Labor Parlamentaria
Participaciones
Disponemos de documentos desde el año 1965 a la fecha
Antecedentes
- Cámara de Diputados
- Sesión Ordinaria N° 32
- Celebrada el 13 de agosto de 1997
- Legislatura Ordinaria número 335
Índice
Cargando mapa del documento
Intervención
ERECCIÓN DE MONUMENTOS EN MEMORIA DE TRIPULANTES DE LA GOLETA “ANCUD”. Primer trámite constitucional.
Autores
El señor ALVARADO .-
Señor Presidente , para quienes representamos a las provincias de Chiloé y Palena en este hemiciclo, hoy, sin duda, es un día especial, porque estamos discutiendo un proyecto de ley que no sólo pretende hacer justicia a los hombres y mujeres que, en 1843, tomaron posesión física de Magallanes en la goleta “Ancud”, sino que, a través de ellos, estamos haciendo un reconocimiento y merecido homenaje a todos los habitantes de nuestra tierra, quienes con su espíritu emprendedor, su sacrificio personal y esfuerzo tenaz, en condiciones adversas de clima, con serias limitaciones de apoyo logístico, con casi nulos recursos económicos, pero sí con mucha voluntad, entrega, capacidad, inteligencia y visión de futuro, fueron capaces de emprender un aventurado y accidentado viaje para tomar posesión del estrecho de Magallanes, tierras australes que, con sus mares, canales y toda las riquezas que encierra, incluida la Antártida chilena, razonablemente algunos llaman “la despensa del futuro”.
Señor Presidente , estos hombres, hijos de Chiloé, aparte del enorme sacrificio que se echaron sobre sus hombros, exponiendo prácticamente sus vidas, entregaron a nuestra patria el vastamente conocido territorio sur austral del país con todo su todavía no bien ponderado valor estratégico y económico.
Mucho tiempo ha transcurrido desde aquel 22 de mayo de 1843, fecha en que zarpara nuestro primer buque de guerra, la goleta “Ancud”, construida en el país por manos y con maderas chilotas, precisamente desde el puerto de ese mismo nombre hacia la conquista de Magallanes, cuya tripulación entregó a Chile, el 21 de septiembre del mismo año, más del 50 por ciento de nuestro actual territorio.
Debemos reconocer que durante estos 154 años hemos pecado de indiferencia y, por qué no decirlo, también hemos sido egoístas con estos valientes y decididos marinos chilotes, al no dedicar tiempo ni espacios para estudiar, analizar, difundir, recordar y, mucho menos, para resaltar la noble y gran tarea que emprendieron hombres y mujeres de nuestra tierra para anexar Magallanes al territorio nacional.
Por todo lo anterior, insisto en que este día, en que discutimos en esta Sala el proyecto de ley, iniciado en moción, que autoriza erigir sendos monumentos en las ciudades de Ancud y de Punta Arenas en memoria de los tripulantes de la goleta “Ancud”, es para nosotros, los chilotes, muy especial, porque la Cámara de Diputados está reparando una omisión y, a su vez, está reconociendo en toda su magnitud la histórica hazaña de nuestra gente, de nuestros queridos chilotes marinos.
Señor Presidente , no quisiera terminar esta intervención sin hacer referencia a un gran hombre, a un chilote ferviente defensor de nuestra tierra; me refiero al sacerdote Abel Macías Gómez , quien, debemos reconocerlo, ha sido prácticamente la única persona que se ha dedicado a estudiar en profundidad la hazaña de la goleta “Ancud”, ya que ha dedicado más de 20 años de su vida a estudiar y a difundir, muchas veces con dificultad y con incomprensiones, la conquista de Magallanes.
Al respecto, quiero referirme al editorial del diario “El Llanquihue”, de fecha 12 de junio de 1997, que dice: “Cual verdadero Quijote y tenaz investigador de la historia chilota, Abel Macías ha rescatado ese episodio. Logró hacer una réplica de la goleta “Ancud” también hoy abandonada; filmó un video del episodio, ha dado conferencias sobre el tema en varias partes del país y ha logrado que, al menos, la hazaña se vaya conociendo.
Ha sido también su caballo de batalla para reprochar cómo el país tiene a Chiloé en su patio trasero, pese a lo que la nación ha recibido de esta zona y sus hombres.
Hoy ha vuelto a la palestra con la idea -de gran acierto y justicia-, de que se reconozca adecuadamente a esos navegantes que dieron tanto al país en una hazaña de paz.
El reconocimiento de “hijos ilustres” de Chile debe ser hecho por nuestros poderes públicos, el Ejecutivo en primer lugar, y el Parlamento. Chiloé tiene sus propios parlamentarios como para lograr que se legisle sobre el tema.”
Es así como el día 13 de junio, en una carta dirigida a todos los parlamentarios de la zona, el sacerdote Abel Macías nos pide legislar para erigir un monumento en favor de los tripulantes de la goleta “Ancud”.
Señor Presidente, los parlamentarios de Chiloé hemos cumplido con Chile, con nuestra gente y con el padre Macías.
He dicho.