Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Ordinaria N° 4
- Celebrada el 07 de junio de 1994
- Legislatura Ordinaria número 329
Índice
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El señor GUTIÉRREZ (de pie).-
Señor Presidente, en representación de la bancada de Diputados de la Democracia Cristiana, deseo expresar nuestra adhesión a la celebración de los 200 años de la ciudad de Constitución.
A pesar de que la Democracia Cristiana no cuenta con representación parlamentaria en el distrito 38, que corresponde, entre otros, a la comuna de Constitución, tenemos innumerables vínculos con esa ciudad. Mantenemos una sólida amistad, que se extiende por largos años, con muchos dirigentes sociales, organizaciones culturales, deportivas y de todo orden, por lo que esta fecha tan significativa no puede pasar inadvertida para nosotros. Por el contrario, la hacemos nuestra y participamos del regocijo y esperanza con que los maulinos están celebrando este aniversario.
Además, como talquino, nuestra ciudad ha mantenido siempre una relación estrechísima y natural con el puerto de Constitución. El legendario ramal que une Talca con la ciudad que hoy está de aniversario, ha sido, a lo largo de los años, testigo de esta estrecha amistad.
¿Qué talquino no tiene en su mente, como uno de los más bellos momentos de su infancia, el maravilloso viaje en el ruidoso tren que, bordeando el Maulé, venía a desembocar finalmente, después de mostrar los más hermosos paisajes, en esa ciudad de Constitución que nos ofrecía de golpe toda la inmensidad del océano? Hoy, el modernismo y la ceguera para el desarrollo turístico han sumido este tren en el más completo abandono. Muchas de sus pintorescas estaciones han sido desmanteladas y se encuentran en ruinas. Muchos alcaldes de diferentes comunas que atraviesa este atractivo tren y medio de transporte, han realizado intentos para recuperar este útil y hermoso medio de comunicación, sin lograrlo.
Para muchas generaciones de talquinos, Constitución fue, al mismo tiempo, la ciudad balneario, el puerto de la Séptima Región, la ciudad industrial y esforzada que nos hacía sentir orgullosos. Por ello, debo decir que Talca y Constitución son ciudades hermanas, cuyo destino ha estado frecuentemente asociado en los momentos de auge y también en los de dificultades.
Sin embargo, creo que Constitución puede mirar con legítimo orgullo su pasado. Nació hace doscientos años, con un puñado de familias pioneras y con hombres destacados, como Santiago Oñederra, y como tantos otros que levantaron los primeros astilleros, y hoy se ha convertido en una ciudad pujante que en los últimos 20 años ha duplicado su población, empinándose por sobre los 40 mil habitantes.
La verdad es que la fundación de Constitución venía a culminar un proceso de instalación de asentamientos humanos en la Séptima Región, cuando ya se levantaban las ciudades que caracterizaban y configuraban a la Región del Maulé. Ya figuraban en el mapa Parral, Linares, Cauquenes, Talca y Curicó; pero faltaba la ciudad marítima, la que le diera a esas poblaciones agrícolas e industriales la necesaria proyección hacia las inmensas distancias del mar. El viejo anhelo del hombre de explorar nuevos horizontes, aun a riesgo de su propia vida, estaba presente. Y así, aprovechando las excelentes maderas de la región y la desembocadura del río Maulé, surgieron los primeros astilleros para construir todo tipo de embarcaciones que surcaban las aguas del río Maulé y del mar.
En Constitución nacieron primero los astilleros, que construyeron los faluchos maulinos y surcaron toda la costa de Chile hacia tierras muy lejanas, llevando y trayendo mercaderías. Gracias a esta constancia, muy posteriormente se fundó la Villa de Nueva Bilbao, el 18 de junio de 1794'. Con ello, el llamado entonces Partido del Maulé, que se extendía desde los Cerrillos de Teño hasta el Perquilauquén prácticamente lo mismo que es hoy la Región del Maulé o Séptima Región quedaba completamente configurado.
Fue una época de auge. El Maulé era recorrido en un gran trecho, extrayendo los granos y los productos del interior que salían a recorrer el mercado americano. En ese entonces, siglo XIX, Constitución tuvo la categoría de puerto mayor y tanto los maulinos como los talquinos tenemos grabada esa época de auge y prosperidad.
Constitución construyó grandes y hermosas embarcaciones; desarrolló la industria y el comercio; levantó una importante escuela industrial, dirigida durante años por destacados educadores; construyó un liceo imponente en pleno centro de la ciudad, donde se prepararon legiones de jóvenes que dieron prenombre a su ciudad natal.
Como puerto mayor, Constitución llegó a albergar mucha sangre extranjera. Revisando su historia se encuentran importantes apellidos que han tenido resonancia nacional, como los Aylwin, antepasados ingleses de nuestro ex Presidente de la República, que arribaron primero a este hermoso lugar. También encontramos a franceses, como Court, Picaud, Faverau; alemanes como Donn, Schepeller, Trever, Bell; italianos como Negri, Dorelli, Rozzi, Figari; vascos como Ibar, Susarte, Astaburuaga.
Un hecho natural vino a poner punto final a este desarrollo: el progresivo embancamiento de la desembocadura del río Maulé. Los lanchones dejaron de recorrer sus aguas, la producción agrícola tuvo que buscar otras salidas, el ritmo de los astilleros fue cesando progresivamente, y Constitución comenzó a vivir un prolongado letargo, remecido sólo por la oleada de veraneantes que año a año cubrían sus hermosas playas.
En ese período, primer tercio de este siglo, se hicieron denodados esfuerzos por construir un puerto marítimo, pero ninguna de tales tentativas tuvo éxito. Paralelamente, una nueva alternativa comenzó a surgir: primero, pequeñas plantaciones, que más tarde, en forma masiva, fueron dando forma a una imponente masa boscosa que dio origen a una fuerte industria de la madera. Poco después nació la Celulosa de Constitución, que hoy constituye la principal actividad económica de la ciudad.
La construcción de la Celulosa de Constitución, Celco, se inició en 1970 y entró en operación en 1976. A través de esta empresa, la riqueza inagotable de esta tierra ha salido a recorrer nuevamente los más lejanos países, ya que la totalidad de la producción es exportada a los mercados internacionales, donde compite en iguales condiciones con los grandes exportadores mundiales, como Canadá, Suecia, Finlandia y Estados Unidos.
Una vez más, Constitución o Nueva Bilbao ha desafiado el destino y ha vencido.
A esto tenemos que agregar el fuerte impulso entregado en el gobierno de don Patricio Aylwin para que la ciudad pudiera superar las carencias que arrastraba durante tanto tiempo.
Se inició la reestructuración del tejido social, constituyéndose nuevas y fuertes juntas vecinales, con el fin de hacer realidad la participación de la población en la vida cívica y social.
Se intensificaron las obras públicas; se incrementó notablemente la construcción de viviendas para suplir el enorme déficit existente, levantándose una moderna población en cerro Centinela, para 408 familias, hoy llamada población Francisco Mesa Seco, en honor al poeta y ex gobernador de Linares, hijo de Constitución.
Se pavimentó el camino Chanco-Constitución y el de Las Cañas. Se realizaron obras de mejoramiento en el servicio de agua potable y alcantarillado, y se levantó un magnífico consultorio en Cerro Alto.
No hay duda de que Constitución o la antigua y legendaria Nueva Bilbao es la obra de sus habitantes. Por ello, es justo en este día, en que la ciudad celebra sus 200 años de existencia, rendir un homenaje a sus hombres y mujeres que han hecho posible este notable desarrollo. Por ello saludamos con mucho afecto a sus autoridades: a su alcalde aquí presente, don Silvio del Río; a sus concejales, don Roberto Urrutia, don Víctor Castillo, don George Mujica Drake, don Héctor Soto Soto y don Mario Ivar Valdés.
Por su intermedio, hacemos llegar nuestras felicitaciones, en este día, a los esforzados pobladores, pescadores, dirigentes vecinales, jóvenes y a todos quienes con su diario esfuerzo y decidida acción están forjando la ciudad justa, solidaria y progresista que desean.
Constitución enfrenta hoy, como en el pasado, grandes desafíos. No dudamos de que logrará superarlos. Deseamos que este aniversario sea signo de unidad y esperanza, y que los sentimientos de cooperación y trabajo en común no sean solamente para esta oportunidad, sino que se prolonguen en el tiempo, única manera de hacer grandes a los pueblos.
He dicho.