Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Senado
- Sesión Ordinaria N° 4
- Celebrada el 13 de octubre de 1993
- Legislatura Extraordinaria número 327
Índice
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El señor GONZÁLEZ .-
Señor Presidente, Honorables colegas:
Tal como señalamos en este alto Hemiciclo hace algún tiempo, la hermosa y pujante ciudad de Quilpué conmemora este año el centenario de la creación de su municipio mediante decreto supremo dictado el 14 de octubre de 1893 por el entonces Presidente de la República, don Jorge Montt Alvarez.
Esta decisión del Presidente Montt vino a ratificar lo obrado dos años antes por el Presidente don José Manuel Balmaceda, quien había creado el municipio el 13 de enero de 1891, pero cuyo decreto fue anulado, junto con muchos otros, luego del triunfo de la revolución del mismo año.
El periódico "El Progreso", primer medio de comunicación de la comuna, informaba en su edición de lanzamiento, el 2 de septiembre de 1894, acerca de las primeras autoridades municipales: el subdelegado y presidente constitucional de la Ilustre Municipalidad, señor Antonio Escobar; su primer alcalde, señor Silvestre De la Paz, y su segundo alcalde, señor David Valencia.
Hoy, un siglo después, queremos rendir un homenaje a los hombres que cimentaron el camino de progreso que la comuna de Quilpué ha transitado desde su creación, como asimismo a quienes hoy continúan realizando cotidianamente, con singular brillo, esa tarea de bien público y participación, que es la esencia de un gobierno comunal. Me refiero -por cierto- a sus actuales autoridades: el Alcalde, señor Iván Manríquez Cuevas, y los Concejales doña Amelia Herrera y señores Patricio Brito, Eugenio Rengifo, Luis Arán y Manuel Luengo.
La comuna de Quilpué limita por el norte con Villa Alemana, Limache y Olmué; por el sur con Valparaíso y Casablanca; por el este con la Región Metropolitana, y por el oeste con Viña del Mar. Tiene una superficie de 521 kilómetros cuadrados y es la segunda comuna más extensa de la provincia de Valparaíso después de Casablanca, y su población se calcula en más de 120 mil habitantes, superada en la Región sólo por las comunas de Valparaíso y Viña del Mar.
Las diversas localidades de Quilpué, que compiten en belleza y tradición, y que justifican su universalmente conocido nombre de "Ciudad del Sol", corresponden a antiguas heredades y haciendas de la zona. Su origen histórico se remonta a la época de los lavaderos de oro de los incas. Como se sabe, el imperio incaico invadió las zonas norte y central de lo que luego sería Chile, en el siglo XV, y estableció diversos centros de extracción de oro y plata. Uno de los principales fue el lavadero de oro de Marga-Marga, que continuó produciendo el precioso metal durante la Colonia y en nuestra vida independiente. Aún hoy es posible ver en las riberas del Marga-Marga algunos buscadores que se afanan por hallar los ahora esquivos gramos de ese inagotable placer aurífero.
La hacienda de Quilpué, donde actualmente se levanta el pujante centro comercial, poblacional y cívico de la ciudad, fue cedida a don Rodrigo de Araya , por acuerdo del Cabildo de Santiago de fecha 26 de abril de 1547, según los deseos del Gobernador de Chile don Pedro de Valdivia , quien premió, así, el valor y lealtad de su compañero de armas.
Tal como recordáramos en una pasada ocasión, esa merced que don Pedro de Valdivia otorgó en favor de don Rodrigo de Araya, dio lugar a la que es -tal vez- la más hermosa descripción que se ha hecho de las tierras que motivan el presente homenaje:
"Mi señor Gobernador," -escribió don Rodrigo de Araya - "cumplí con mi deber, sin intenciones de recibir una gracia, pero ya que se me quiere hacer merced de algo, prefiero que me sean donadas las tierras de Quilpué, de esa hermosa hacienda cerca del mar que ya conozco. He visitado esas tierras con usted mismo y no puedo borrar de mis ojos la belleza de sus paisajes, ni de mi espíritu, tan delicioso clima; ni olvido el imán de sus montañas ligeras, ni el esplendor de sus bosques verdegueantes, de donde salen y llegan bandadas de tórtolas y otra suerte de pájaros que nos embelesan con su trino al despertar de cada aurora. Si esto fuera posible, señor Gobernador y amigo, lo estimaría como el mejor de los premios.".
Pero esta inspirada descripción no sólo tiene un valor estético, sino, también, la singular virtud de reflejar lo que ha seguido sucediendo a través de los siglos a quienes conocen esta ciudad: no se puede borrar de los ojos la belleza de su paisaje, ni del espíritu tan delicioso clima.
A tan magníficos atributos, el transcurso del tiempo permitiría agregar otros, que hoy son consustanciales al atractivo de la ciudad. Me refiero, naturalmente, a la calidez y hospitalidad de sus habitantes, su afán de progreso y su definida voluntad de trabajar sin descanso por el futuro de la comuna.
Símbolo de esta gente son los prohombres que han iluminado la historia de Quilpué. Me refiero a vecinos tan ilustres como el contralmirante don Carlos Condell de la Haza ; el doctor don Francisco Fonck ; el destacado hombre público don Claudio Vicuña ; el pintor Raymond Monvoisin ; el farmacéutico don Reinaldo Knop ; el poeta y cronista don Daniel de la Vega, y el gran escritor don Joaquín Edwards Bello .
En la actualidad, junto al esfuerzo de sus habitantes y autoridades comunales, Quilpué recibe el trascendental apoyo del nivel central, concretado en obras de tanta significación para su potencial de desarrollo como las siguientes: el saneamiento integral del sector del Marga-Marga, ejecutado por ESVAL, cuyas obras ya están finalizadas; el camino La Playa, en plena etapa de ejecución y próximo a entregarse, que conectará directamente a Quilpué con la Ruta 68 y, en consecuencia, con la Región Metropolitana, Casablanca, el litoral sur de la Quinta Región y, en general, con las principales redes viales del país, permitiéndole superar su histórica condición de ciudad "interior". Al camino La Playa, y trayendo consigo beneficios de similar magnitud que los recién señalados, habrá de agregarse, en el futuro cercano, la habilitación de la ruta por la cuesta La Dormida, que deberá complementarse con el nuevo troncal sur, abriendo con ello nuevas y mejores vías de comunicación y generando una importante área de desarrollo urbano hacia el sector sur de la comuna.
Estas y otras realizaciones, entregarán los medios que Quilpué necesita para desarrollar su enorme potencial en los planos turístico, industrial, comercial y residencial.
Tenemos la certeza, señor Presidente y estimados colegas, de que Quilpué sabrá sacar provecho de las oportunidades que el porvenir le depara, y que no han llegado solas, sino que obedecen a un esfuerzo mancomunado de su propia gente, sus autoridades municipales, provinciales y regionales, Parlamentarios -que tenemos el honor de representar a esta zona- y otros altos personeros del país.
Privilegiada es, entonces, la comuna cuya municipalidad cumple mañana cien años de existencia; privilegiados son sus habitantes, y especialmente privilegiados nos sentimos quienes hemos recibido el mandato de representarlos.
A Quilpué, la ciudad del sol, nuestro más sincero y alegre homenaje al cumplirse los primeros cien años desde la creación de su Municipio.
He dicho.