Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Ordinaria N° 9
- Celebrada el 22 de octubre de 1992
- Legislatura Extraordinaria número 325
Índice
Cargando mapa del documento
Intervención
ERECCION DE MONUMENTOS EN MEMORIA DE GABRIELA MISTRAL. Primer trámite constitucional.
Autores
El señor MUNIZAGA.-
Señor Presidente, quiero manifestar mi profunda satisfacción porque hoy se discuta en esta Cámara el proyecto que dispone la erección de dos monumentos en homenaje a quien fuera y sigue siendo la más grande poetisa de Chile y de Latinoamérica: Gabriela Mistral.
Especialmente significativo para mí es este momento, por cuanto he vivido toda mi vida en el valle de Elqui. Hoy, con orgullo, me corresponde representar, como Diputado, a todos aquellos pueblos de ese hermoso y misterioso valle donde Gabriela Mistral, a través de las letras comenzó a mostrarnos, desde muy temprana edad, toda su compleja y mágica personalidad.
Ella supo querer a su tierra. Innumerables fueron los escritos que testimonian el amor a su tierra y a su gente, lo cual también quedó inmortalizado en su testamento, por el que cedió parte de los derechos de sus obras a los niños de Monte Grande.
La bondad y generosidad de Gabriela, unidas a la ternura, sencillez y especial sensibilidad con que supo plasmar en el papel la belleza de las emociones humanas, la hicieron acreedora no sólo al reconocimiento sincero de su gente, sino a que se le otorgase el Premio Nobel de Literatura, en 1945.
Sin embargo, la fecunda labor de Gabriela Mistral no se circunscribe a las letras; sobresalió en su calidad de diplomática en diversos países del mundo, prestigiando con su estatura a nuestra patria. Cumplió funciones de cónsul de Chile en países tan importantes como México, Brasil, Portugal, Guatemala y Estados Unidos, entregando toda su cultura y sensibilidad en su misión.
Estas son, entre otras, las obras que hacen que Gabriela Mistral merezca sobradamente todos los homenajes y reconocimientos que se le hagan. Vicuña, Monte Grande, Pisco Elqui, Paihuano, los poblados que vieron crecer a Gabriela también han sabido rendirle tributo a su hija más ilustre. Y así existen en estos pueblos bustos, museos y todo aquello que signifique recordar a la poetisa que tanto quiso a su valle, "ceñido de cien montañas o más que, como ofrendas o tributos, arden en rosa y azafrán".
Pero en la principal ciudad de la región, La Serena, no hay un monumento que recuerde y rinda el homenaje que se merece Gabriela, máxime cuando en esa ciudad y en el puerto de Coquimbo desarrolló su gran labor de maestra en las escuelas de La Compañía y La Cantera, respectivamente, y como inspectora del Liceo de señoritas, en La Serena. Asimismo, en Vicuña, lugar de nacimiento de la insigne poetisa, debe existir un monumento acorde con la importancia histórica de esa ciudad en la formación literaria y humana de Gabriela Mistral.
Gabriela escribió a su amiga Isolina Barraza de Estay: "No quiero monumentos ni viva ni muerta. Si quieren, pueden ponerle mi nombre a uno de los quinientos cerros sin nombre del valle de Elqui."
Es cierto que el deseo de Gabriela no ha sido cumplido, pero también es efectivo que las naciones que no conocen su historia son naciones sin alma, y cuando tenemos una figura de su connotación mundial, más vale que las nuevas generaciones sepan que en Chile vivió una poetisa llamada Gabriela que prestigió a nuestro país en todo el mundo, no sólo por haber obtenido el Premio Nobel de Literatura por primera vez para Latinoamérica, sino por su inmensa obra de humanidad, su permanente defensa de los derechos del niño, su preocupación por los problemas de la naturaleza, su comprensión y amor por los más débiles, por los que más sufren, temas absolutamente vigentes en su importancia y tratamiento. Gabriela Mistral se merece que el país reconozca la magnitud de su obra.
Señor Presidente, las anteriores razones me motivan a presentar, además de esta iniciativa un proyecto de acuerdo para solicitar al Presidente de la República que se dé el nombre de "Carretera Gabriela Mistral" a la ruta 41, que va desde La Serena hasta el paso de Aguas Negras, en la República Argentina. Su Señoría ha manifestado la voluntad de firmarlo, como asimismo el Presidente de la Cámara de Diputados, don José Antonio Viera-Gallo, y pido que lo suscriban todos los señores parlamentarios.
Además, quiero agradecer a los Diputados señores Carlos Bombal, Camilo Escalona, José Miguel Ortiz, José Peña, Claudio Rodríguez, Hugo Rodríguez, Carlos Valcarce, Sergio Velasco y Edmundo Villouta por haber adherido en la Comisión a la moción que originó este proyecto de ley. Esto sólo confirma que la figura de Gabriela Mistral es capaz de unir a los chilenos a través de sus parlamentarios, aun de distintas colectividades políticas, debido a su jerarquía mundial tanto de poetisa como de mujer.
La erección de estos monumentos en La Serena y Vicuña y la nueva denominación de la ruta 41 no constituyen, de ninguna manera, todo el homenaje que le debemos; pero, sin duda, contribuirá a que nuestros compatriotas se sientan orgullosos de vivir en un país que tiene hijos tan grandes como Gabriela Mistral.
He dicho.