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Intervención
PROBLEMAS DEL SECTOR SALUD Y SUS EVENTUALES SOLUCIONES.

Autores

El señor LATORRE (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el honorable Diputados señor Héctor Zambrano.

El señor ZAMBRANO.-

Señor Presidente, intervengo en esta sesión especial de la Cámara de Diputados, en la cual se pretende analizar la situación actual de la salud en Chile, en nombre de la bancada de la Democracia Cristiana.

Me apartaré del texto escrito de mi intervención para intentar hacer algunas preguntas.

¿A qué Partido perteneced colega que me antecedió en el uso de la palabra? Porque estos planteamientos que hemos escuchado, nunca se han postulado por los integrantes de Renovación Nacional o de la UD1 en el trabajo serio y técnico desarrollado en la Comisión de Salud.

Yo pregunto: ¿por qué el colega señor Cardemil no aplicó estos planes tan hermosos que ha formulado hoy en la Cámara cuando durante tanto tiempo, 17 años, tuvo responsabilidades políticas y el poder total en este país?

-Aplausos.

El señor ZAMBRANO.- ¡Todo el poder político!

El me lleva a estas respuestas. No he querido entrar en este terreno. Pero fueron diecisiete años sin Parlamento, sin Oposición, sin prensa libre, sin Contraloría General; donde hubo un abandono total al sistema de salud público, privilegiando estricta y exclusivamente el sector privado; en aquellos años en los cuales no se construyeron hospitales -como se hace hoy-; no se construyeron postas -como se hace hoy-, y ni habían jeringas ni apósitos en los centros hospitalarios.

Creo que son buenas las ideas, pero hay que hacer análisis a fondo para llegar a un buen diagnóstico.

En 1989, el primer Gobierno de la Concertación recibió un cadáver de la salud pública en Chile. Por ello, nuestro Gobierno ha tenido que hacer esfuerzos inmensos para remediar esta situación tan seria.

Nadie puede discutir la decisión política irrefutable de los Gobiernos de la Concertación para privilegiar y priorizar su preocupación por la salud de nuestro país.

Sólo breves antecedentes para justificar esta aseveración:

1°.- Es indiscutible el aumento de la inversión pública en el sector durante los últimos cinco años. En el último año del gobierno representado por el colega señor Cardemil (1989), el gasto en salud pública fue de 339 mil millones de pesos, en moneda del mismo valor. Esto equivale a un aumento acumulado real de una 92,4 por ciento muy superior al crecimiento experimentado por el producto durante este mismo período.

Durante el mismo lapso, el gasto en remuneraciones del sector ha tenido un incremento de un 90 por ciento. De 112 mil millones de pesos, en 1989, ha subido a 314 mil, millones para el año recién pasado.

En lo relativo a las políticas de recursos humanos, las plantas de personal del sector público de salud han tenido incrementos importantes entre 1990 y 1994. Seguramente se dirá que no son suficientes. Es verdad. Pero constatamos un avance efectivo. Los cargos médicos han aumentado en 3.205 nuevos contratos, lo que equivale a un 52,67 por ciento; un incremento de 6,83 por ciento en los profesionales dentistas; y un 26, 32 por ciento en el personal químico farmacéutico o bioquímico.

En materia de mejoramiento de remuneraciones de los médicos -tema de actualidad-, éstas han experimentado aumentos reales, entre 1989 y 1994, que fluctúan entre un 28,80 por ciento para algunos -los que trabajan 11 horas- y un 107,48 por ciento para los médicos de jomada completa. Es decir, mucho más alto que el promedio de cualquier otro funcionario público en este mismo período.

En inversión en infraestructura hospitalaria, sólo durante el primer año del Gobierno del Presidente Frei -1994- se han construido nuevos centros de salud en El Pino, Pudahuel, Peñalolén, La Florida y el Centro S otero del Río en la Región Metropolitana, y se han mejorado y equipado los hospitales de Antofagasta, Calama, Puerto Montt, Castro, Iquique. Chillán, Temuco, Los Andes y Valdivia.

Finalmente, en la Región Metropolitana se terminaron los consultorios San Martín de Maipú, Pudahuel Sur, el Barrero de Huechuraba y el Redoble de La Pintana. Son éstos, a modo meramente ejemplificador, algunos de los principales logros de los Gobiernos de los Presidentes Aylwin y Frei en la salud pública chilena, cuyo mayor detalle, para los colegas de las bancadas de Oposición, se puede extraer de la cuenta pública del señor Ministro de Salud, de 11 de marzo pasado.

Señor Presidente, de las conclusiones del informe de la Comisión de Salud que se ha rendido en esta Sala, cabe inferir que el estado de salud de la población de nuestro país ha experimentado una mejoría importante si se lo compara con el de otros países del mundo americano. Como lo decía nuestro colega relator, ello como consecuencia de la acciones de salud llevadas a cabo, de las condiciones de vida y el nivel de educación y, en general, del desarrollo económico y social experimentado por Chile en los últimos años.

El Gobierno del Presidente Frei se ha fijado como gran objetivo de su política el fortalecer y modernizar el sistema público de salud, basado en los principios de equidad, participación y descentralización. En suma, existe una política definida sobre la materia, la que sólo podrá ser evaluada con objetividad al término de su Gobierno.

En lo relativo a la detección de los principales problemas que subsisten en el sistema de salud, nuestra Comisión ha concluido que la demanda por una mejor atención de salud aparece como preocupación prioritaria de la comunidad nacional. De estudios realizados por las autoridades del Ministerio, se concluye que, en verdad, existe un grado de insatisfacción de la población respecto de los sistemas de salud, tanto público como privado. Se aprecia, sí, una diferencia entre las personas que demandan esta atención, cuya apreciación es muy crítica, con aquellas que ya han obtenido la satisfacción de dicha necesidad.

El problema está, entonces, en resolver las largas esperas, las postergaciones de las horas de consulta y -hay que decirlo-, muchas veces, la mala atención por parte de los funcionarios del sector.

Para aminorar estas deficiencias el Ministerio de Salud ya ha dispuesto la celebración de compromisos de gestión con diversos servicios de salud del país y ha puesto en marcha sistemas fonomáticos en la Región Metropolitana, con el objeto de que los usuarios puedan solicitar hora y día de atención en forma telefónica y debidamente programada. Al mismo tiempo, en más de la mitad de los consultorios del país se están implementando otros sistemas, como es el otorgamiento de horas escalonadas, distribuidas y diferidas; horas especiales para ancianos y niños graves; horas distribuidas y diferidas en dos jornadas.

2°. La Comisión también ha detectado desigualdades en los accesos a la salud, lo que se expresa, especialmente al no distinguirse entre la atención de los sectores urbano y rural, por una falta de equidad en la asignación de los recursos, al no considerar las diferencias geográficas, socioeconómicas, ambientales, ni los cambios epidemiológicos experimentados en el país en los últimos años, los que son particulares para determinados lugares o regiones del país. La búsqueda de soluciones a este tipo de deficiencias justifica plenamente la política de descentralización que impulsa y va a seguir impulsando nuestro Ministerio de Salud.

3°. Se aprecia una distribución no equitativa de los recursos existentes en el subsistema público, lo que es más grave en el área de la atención primaria.

En este sentido, la bancada demócrata-cristiana valora el esfuerzo que implica el nuevo sistema de asignación de recursos per cápita para la atención primaria dispuesta por el Ministerio, lo que redunda en mayores recursos, precisamente, para las comunas rurales y más pobres.

4°. La Comisión ha concluido que persiste una deficiente gestión administrativa, tanto en el sector público como en el privado. En el sector público, pese a los esfuerzos del Ministerio por acelerar el proceso de descentralización, entregando la toma de decisiones a los servicios de salud y a los hospitales, aún se aprecian deficiencias serias en dicho sentido.

En muchos lugares del país los servicios de salud cuentan con especialistas que pueden cumplir labores descentralizadas., lo que posibilita ciertamente la delegación de facultades desde el nivel central.

En el sector privado, la Comisión estimó que estas deficiencias se aprecian en la gestión y en los excesivos gastos de administración de ésta.

5°. También hemos concluido que existe ausencia de una política de recursos humanos acorde con las necesidades de la población. Dicha falencia se expresa en la distribución no equitativa de los especialistas, en un déficit grande de profesionales, especialmente -como ya se ha dicho- de enfermeras universitarias y de odontólogos en muchas regiones del país; en privilegiar la carrera funcionaría, los años de servicio y la antigüedad, en desmedro de la calidad y de la capacidad de la persona; los deficientes sistemas de calificación, la falta de capacitación y perfeccionamiento y una alta rotación que se aprecia en el sector médico, especialmente en los profesionales adscritos al sistema municipal.

6°. Otro grave problema detectado se refiere a las rigideces administrativas, legales y reglamentarias. Estas limitan la creatividad, Deficiencia y la iniciativa, lo que, reconocido por el Ministerio, hace urgente la necesidad de modificar la ley N° 15.076, el Estatuto Médico Funcionario, el Estatuto de la Salud Primaria, y los reglamentos de concursos, y enfrentar una reforma a fondo a la Ley de Isapres.

Llama la atención que, siendo tan evidente la necesidad de modificar la ley N° 15.076, los colegios profesionales -entre ellos el Colegio Médico- hayan tardado casi tres años en aceptar la invitación del Ministerio de Salud para sentarse a conversar sobre una profunda reforma, lo que en forma conceptual ha quedado ya acordado en el documento del acuerdo marco de modificaciones a esta ley, suscrito entre los colegios profesionales de la salud y el Ministerio, en febrero recién pasado.

7°. Finalmente, la Comisión concordó en que existe un imperfecto sistema de financiamiento del sector. Se estimó que hay falta de transparencia en la información sobre los ingresos, tanto en el subsector público como en el privado, las cotizaciones son recaudadas por el INP y por el Fonasa, que recaudan y reciben, respectivamente, cantidades globales, por lo cual se desconoce el número de cotizantes, la estructura y la distribución de las cotizaciones, según tramos de rentas.

En el sector privado se desconoce el monto del copago, es decir, lo que desembolsa cada afiliado cada vez que es atendido por un servicio médico.

El Ministerio está abocado a corregir dicho sistema de información, sobre todo en lo relativo al Fonasa, remitiendo a los servicios de salud los listados de los cotizantes de las isapres para corregir los subsidios cruzados.

Me he referido sólo a las principales conclusiones del informe de la Comisión de Salud.

En lo relativo a las sugerencias, después del detallado análisis hecho por la Comisión y de haber escuchado la opinión de un sinnúmero de especialistas, de decanos de facultades de medicina de universidades; de colegios profesionales, y de personal del Ministerio, la Comisión recomienda una serie de medidas que en forma somera enumeraré, las que apoyamos en su totalidad, teniendo en vista que muchas de ellas ya se están implementando por el Ministerio de Salud.

1°. Estimamos preciso formular una reforma nacional de salud, que haga posible el imperio de los grandes principios orientadores de la salud chilena y que la conciben como un derecho basado en la solidaridad y en la equidad, con predominio de éstos sobre estratificación y discriminación.

2°. En relación con la modernización del subsistema público, es necesario profundizar el sistema de descentralización y participación de la comunidad. La descentralización exige fortalecer la gestión de los servicios de salud; ésta debiera llegar también, y especialmente, al nivel local, con facultades suficientes para la utilización de recursos humanos y materiales, controlando y supervisando el desempeño del subsistema privado en lo que al cumplimiento de las normas técnicas se refiere.

En lo relativo a la participación, es preciso incorporar a las personas al proceso de planificación, comprometiéndolas en el modelo. La gente organizada debe participar en la elaboración del diagnóstico y hacer sentir sus necesidades. Así será posible planificar mejor y diseñar acciones de salud que satisfagan las demandas reales de la población. Ello se deberá traducir en la creación o el fortalecimiento de los consejos consultivos de salud que ya existen a niveles regionales y locales.

Respecto del financiamiento del subsistema público, la Comisión está de acuerdo en que se requiere aumentar su transparencia. Los ingresos deben estar relacionados con su eficiente utilización, un ordenamiento de la gestión y un mejoramiento de los índices de soto eficaz. Es indispensable financiar las acciones de salud en su costo real.

En relación con el origen del financiamiento, estamos de acuerdo en que los aportes deben tener un origen tripartito. Esto es, aportes patronales, de los trabajadores y del Estado. Este último, en nuestro concepto, debiera aumentarse para alcanzar un porcentaje cercano al 3 por ciento del PGB.

Estimamos que la actual estructura financiera no es equitativa, ya que la mayor parte de los aportes provienen de los usuarios, especialmente de las personas de ingresos medios y bajos.

En lo relativo a la distribución de los ingresos, sostenemos que la tarea iniciada por Fonasa está orientada adecuadamente y deben arbitrarse medidas complementarias al respecto.

En cuanto a los problemas del sector privado, la Comisión sugiere la Ley de Isapres y está de acuerdo en que, primero, debe propenderse a aumentar las competencia en el sistema, segundo, establecer seguros adicionales por las Isapres para cubrir las prestaciones de alto costo, tercero, eliminar los subsidios del sistema público y privado: cuarto, estudiar la situación que se presenta con las licencias médicas, donde la isapre es captadora de recursos. Ejecutora de acciones y, al mismo tiempo, organismo contralor; y por último, establecer la participación del sistema privado en acciones de fomento y protección de la salud. La ausencia de las isapres en este campo constituye uno de los puntos de mayor inequidad del sistema.

Finalmente, la bancada de la Democracia Cristiana estima que debe fortalecerse el rol normativo, supervisor y evaluador del Ministerio de Salud, el que debe promover la participación coordinada de los sectores público y privado en la solución de los problemas de salud de los chilenos.

He dicho.

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