Labor Parlamentaria

La señora HERTZ, doña Carmen (Vicepresidenta).-

Tiene la palabra el diputado Johannes Kaiser .

-Aplausos.

El señor KAISER.-

Señora Presidenta, en primer lugar, agradezco a las personas que están en las tribunas.

En segundo lugar, entraré al fondo del asunto. Los gendarmes no son gente que no esté preparada para el uso de armamento. De hecho, este proyecto de ley establece que estarán facultados para portar sus armas aquellos gendarmes que hayan cumplido al menos veinte años de servicio, y eso es mucho tiempo, durante el cual también deben entrenarse para el uso de tales armas.

Ahora, ¿qué sucede con los gendarmes? Entre nuestros funcionarios públicos, los gendarmes son, probablemente, quienes están más amenazados hoy en día, también por las mafias.

Los crímenes que, en forma de venganza, se cometen o se cometerán en el futuro en contra de gendarmes que quieran imponer el régimen penitenciario o que lo hayan impuesto durante su servicio son hechos que no siempre pueden ser evitados, pero que pueden implicar mayor riesgo para quien intente cometer dicho crimen si al menos nuestros gendarmes tienen la posibilidad de defenderse.

Por lo demás, no es correcto que una sociedad armada sea necesariamente más violenta. Cito para ello los ejemplos de Suecia y de Suiza.

Los problemas internos en Estados Unidos son otro tema. Por decir algo, en México existe prohibición total para que la población civil posea armas. Sin embargo, la tasa de homicidios es cuatro o cinco veces superior a la chilena, que ya es devastadora; en Venezuela, para qué hablar. Bueno, allá bajó la tasa de homicidios gracias a la emigración de sus delincuentes.

Entonces, necesitamos gente que sea capaz de defendernos, y que lo haya hecho durante muchos años. Los necesitamos en las calles, y armados, y le voy a decir por qué: porque un hombre malo armado solo puede ser detenido por un hombre bueno armado; esa es la realidad.

Cuando vemos cómo nuestras fronteras son permeables a la internación de armas, cómo se han creado talleres de construcción de armas hechizas, una verdadera industria dentro de nuestro país, no podemos seguir sosteniendo que el arma legal, ¡legal!, registrada en manos de un ciudadano honesto es el problema en nuestra nación. No lo es; no lo es, señora Presidenta.

Entonces, creo que este es el mínimo. De hecho, si me preguntasen, les diría que a todas las personas que no tuviesen antecedentes penales, que hubiesen cumplido con su servicio militar efectivo, o que en algún momento hubiesen sido miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden, les permitiría el porte de armas; les permitiría el porte de armas para tener más defensa, para tener más gente buena armada en las calles, porque nuestro problema es que tenemos demasiada gente mala armada en las calles, que no encuentra a un contradictor que esté a su mismo nivel.

Entonces, ¿cuál es el riesgo que hay aquí? Ninguno, acá no hay riesgo. Los gendarmes a quienes se les quiere entregar este derecho van a haber probado durante toda su vida laboral al servicio del Estado que son capaces y que tienen la responsabilidad necesaria para portar un arma en servicio de la sociedad.

¿Por qué les vamos a quitar a ellos, que son capaces y que han demostrado su voluntad de servicio a la sociedad, la posibilidad de defenderse ellos mismos y a Chile?

He dicho.

-Aplausos.