Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Ordinaria N° 62
- Celebrada el 17 de abril de 1997
- Legislatura Extraordinaria número 334
Índice
Cargando mapa del documento
El señor ARANCIBIA (Vicepresidente).-
En el tiempo del Comité del Partido Demócrata Cristiano, tiene la palabra el Diputado señor
El señor SEGUEL.-
Señor Presidente, como es de conocimiento público, el proyecto de acuerdo sobre el tema de la Gran Avenida iba a ser tratado hoy, pero, lamentablemente, por la ausencia de varios parlamentarios, no se pudo discutir.
La semana recién pasada el Comité de Defensa de la Gran Avenida asistió a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara, y sus representantes dieron a conocer una propuesta que se transformó en proyecto de acuerdo. Ellos, además, entregaron un documento, de cuyo texto me hago parte. Quiero que quede constancia del mismo en la historia de la Cámara y que lo conozca todo el país que ve esta sesión por televisión y lee la versión oficial de las sesiones del Congreso. Dice:
“Como es de público conocimiento, dentro del plan maestro de transporte urbano, la Secretaría de la Comisión de Transporte, Sectra, ha elaborado un anteproyeto de remodelación para la Gran Avenida “José Miguel Carrera” que atenta gravemente contra la calidad de vida de los habitantes de las comunas de San Miguel, La Cisterna y El Bosque, para las cuales la Gran Avenida constituye el centro urbano en torno al cual hoy se está manifestando un auge económico, especialmente inmobiliario, que abriga reales esperanzas en los esfuerzos por descentralizar Santiago y potenciar los barrios.
“La destrucción no se puede circunscribir sólo al problema de unos cuantos comerciantes que temen perder sus locales. En esta ocasión, en la defensa de Gran Avenida está participando gente que no será afectada por la expropiación, pero que entiende que está en juego el futuro de su barrio y de su comuna frente a una intervención que toma a la ciudad únicamente como un problema de flujos vehiculares y sólo puede justificar el daño que producirá, basándose en el ambiguo concepto de que es el progreso.
“A través del presente punteo, se analiza sistemáticamente el impacto que producirá a los diferentes barrios.
“Los beneficiados, según Sectra, son cerca de un millón y medio de habitantes de Santiago. Estos cálculos resultan francamente curiosos. Los habitantes de San Miguel -suponiendo que usaran esta vía, porque, en realidad, tenemos ahí el Metro- son menos de 90 mil; los de La Cisterna, 120 mil, y los de El Bosque, 170 mil. Total, 380 mil habitantes.
“Los habitantes de las comunas de San Ramón, San Joaquín y Pedro Aguirre Cerda no usan Gran Avenida y para ellas el plan maestro dedica otro tipo de soluciones.
“Probablemente se considera un millón de habitantes provenientes de San Bernardo, Puente Alto , Rancagua y otras ciudades y comunas al sur. Aun así, estos cálculos están errados, ya que, al contemplar el plan maestro soluciones para Santa Rosa, no se puede pensar que Gran Avenida acaparará ni siquiera los 380 mil usuarios de las tres comunas.
“Aquí se está actuando con datos errados, tal vez para justificar la intervención o para reducir el costo como gasto social.
“El proyecto de Sectra sólo tiene como objetivo mejorar el flujo vehicular. La forma de tomar el caso es simplista y peligrosa, ya que un grupo de técnicos en transporte aborda un tema que debe ser enfrentado en forma multidisciplinaria, ya que afecta a temas de gran complejidad que no han sido tomados en cuenta. La solución de Sectra apunta a resolver sólo la manifestación exterior del problema de congestión, no la enfermedad, como si ante una enfermedad bastara comparar la fiebre en el enfermo. La fiebre no es la enfermedad. Ensanchar las calles para tener más pistas, sin enfrentar la caótica situación del transporte urbano, no abrir calles alternativas, etcétera, sólo conduce a tener congestión en más pistas y, de paso, arrasar con el desarrollo urbano de barrios consolidados, transformando la ciudad en una red de autopistas para buses o para autos, inhumana y sin posibilidades de desarrollo.
“Como calle de tránsito rápido, rompe las comunas en dos. Si los buses alcanzarán un promedio de 30 kilómetros por hora, si no habrá cruces de calles y Gran Avenida desaparecerá como centro de reuniones y comercio, se establecerá un tajo en las tres comunas que separará el oriente del poniente, como ocurre en la actualidad en las Avenidas Kennedy, Norte-Sur, Américo Vespucio y muchas otras.
“Con soluciones como éstas no hay posibilidades de pensar en la descentralización de una ciudad, que mata toda posibilidad de desarrollo local y la creación de centros a nivel de barrio.
“Se argumenta que se está construyendo un Metro en la superficie. Ante las críticas, en el sentido de que se está realizando una obra a un costo gigantesco para beneficiar a la locomoción de superficie, se nos ha dicho:
“1. Que el Metro no tendría capacidad para satisfacer los requerimientos de un número tan alto de usuarios -el millón y medio que mencioné anteriormente-.
“2. Que éste será un Metro de superficie, compuesto ahora por buses contaminantes, pero que después pueden ser reemplazados por tranvías o trolebuses.
“Ante estas opiniones no podemos dejar de pensar lo siguiente: ¿Entonces, construir un Metro en Santiago ha sido una mala decisión? ¿Cómo es que puede funcionar una red de metro en ciudades mucho más densas que la nuestra, como Nueva York, Sao Paulo , Ciudad de México, Barcelona , Tokio, etcétera? ¿La línea dos se abandonará por ineficiente? ¿Alguien va a creer, sinceramente, que si no se ha podido solucionar el problema del sistema de transporte en Santiago, esto se logrará favoreciendo al sistema ineficiente de buses que hoy existe? ¿Podemos creer que si hace tres años se dejó morir a los trolebuses, sin que el Ministerio hiciera nada, mañana aparecerán por arte de magia?
“Una de las razones que da el Director del Serviu es que la Gran Avenida se está hundiendo. También ha entregado muchas otras opiniones bastante violentas en contra de la gente.
“Existen lugares puntuales de esta calle en que efectivamente el pavimento ha bajado de su nivel, sobre el trazado de la línea del Metro, por problemas de mala compactación del suelo cuando se realizó el relleno.
“Reparar estos problemas, así como pensar en obras como el tendido de cables en forma subterránea, mejorar el mobiliario urbano e instalar un colector de aguas lluvias, no justifican en absoluto el tipo de intervención que se pretende hacer.
“Otra razón para hacer la intervención: la Gran Avenida tiene veredas de sesenta centímetros. A pesar de que existe un par de cuadras en La Cisterna en que las veredas son muy reducidas en sus dimensiones, el promedio de las de la Gran Avenida es de tres metros. Es cierto que, dado el carácter de centro urbano que se genera en toda la avenida, cualquier proyecto debería tener como objetivo principal aumentar las dimensiones de las aceras, hacerlas más cómodas, contemplar en ellas paraderos más seguros y albergar las diferentes actividades sociales, recreacionales y comerciales que hagan atractivo ir y estar en Gran Avenida.
“La solución de Sectra dista mucho de lo expuesto anteriormente. Los paraderos están al centro de la calle; siempre habrá que cruzar para llegar a ellos. Se ha hablado, incluso, de construir pasarelas. Terminará el atractivo para el paseo, ya que a Gran Avenida se le mata un frente completo, con todo lo que eso implica.
“Los cálculos del valor del suelo en el anteproyecto de Sectra, se hacen con precios de cerca de 2 UF el metro cuadrado. El precio comercial, al menos antes que estallaran los rumores de expropiación, estaba entre 12 y 15 UF el metro cuadrado. Para explicarnos estas diferencias, debemos pensar que Sectra está muy mal informada, pues contempla que al lanzar prematuramente la noticia, la expropiación a precio de mercado, se hará a un precio ridículo, o es que, al igual que el cálculo del millón y medio de beneficiados, se quiere llegar a un costo razonable para que el proyecto sea aprobado, aun sabiendo que el precio final será cuatro veces el que se está diciendo ahora.
“Se argumenta que no habría otra alternativa al proyecto Sectra. Esta afirmación no es real, pues entre las muchas alternativas que pueden desarrollarse está la posibilidad real de estudiar el proyecto que la Municipalidad de San Miguel encargó al taller de José Covacevich , de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile, que fue presentado en la última Bienal de Arquitectura.
“Este proyecto está en una etapa de elaboración similar al de Sectra y consigue solucionar los problemas viales que el Ministerio se plantea: tener una alternativa a Gran Avenida; pero, además, está dirigido a posibilitar el desarrollo de zonas de San Miguel y La Cisterna que se encuentran deprimidas, a un costo significativamente más bajo.
“La existencia de éste, junto a otros proyectos elaborados por un grupo independiente de ingenieros, ha significado que el director del Serviu haya dicho en reiteradas veces que una vez realizado el proyecto Sectra se realizará el de San Miguel, ya que esto posibilitará aplicar la tarificación vial en Gran Avenida.
“Estudios de impacto. El proyecto de Sectra no tiene un estudio serio de impacto ambiental ni urbano, elemental para evaluar el daño que producirá durante el proceso de construcción para la zona afectada.
“En este aspecto, el nivel de apreciaciones, por no tener el dato de Sectra, todos los proyectos alternativos analizados aventajan al que quiere implementar el Ministerio. Se dice que, al ser consultados algunos funcionarios municipales, ya se estaría constituyendo un grupo de técnicos.
“El tema del futuro de Gran Avenida y su necesaria modernización debe ser urgentemente enfrentado en forma multidisciplinaria por expertos. Las comisiones técnicas deben tener expresamente representantes de los colegios profesionales involucrados -de ingenieros y arquitectos-, de la Cámara Chilena de la Construcción y de las principales universidades del país. El grupo de expertos que sea llamado tendrá que tener una clara posibilidad de decisiones y la comunidad, que es muy importante, tiene que tener una real posibilidad de participación.”
Hasta ahí el contenido de la carta.
Son muchas las publicaciones sobre la materia que se han hecho en las comunas involucradas: San Miguel , La Cisterna y otras.
Con la ejecución del proyecto, quedarían afectados -sólo por nombrar algunos-, a lo menos, 27 colegios, una universidad, doce institutos de capacitación, 64 centros médicos y dentales, 29 farmacias, un juzgado, 10 notarías, 8 oficinas de abogados, 8 de contabilidad, 17 bancos, 5 financieras, 3 plazas de pago, 5 oficinas de previsión; todas las oficinas municipales y públicas, dependencias de Carabineros e Investigaciones, iglesias, servicios básicos, locales comerciales, servicentros.
Se pretende una vía de salida hacia el sur, pero se alterará la forma de vida de todos los habitantes de la Gran Avenida. Quienes vivimos en San Miguel, La Cisterna y el Bosque somos gente que ha hecho esfuerzo y sacrificios para que Chile crezca y no queremos el proyecto que está estudiando Sectra a través del Serviu. Queremos que la solución se busque con la participación de la comunidad.
Hago pública mi opinión al respecto, y la repetiré cuando se discuta el proyecto de acuerdo.
He dicho.