refiriéndose al Llano del Maipo hacia el año 1814, escribe: “El Llano del Maipo, verdadera hornanza donde el sol estival caldeaba sin contrapeso el sediento pedrero, sólo ostentaba, en vez de árboles, descoloridos romeros, y en vez de pastos, el fugaz pelo de ratón; según el poético decir de nuestros huasos, ahí ni el canto de los pájaros se escuchaba.”

La famosa viajera y cronista inglesa María Graham , que permaneció en Chile casi un año, nos relata en su “Diario de mi residencia en Chile en 1822”, que invitada por el Director Supremo don Bernardo O’Higgins a su chacra llamada “El Conventillo”, ubicada al sur poniente de Santiago , escribe: “Día 8 de septiembre de 1822. Anduvimos un buen rato por los jardines y nos entretuvimos con el telescopio, con el cual me mostró varias haciendas del Llano del Maipo regadas por el canal que fue abierto durante su gobierno.” La viajera se refiere al canal San Carlos y al zanjón de La Aguada. Así, mientras otras tierras conocían el desarrollo y la fundación de poblados, San Miguel , al sur de Santiago, fue durante todo el período colonial una tierra desolada por más de dos siglos y medio, desde la llegada de don Pedro de Valdivia hasta que fuera regada por las aguas del Maipo, debido a la visión progresista de don Bernardo O’Higgins.

Durante el período de la guerra de la Independencia, San Miguel iba a ser testigo de la batalla que consolidaría nuestra existencia como Estado soberano. En efecto, el ejército español de Osorio acampó en las casas de la hacienda de Lo Espejo durante la víspera de la batalla que libraría en Maipú, mientras San Martín lo hacía en las afueras de la casa patronal de la familia Ochagavía. Desde este lugar dio las instrucciones del plan de batalla que pusieron fin al dominio español, derrotado completamente el 5 de abril de 1818.

Ya lograda la independencia, estas tierras de San Miguel serían el escenario del Combate de Ochagavía, que opusieron a pipiolos y pelucones el 14 de diciembre de 1829, durante la guerra civil que daría forma a la República ideada por Portales.

Los progresos de la República.

Restablecida la paz republicana por la Constitución de 1833, la futura comuna de San Miguel comenzó a conocer los avances del progreso de un país que comenzaba a relacionarse con el comercio internacional y a desarrollar su agricultura. Las tierras de secano que caracterizaban la mayor parte de estos terrenos, hicieron que en 1851 don Silvestre Ochagavía plantara sus primeras cepas que le harían famoso, y seis años después, en 1857, San Miguel fue atravesado de norte a sur por el ferrocarril en su recorrido de 16 kilómetros hasta San Bernardo .

La incorporación agrícola de los terrenos, gracias al canal San Carlos y al zanjón de La Aguada, hicieron que estas tierras fueran vendidas a razón de 17 pesos la cuadra, con facilidades de pago, y la primera subdivisión fue hecha basada en 30 a 35 cuadras. Los primeros afortunados propietarios de aquella época fueron españoles o hijos de españoles, y no más de diez familias aparecen como dueñas de lo que es hoy San Miguel . La comuna en esa época deslindaba por el oriente con la actual Avenida Macul , y sus tierras fueron dedicadas, en sus primeros años de explotación, simplemente al pastoreo o engorda de animales; posteriormente, a la chacrería o a viñas.

Al promediar la década de 1840 al 50, los propietarios eran, entre otros, don Gregorio Mena, doña Mercedes Mira, don Ramón Subercaseaux , la familia Gandarillas Prieto , la familia Prieto Hurtado, don Leonidas Vial, don Silvestre Ochagavía, don Nicolás Valdivieso, don Eduardo Ruiz y don Tristán Matta . Digna de destacar es doña Mercedes Mira, quien daría renombre a la mujer en la pintura chilena del siglo XIX y en los inicios del XX. No menos significativa es la acción de don Ramón Subercaseaux , destacado político, senador, ministro y embajador de Chile ante potencias europeas. Su fortuna originada en la minería de la plata, especialmente del yacimiento de “Arqueros” en Coquimbo, hizo que su casa de El Llano fuese el centro de destacadas veladas, como el matrimonio de Benjamín Vicuña Mackenna y doña Victoria Subercaseaux , las recepciones al Secretario del Tesoro de los Estados Unidos , Mr. Mac Adoc , y a la hija del Presidente de los Estados Unidos .

A lo anterior, es preciso decir que en 1881 se crea la primera parroquia de San Miguel y a su lado se instala el primer colegio; obras todas del destacado pastor monseñor Miguel León Prado . Así, cuando se crea la comuna, su territorio ya había adquirido renombre, y contaba con cerca de 4 mil habitantes.

El crecimiento comunal en el siglo XX.

En 1907, los vecinos de la comuna alcanzan a 7.256. Las exigencias sociales del nuevo siglo comienzan a hacerse sentir en las grandes ciudades y en los yacimientos salitreros de la pampa nortina. La crisis del nitrato en los años 20 y la gran depresión económica de 1929, harán que sobre Santiago se precipite gran cantidad de trabajadores cesantes y familias que buscan mejores condiciones habitacionales y educativas. Son los años en que surgen los conventillos y los primeros estallidos del descontento social. En la capital, los únicos espacios disponibles son los adyacentes al sur, hacia lo que es, entre otras, la comuna de San Miguel. Éste es el comienzo de su expansión humana.

Ya en 1930 se han conformado cuatro subdelegaciones ubicadas de norte a sur y de poniente a oriente. Estas son: Ochagavía, desde el ferrocarril al sur hasta la actual carretera Panamericana sur y que entre sus 6.892 habitantes contenía 557 rurales ordenados en los predios La Feria, Lilas , Ochagavía y Lo Valledor ; el Llano Subercaseux, entre la ruta mencionada y la Gran Avenida, con 6.557 vecinos, comprendidos los de El Vergel y Lo Vial; la tercera, llamada de Lo Mena, se situaba entre la Gran Avenida y el camino de Santa Rosa. Entre sus habitantes contenía 2.463, que la estadística definió como rurales, correspondientes a aldeas como Carmen Mena , Colón , Recreo; caseríos como América, Francisco Zuleta , Pedro Rissi y Rafael Prieto , y fundos como El Huerto, Las Mercedes, La Pirámide y Los Nogales. Por último, la cuarta, denominada La Legua , ubicada a continuación del camino de Santa Rosa hasta el límite oriente, en aquellos años tenía 8.672 habitantes, distribuidos en sus primeras calles y fundamentalmente en zonas rurales, como la Castrina Chica, fundos El Cóndor, La Lata, La Legua de Macul, Santa Elena, Santa Marta y Virginia, aldea de Bella Vista y los caseríos Mirador Azul y Pueblo de La Legua. Esa división político-administrativa se mantiene sin variación hasta los años sesenta, en que desaparece la condición de ruralidad para la totalidad de los predios ubicados dentro de su perímetro y se instituyen ocho subdelegaciones, a saber: Barros Luco , La Legua , Pedro Mira , Joao Goular , Lo Mena , Atacama , Subercaseaux , Ochagavía y San Joaquín . A inicios de la década del 60, San Miguel suma a sus centros industriales y comerciales 47.275 viviendas y 244.185 habitantes. Al bucólico recuerdo de la campiña siguió el esfuerzo de miles de sus habitantes y la lucha social de sus trabajadores, que ya en 1970 superaban los 300 mil habitantes, haciendo suyos los anhelos y esperanzas de los más postergados.

La comuna en la actualidad.

La reforma de la administración comunal experimentada por el país en los últimos años, ha tenido por resultado la creación de nuevas comunas y una democratización mayor en la elección de las autoridades. Lo primero, significó una reducción de su territorio original al desmembrarse nuevas entidades comunales. San Miguel cuenta hoy -según censo de 1992- con 82.869 habitantes, de los cuales 38.856 son varones y 44.013 son mujeres. Es así como en las primeras elecciones municipales de 1992, luego de un largo receso autoritario, se eligió democráticamente como alcalde a don Juan Claudio Godoy Sáez , quien ha llevado a cabo una destacada labor de servicio a la comunidad, en la que cabe señalar, a modo de ejemplo, la acción de la Corporación Municipal de San Miguel, que si bien es una corporación privada, cuyo directorio es presidido por el alcalde, su financiamiento es producto de una subvención municipal, la cual asciende a 900 millones de pesos.

Cabe destacar la acción de la Corporación en el ámbito de la salud, campo en el cual durante 1995 se inició la inscripción de grupos familiares con el fin de aplicar un aporte proveniente de Fonasa, consistente en una subvención per cápita, según el total de personas inscritas en cada centro de salud comunal. A lo anterior hay que agregar los aportes externos que han posibilitado la remodelación del consultorio Barros Luco ; el proyecto de construcción del Centro de Atención Juvenil Especializada, en orden a atender las patologías y problemáticas propias de su proceso bío y psicoevolutivo.

En el ámbito de la educación, su objetivo ha sido el mejoramiento de la calidad y equidad en el sistema educativo. Particularmente, en esta área se ha hecho un gran esfuerzo por aplicar políticas adecuadas con el objeto de mejorar la infraestructura e instalaciones con el aumento progresivo de la matrícula escolar. Es así como para atender a los alumnos de la comuna se cuenta con la preocupación y esmero de sus 420 docentes, que representan más de 13 mil horas de clases en aulas.

Complemento de lo anterior es la acción desarrollada en el ámbito de la cultura, en lo que se han desarrollado más de 50 talleres vecinales en contacto permanente con la comunidad, además de las actividades propias del Instituto Cultural de la comuna, junto con los programas destinados a la cultura joven expresados en el programa de desarrollo artístico y de educación cívica, destinados a favorecer a 10 mil jóvenes, aproximadamente.

En el campo de la gestión municipal, cabe destacar los programas desarrollados para beneficiar especialmente a los niños, a la juventud, al adulto mayor, las políticas hacia la mujer, a los discapacitados y de prevención y seguridad ciudadana.

La infancia se ha visto especialmente atendida en las prioridades de la gestión comunal, toda vez que desde 1992 se creó la Comisión de Defensa de los Derechos de la Niñez, tratando de involucrar a todas las organizaciones y entidades de la comuna, la que dentro de su trabajo se preocupa de este tema, teniendo como base la Convención Internacional de los Derechos del Niño y de la Niña, a la cual nuestro país adhirió en 1990.

La acción de la referida Comisión se basa principalmente en la difusión de los derechos de la niñez y en la elaboración y ejecución de las actividades que promuevan la participación de niños y adolescentes en actividades recreativas y deportivoculturales que sean de su interés y que los interpreten en sus necesidades.

Los programas dedicados a los jóvenes, a través del área joven, han beneficiado a más de 6 mil personas de San Miguel. De la misma manera, hay que destacar el programa de integración del adulto mayor con los niños, desarrollado en el marco de la “Ciudad del Niño”, destinado a aumentar su autoestima, así como a valorar el aporte del mayor a su entorno familiar.

En el ámbito del trabajo sectorial con la mujer, el objetivo general ha sido contribuir a su integración social y al fortalecimiento de la familia. Por ello, se ha dado especial énfasis a la orientación y a la capacitación, en prevención de la violencia intrafamiliar.

Todas estas políticas de gestión municipal han sido estructuradas como un instrumento eficaz para luchar contra la pobreza y la drogadicción, y potenciar toda situación que haga pasar de situaciones inhumanas a una mejor calidad de vida de sus habitantes.

San Miguel , en su centenario, consolida el progreso y el desarrollo. Esta afirmación, que puede parecer presumida, está avalada por el nuevo rostro que ella presenta para sus habitantes. Basta mirar sus calles para ver cómo el progreso ha llegado a su gente. El mejoramiento de plazas y parques; el recambio total de luminarias con una inversión de 400 millones de pesos, los centros comerciales y deportivos, son una realidad concreta. Sólo el “Full Market” ha significado una inversión cercana a los 7 millones de dólares. La edificación en altura, producto de una acertada política de densificación urbana, representa a la fecha más de 153 mil metros cuadrados construidos, con una inversión que bordea los 30 mil millones de pesos.

Al cumplir el primer centenario de vida, la comuna tiene por primera vez una sede municipal en la que están reunidos todos sus servicios. Ese Edificio Consistorial representa una aspiración largamente sentida que se ha hecho realidad. Son más de 4.800 metros cuadrados de cómodas dependencias que dignifican tanto a quienes brindan como a quienes reciben los innumerables servicios municipales. Este edificio, con un valor cercano a los 1.300 millones de pesos, fue solemnemente inaugurado por Su Excelencia el Presidente de la República , don Eduardo Frei Ruiz-Tagle , en la festividad del patrono de la comuna, San Miguel Arcángel , el 28 de septiembre de 1995.

La Cámara de Diputados, representante de la soberanía de la nación, rinde hoy un merecido homenaje al centenario de la comuna de San Miguel en las personas de su alcalde, don Juan Claudio Godoy , y de sus concejales, Consejo Económico y Social, dirigentes de organizaciones sociales y demás autoridades que lo acompañan.

Cien años han pasado desde la fundación de esta querida comuna de San Miguel. Ya no queda nada de sus tierras de secano en que se tejieron tradiciones y leyendas. En su seno, han encontrado cobijo los hombres y mujeres que con gran esfuerzo han luchado por un futuro mejor para sus hijos; han hecho de ella el refugio de sus hogares, el surco en el que labran el sustento diario, el rumbo por el que, unidos al ser querido, han forjado sus sueños, han llorado sus fracasos, han hecho suya la tierra donde siempre vuelve a nacer el sol, donde siempre habrá una esperanza, un sueño, un empeño y un valor por el cual vale la pena vivir.

He dicho.

-Aplausos.

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