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  • Cámara de Diputados
  • Sesión Especial N°88
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  • Legislatura número 369
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Intervención
ANÁLISIS DE CAUSAS DEL AUMENTO DE LA INMIGRACIÓN ILEGAL Y EL TRÁFICO DE MIGRANTES EN EL PAÍS (PROYECTOS DE RESOLUCIÓN)

Autores

La señorita PÉREZ (doña Catalina) .-

Señor Presidente, agradecería que guarden silencio los pocos colegas presentes hoy en la Sala en esta discusión tan importante.

Creo que ya se ha hablado mucho de los hechos de violencia ocurridos el 25 de septiembre en Iquique, que motivaron la petición de esta sesión especial, pero la verdad es que esa situación solo es la punta del iceberg.

La crisis humanitaria está presente en el norte de nuestro país desde hace meses, incluso, diría, años. Es cosa de pasearse por las calles de nuestras ciudades y de poner atención a las más de setecientas personas que están durmiendo en el terminal de buses de Antofagasta, en nuestro terminal de buses.

Quiero que no quepa ninguna duda de que repudiamos absolutamente los actos de discriminación, de violencia y de xenofobia contra las personas migrantes, así como también el discurso populista de este gobierno que usa a esas personas como chivos expiatorios para evadir sus responsabilidades políticas y administrativas, porque esto se lo advertimos al gobierno.

A mí me sorprende cómo algunos parlamentarios hoy se olvidan de la coalición a la que pertenecen y de cómo defendieron al gobierno por una ley de migraciones que sabíamos que iba a ser completamente ineficiente para hacerse cargo del fenómeno migratorio.

Le advertimos al gobierno de su mala política de visas consulares; le dijimos que esto iba a pasar. La ley de migraciones que, con bombos y platillos, anunciaron ni siquiera pasó el filtro del Tribunal Constitucional.

La crisis de gobernanza no es responsabilidad de los migrantes que vienen huyendo de sus países -a los que, por lo demás, el gobierno invitó-, sino de las autoridades de este mal gobierno.

Y resulta que la culpa siempre es del gobierno anterior e, incluso, del gobierno que viene; o la culpa es de Nicolás Maduro, pero no de las malas decisiones que se toman dentro del país.

El gobierno ha sido sumamente negligente en el manejo de la situación migratoria. Como se dice en derecho, es difícil distinguir la culpa gravísima del dolo. ¿Qué pretende este gobierno?

Como diputada del norte de Chile, debo decir que nos sentimos completamente abandonados. ¿Cómo pretendieron limitar el flujo migratorio sin considerar nuestros cientos de kilómetros de frontera? El norte, sus fronteras y sus comunidades están abandonados por este gobierno desde hace muchísimo tiempo, y en términos migratorios esta no es la excepción.

Todos escuchamos al Presidente Sebastián Piñera invitar a los venezolanos y venezolanas a venir a nuestro país. ¿Para qué? Para, luego, suspender la atención en los consulados, para cerrar miles de procesos de solicitud de visa, incluyendo las de reunificación familiar. ¿Qué propiciaron? Esta ola de migración irregular.

Ahora que tenemos a miles de personas migrantes en situación de calle, el gobierno no ha tenido la voluntad de entregarles un mínimo de dignidad en la emergencia y se ha empecinado en discursos y políticas que propician expresiones xenófobas. ¿O cómo podemos considerar una fila de inmigrantes con overoles blancos subiendo a un avión con las manos amarradas, y todo televisado por el gobierno?

Hemos dicho en todos los tonos que la migración debe ser segura, ordenada y regular. A pesar de que el gobierno también lo dice, el problema es que no lo practica. Las consecuencias de ello nos las llevamos nosotros, los vecinos y las vecinas de las regiones que hoy tienen que lidiar con el fenómeno migratorio y con una ausencia completa del Estado.

La migración debe ser segura, ordenada y regular.

Primero, la migración debe ser segura para que no signifique caminar por el desierto más árido del mundo, arriesgando la vida, y para que las comunidades que reciban migrantes no se sientan amenazadas por ese flujo.

Segundo, la migración debe ser ordenada, para saber qué flujo migratorio esperamos, es decir, quién entra y quién sale de nuestro país, y en virtud de aquello adecuar la política pública.

Y tercero, la migración debe ser regular para que ninguna persona sufra la vulneración y los abusos que vienen con la irregularidad migratoria.

¿Cómo se logra todo esto? Con una gestión de fronteras coordinada con las autoridades territoriales, con los alcaldes y los gobernadores; con la promoción de la cooperación internacional, garantizando la seguridad en los Estados, las comunidades y los inmigrantes, pero nada de eso ha ocurrido.

Ayer, invitamos a la Comisión de Gobierno Interior, Nacionalidad, Ciudadanía y Regionalización al ministro del Interior y Seguridad Pública, y al jefe nacional del Departamento de Extranjería y Migración (DEM), a quien he visto harto en televisión, culpando al de enfrente. Lamentablemente, se excusaron.

Por ello, reitero las preguntas que teníamos previsto hacer ayer.

¿Por qué la estrategia del Presidente Sebastián Piñera para recibir ciudadanos venezolanos devino en esta crisis? ¿A cuántas solicitudes de visa de responsabilidad democrática se dio lugar durante la pandemia? ¿Cuántas personas migrantes han ingresado regularmente a nuestro país durante este tiempo?

También queremos saber por qué, en estas circunstancias, el gobierno aún no considera que Chile debe suscribir el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular.

Asimismo, queremos saber si se han subsanado las irregularidades advertidas por la Contraloría en el Informe Final de Investigación Especial N° 828, de 2019, el cual daba cuenta de la negativa a entregar la condición de refugiados a personas que cumplían los requisitos, y la inexistencia de un procedimiento en el Departamento de Extranjería y Migración (DEM) para el trámite de esas solicitudes.

También queremos saber cuáles son las estrategias para abordar la crisis humanitaria, específicamente en la Región de Antofagasta, y cómo pretenden regular la situación migratoria, garantizando la seguridad de las vecinas y vecinos, y los derechos fundamentales de chilenos y migrantes.

Porque esta crisis humanitaria no solo afecta a las personas migrantes, sino a todos y todas. Por eso mismo, exigimos las respuestas que, lamentablemente, no se nos han dado hasta el día de hoy.

He dicho.

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